Sin embargo, existe una herramienta clave para contrarrestar este panorama desalentador y realizar un diagnóstico precoz de cualquier desorden potencialmente maligno: el control periódico. Por ello, frente a la situación actual de pandemia, resulta muy importante fomentar el autocuidado y el autoexamen de la cavidad bucal por parte de los pacientes, intentando detectar tempranamente cualquier cambio que se aleje de la normalidad.
Otra estrategia efectiva para prevenir el cáncer oral es controlar los hábitos de riesgo, ya que la etiología del cáncer oral es multifactorial.
Situación actual
Al menos el 75% de todos los cánceres orales podrían prevenirse con la eliminación de los factores de riesgo, como el consumo de alcohol y tabaco. Existen, además, factores adicionales que pueden incrementar el riesgo de padecer cáncer de boca, entre ellos la radiación solar, el trauma crónico (por dientes con cúspides filosas, reconstrucciones ásperas y desbordantes, prótesis mal adaptadas) y la infección con el virus del papiloma humano (VPH).
La exploración física para detectar el cáncer de la boca debe constituir una parte integral de los exámenes médicos y odontológicos, ya que es fundamental su detección prematura.