Según la Organización Mundial de la Salud un accidente es “un suceso no premeditado cuyo resultado es un daño corporal identificable”. Tal es así que el 80% de los casos se producen en el hogar y durante el tiempo libre. Entre los traumatismos más frecuentes se encuentran: las caídas, quemaduras y lesiones relacionadas con fuego, intoxicaciones, descargas eléctricas, entre otras.
Además, también ocurren lesiones ocasionadas a la vista, al canal auditivo y respiratorio. Muchos de estos casos pueden terminar en casos de discapacidad e, incluso, muerte. Frente a estas situaciones, la prevención es clave y debe basarse en dos estrategias principales: información sobre los peligros que implica cada actividad y capacitación sobre el uso correcto de elementos de protección personal.
Con el desarrollo de Internet y las nuevas plataformas de comunicación, cada vez se encuentra más información que invita al usuario a hacer él mismo y con sus propias manos tareas por las que antes se llamaba a un profesional. Incluso, con la cuarentena esto se acrecentó debido a la gran disponibilidad de tiempo libre. En efecto, médicos de distintas especialidades advirtieron un aumento de consultas durante el 2020.
Todo accidente puede ser evitable
A continuación, se destacan tres tipos de elementos de protección de uso esencial en el taller para evitar lesiones no intencionales:
- Protección ocular: se debe prestar especial atención al cuidado de los ojos ante refacciones en el hogar que pueden terminar con tornillos o clavos lanzados accidentalmente hacia esta zona. Las lesiones oculares son, generalmente, provocadas por: 1) rasguños (abrasión corneal); 2) objetos penetrantes como una astilla o fragmento de metal; 3) sustancias ácidas o alcalinas (quemadura química). El uso de protección ocular –gafas o antiparras- ayuda a reducir el riesgo hasta en un 90%.
- Protección respiratoria: muchas veces, el usuario no se da cuenta del polvillo, aserrín, sustancias que inhala al lijar y pintar. La inhalación de sustancias como humos, vapores (productos químicos), partículas y gases provoca traumatismos agudos en el sistema respiratorio y en los pulmones. Se recomienda usar respiradores N95 para partículas, y semi-máscara o máscara con cartuchos químicos para gases y vapores. El sello NIOSH95 certifica su calidad e indica que el respirador es capaz de filtrar al menos el 95% de las partículas dispersas en el aire.
- Protección auditiva: un corte con amoladora o motosierra sin protección repercute cabalmente en nuestro oído futuro. La pérdida es tan gradual que nadie toma medidas hasta que es tarde. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la pérdida auditiva por exposición excesiva a ruido representa una de las enfermedades irreversibles más frecuentes. El uso de protección auditiva es obligatorio, ya sea endoaural o de copa (de uso externo).
Al soldar, lijar, pintar, usar la pistola de calor, cortar madera, restaurar muebles es imprescindible usar siempre protección para evitar accidentes. “Poca gente considera importante utilizar elementos de protección personal de calidad y que estén certificados al realizar trabajos manuales en casa por considerarlos erróneamente tareas menores. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que para cada hobby existen diferentes opciones de protección que se ajustan al riesgo que representa. Capacitar a la población en lo que refiere a medidas de prevención es un paso clave para reducir las lesiones”, señala Santiago Suares Del Mestre, Licenciado en Higiene y Seguridad y Responsable Técnico en Libus.
Asesoraron: especialistas de Libus