1. La mirada, las sonrisas y los gestos son tanto o más importantes que las palabras para la comunicación y el desarrollo emocional de un hijo.
2. La manera en la que se le habla a un bebé o niño tiene una influencia importante en el desarrollo de su lenguaje. Cuánto más le hablemos, más rápido adquirirá lenguaje.
3. Adaptar nuestro lenguaje a la edad y nivel de nuestro hijo hablando de manera pausada, con frases sencillas y con mayor expresividad en la entonación y la mímica natural.
4. Acompañar las actividades cotidianas con comentarios sobre lo que estamos haciendo o mirando juntos.
5. Si tiene 12 meses, estar atentos a que responda a su nombre, imite gestos, señale para pedir o mostrar y disfrute de la interacción con otras personas. Expandir su lenguaje aportando nuevas experiencias como juegos, canciones, paseos o lecturas.
6. Si pronuncia las palabras de manera incorrecta, no corregirlo, pero tratar de repetirlas de la manera adecuada.
7. Consultar con el médico si tiene entre 18 y 24 meses y las primeras palabras no aparecen.
8. Si nuestro hijo tuvo un retraso en el lenguaje, es importante asegurarnos de que el desarrollo de la lectura suceda en el tiempo esperado.
9. Si tartamudea, evitar apurarlo, completar la frase o pedirle que la repita. Recordar que esta es una dificultad involuntaria que puede generar frustración y vergüenza.
10. Si ya está en edad escolar, provocar situaciones de diálogo, mostrando interés por sus actividades del día, sus amigos y sus intereses.
Fuente: Planeta Mamá