Salud mental: secuelas tras el período de confinamiento

Desde ansiedad hasta fobias o trastornos de conducta obsesivos serán frecuentes en muchas personas debido al aislamiento

Salud mental: secuelas tras el período de confinamiento
Salud mental: secuelas tras el período de confinamiento

El aislamiento tiene un daño colateral perceptible por la simple observación, que impacta directamente en la salud mental provocando un alto índice de estrés y
ansiedad, solo por mencionar algunos de los síntomas más frecuentes y
llevaderos. Sin embargo -y aunque sea evidente para muchos- la simple
observación no alcanza. Un estudio encabezado por la licenciada Patricia Faur,
psicóloga de la Universidad Favaloro, arroja datos interesantes en cuanto a
reacciones más frecuentes en los primeros días de encierro, que tienen que ver
en primer lugar con el miedo a que se contagie un ser querido, la tristeza por
la falta de contacto personal y el temor al contagio propio.

El estudio, realizado en conjunto con el Consejo Consultivo de la UADE
(Universidad Argentina de la Empresa) del que la licenciada Faur es miembro y
con la participación de la doctora Ruth Henquin, cardióloga especialista en
Estadística y Epidemiología de la escuela de medicina tropical de la
Universidad de Londres, se realizó mediante una encuesta en redes sociales, en
los primeros días de aislamiento obligatorio. El promedio de edad fue de 44
años lo cual, según Faur, explica la primera y mayor preocupación de los
encuestados a que se enferme un ser querido "no es raro porque es el miedo por
los padres. Además la preocupación por 'el otro' es mayor que la propia, porque
respecto del otro yo no tengo control" explica la licenciada, que aclara
"Tenemos una ilusión de control de nosotros mismos, porque más o menos sabemos
qué es lo hicimos con los cuidados y recomendaciones".

La tristeza por la separación física con los seres queridos y el temor a contraer
la enfermedad fueron los síntomas prevalentes en segundo y tercer lugar "eso
midió muy alto porque genera dolor, impotencia y frustración. El síntoma
psicológico es la ansiedad que tiene que ver con la incertidumbre de no saber
cuánto va a durar, cómo vamos a salir de esto, qué va a pasar con la situación
financiera" entre otras cuestiones evaluadas en la encuesta.

Otro dato interesante es el alto índice de insomnio "porque muestra el nivel de alerta en
el que estamos y un eje del estrés que está sobreactivado. Eso se empieza a ver
con claridad a los 10 días de confinamiento", explica Faur, quien tiene
planeadas dos fases más de encuestas: una que ya está en curso y otra, una vez
terminado el encierro "porque los resultados seguramente serán diferentes".

Según explicó, durante los primeros estadíos de la cuarentena "hay una sensación de
estupor y desconcierto, después la ansiedad y preocupación" que en muchos casos
se vio enmascarado con humor en la gran proliferación de memes circulando por las
redes.

Después de varios días

Para una segunda encuesta la especialista aventuró algunos resultados de acuerdo a
situaciones que ya están siendo observables pero que aún no han sido medidas:
"Al pasar el tiempo se empiezan a ver síntomas depresivos, una sensación de
desesperanza, y creo que también situaciones de violencia porque las personas
empiezan a estar más irritables y los niños se ponen igual. Entonces creo que
la irritabilidad, el enojo, la cólera y la violencia son los síntomas más
preocupantes en los días por venir, también puede haber un aumento en el
consumo de alcohol o de otras sustancias", adelantó.

En este sentido, las recomendaciones de los especialistas apuntan a identificar las
emociones y sentimientos que nos genera este momento, lo que nos ayudará a ser
conscientes y tener una actitud positiva. Así lo señala la doctora Roxana
Galeno, psiquiatra especializada en Neurociencias, quien aconseja una serie de
actividades tendientes a mantener la mente ocupada: "Alimentarnos correctamente;
hacer actividad física, evitar la sobreinformación, apelar a medios de
comunicación serios; proponernos pequeños proyectos para realizar en casa, como
ordenar un espacio, leer un libro, aprender un nuevo juego de mesa, probar una
receta de cocina diferente y fomentar el contacto con nuestros seres queridos a
través de llamadas o videoconferencias. En definitiva, se trata de ser
responsables y sobre todo amables con nosotros mismos y quienes nos rodean".

La tercera fase

La investigación de la licenciada Faur contará con una tercera encuesta, una vez
concluido el aislamiento, que podría arrojar como resultado ciertos trastornos
compulsivos producto de un estrés postraumático "creo que los indicadores van a
a ser agorafobia (no todo el mundo va a salir corriendo a la calle abrazarse)
va a haber gente que va a tener miedo de salir y que durante mucho tiempo va a
tener miedo a los espacios públicos. Otros van a tener conductas compulsivas y
van a hacer la gran fiesta, con conductas que pueden incluir el uso de alcohol
y sustancias y vamos a ver aumentados síntomas obsesivos de limpieza, de temor
al contagio, porque no nos vamos a olvidar de lavarnos las manos 50 veces de un
día para el otro", subrayó.

Resultados positivos

Sin embargo y a pesar de estos pronósticos, el panorama no es tan oscuro "porque lo
que vemos ahora (esto es observacional, no lo hemos medido) con los vínculos es
que reaparecen personas que no se veían hace mucho tiempo, para saber cómo
estás, algunas cuentas pendientes se empiezan a saldar, hay gente que quiere
cerrar una herida, empieza a haber como un mayor nivel de intimidad emocional y
eso es algo muy bueno". En este sentido destacó algunos fenómenos sociales que
se han ido replicando en cada ciudad: "El fenómeno balcón muestra un aumento de
la solidaridad, necesidad de estar juntos, los chicos que se comprometen 
a ayudar a los que no pueden hacer compras, todos los movimientos que tienen
que ver con lo solidario son movimientos que alivian", destacó.

En cuanto a las personas que enfrentan la cuarentena en soledad, la licenciada es muy
optimista: "Contrariamente a lo que uno pensaría, las personas que mejor la
están llevando son las que están solas, porque tienen otra organización de los
tiempos y de la vida", concluyó.

Consejos

Un punto a tener en cuenta, sobre todo en este momento, es que no dormir bien acarrea
riesgos de de enfermedades físicas, desbalance hormonal e insuficiencia
orgánica, lo que se traduce en disminución de la respuesta inmune y mayor
riesgo de infecciones.

Todos los especialistas coinciden en que durante la cuarentena es importante mantener
hábitos saludables, lo que impactará en nuestro cuerpo y mente. La doctora
María Celia Daraio, directora del servicio Medicina del Sueño en Neuromed
Argentina, señala: "El sueño escaso o de mala calidad tiene efectos negativos
en la salud, imposibilita que aprendamos y nos concentremos, genera
dificultades para resolver problemas y tomar decisiones, así como para
controlar las emociones y el comportamiento. A su vez, provoca que tengamos
menor rendimiento laboral y productividad, mayor riesgo de depresión y
trastornos mentales.

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