Se detectan más casos de hipertensión, glucemia y colesterol en los mendocinos

Se había logrado un descenso, sin embargo una encuesta muestra un deterioro de la salud por estas patologías.

Se detectan más casos de hipertensión, glucemia y colesterol en los mendocinos
Se detectan más casos de hipertensión, glucemia y colesterol en los mendocinos

Las enfermedades no transmisibles o metabólicas, vinculadas a los hábitos de vida y con alto riesgo cardiovascular, luego de algunos años de mejoras volvieron a aumentar.

Glucemia, hipertensión, colesterol elevado asociados a sobrepeso y obesidad son patologías que preocupan a nivel mundial porque muestran un creciente incremento. En Mendoza, al igual que en otros puntos del país, se había logrado una tendencia a la disminución entre 2005 y 2013. Desde 2015 se revirtió y más personas se vieron afectadas.

Los últimos 4 años hay un desmejoramiento de los indicadores en términos generales, tal cual mostró la IV Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) que publicó la semana pasada el ministerio de Salud de la Nación. Las mejoras que se habían logrado en la mayoría de los casos, desde 2005, cuando se realizó la primera, se deterioraron entre 2013 y 2018. Este abordaje involucra personas mayores de 18 años a los que se les consulta sobre su situación.

En 4 años la proporción de personas con glucemia aumentó más de 30%, la hipertensión arterial que venía en descenso ascendió 4 puntos y el colesterol, 6 puntos. Se trata de patologías asociadas a diversas causas y factores de riesgo como hábitos de vida y predisposición familiar.

En este escenario particular, los especialistas consultados consideraron que este deterioro muestra el impacto de la difícil situación económica que afecta a los argentinos. Con el deterioro del poder adquisitivo y la pérdida de fuentes laborales hubo que ajustar la economía hogareña y con ello, el tipo de alimentos y los tratamientos de salud.

Hay que tener en cuenta que sobre estas enfermedades se está en alerta a nivel mundial, no sólo por la incidencia en aumento sino porque además son crónicas, pueden llevar a la discapacidad, pérdida de años de vida y la muerte. Por eso, implican alto costo para los sistemas de salud.

En alza

El caso de la glucemia elevada y diabetes declarada es emblemático. Había bajado de 9,6% de los mendocinos afectados en 2009 a 8,9 en 2013. Cuando se midió en 2018 se detectó que se había extendido a 12,7% de la población. Esto es incluso casi el doble de lo que se había medido en 2005, cuando era de 6,6%.

Para la diabetóloga Analía Álvarez, del hospital Central, hay mucho subregistro y desde su punto de vista ese 12 % también lo es por lo que serían más los afectados y probablemente lo desconozcan. Esa es una de las problemáticas de estas patologías ya que suelen ser asintomáticas.

"Lo más marcado es la prevalencia de diabetes y obesidad y no es un dato menor porque cuando se observa todo ha aumentado", destacó.

En el desarrollo influyen el sedentarismo, la hipertensión arterial, el tabaquismo, los antecedentes familiares, la alimentación inadecuada – rica en grasas y pobre en fibras - y la obesidad.

La ENFR también expresa esto: el sobrepeso alcanza a 40,4% de la población, casi 5 puntos por encima de la medición anterior (35,7%). 

La prevalencia de presión arterial elevada (hipertensión) por autoreporte pasó de 30,2% en 2013 a 34,7%. Se trata de marcha atrás en una mejora lograda aquel año luego de revertir una tendencia al aumento: había marcado 35,9% en 2005 y 37,6% en 2009.  

El colesterol no mostró un mejor indicador, sino todo lo contrario: había bajado de 31,3% en 2009 a 26,5% en 2013 para volver a aumentar en 2018 a 32,6. 

La prevalencia de estas patologías aumenta a menor nivel educativo y mayor edad, aunque aseguran que se presentan cada vez más casos en jóvenes e incluso niños. 

Sin recursos

La situación económica sería la responsable. Nelson Rodríguez Papini, médico clínico especialista en Diabetología y Nutrición señaló entre las causas las deficiencias en la calidad de la dieta de los argentinos, la suspensión de los tratamientos por el encarecimiento de la medicación que ha sufrido la gente y el incremento en el consumo de tabaco.

"Los tres factores en conjunto han sido lo suficientes condicionantes, muchos antes tomaban dos o tres medicamentos y ahora toman uno, o los estiran tomando menos dosis, por ejemplo los toman día por medio para que les duren", detalló. Dijo que esto alcanza incluso a los que tienen obra social y que a los centros de salud (para quienes no tienen cobertura) llegan menos dosis y en muchos casos sólo es suficiente para unos días.

Dijo que hay un incremento en el consumo de grasas ya que han pasado a cortes de carne más baratos que tienen más. Así, se ha vista favorecida la ingesta de grasas saturadas y trans (las menos saludables) en productos industrializados asociados a hidratos de carbono y azúcar. 

"Las dietas sanas que formulábamos con 5 porciones de verduras y frutas al día se acabaron, la gente no puede comprarlas", señaló. Por eso hay una disminución en la calidad de la dieta, que tiene menos nutrientes y fibras.

Pese a que se recomienda consumir esas 5 porciones de frutas y verduras diarias, el promedio come sólo dos, un indicador que se mantiene inalterable en las encuestas.

Para el doctor Lucas Gutiérrez, referente de la Sociedad Mendocina de Cardiología la cosa va por el mismo carril: "En mi opinión personal, la realidad en salud pública es que hubo una clara disminución de asignaciones de recursos para campañas preventivas y si levantás la contención tiene impacto".

Concluyó: "No hay una condición en que la alimentación de la población argentina haya variado y las campañas son cada vez más intensas, (el desmejoramiento) tiene que ver con el acceso", subrayó.

Consideró que la obtención de alimentos y su calidad es determinante y que las consecuencias se han estudiado en otros lugares del mundo.

Pocos controles

Otro aspecto que expresa la ENFR es la insuficiencia de los controles y tratamientos médicos.

"Se ha perdido el hábito de control de rutina entonces cuando la gente llega,  está enferma (…) la diabetes al ser crónica y no da síntomas, se dejan estar y sólo se cuidan con las comidas, vemos muchos pacientes con consulta tardía, se enteran de la enfermedad en el marco de una amputación o de un infarto", destacó diabetóloga Analía Álvarez.

Sólo 54,8% de quienes tienen presión arterial elevada hizo algún tratamiento las últimas semanas y sólo 28,9% acude a algún lugar para controlarse que no sea sólo toma de presión. De quienes tienen colesterol elevado, solo 45% realizó un tratamiento las últimas semanas.

"Influye la accesibilidad a centros de salud, porque ves lo que pasa en zonas alejadas en que no hhabitosay especialistas todos los días o el que hay tiene muchos pacientes", apuntó la profesional.

Álvarez detalló que se ha buscado afianzar espacios para la actividad física y de hecho la encuesta muestra que son más las personas que la realizan. Además se trabaja con los niños, particularmente en las escuelas para cambiar ´hábitos y que ellos los transmitan a sus familias. Pero parece que no ha sido suficiente.

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