"Acatamos la conciliación obligatoria, pero desde ya le decimos al Gobierno que rechazamos la propuesta que le envió al SUTE del 25% de aumento en un pago". Con esa afirmación, la titular de ATE, Raquel Blas, dio cuenta de que ese gremio obedecerá la medida dictada ayer por la Subsecretaría de Trabajo, pero que eso no significa que la negociación será fácil.
Por el contrario, tanto ella como Isabel del Pópolo, secretaria general de Ampros (profesionales de la Salud) insistieron en el reclamo que están solicitando: "50% de incremento salarial, con retroactividad a enero" y adelantaron su rechazo a cualquier oferta inferior a ese porcentaje, entre la que incluyeron la que los paritarios gubernamentales acercaron a los docentes el pasado lunes, del 25% automático a partir de marzo ya que, a su entender, "no responde ni siquiera a las expectativas de inflación para este año, que rondan el 35%".
Desde el Gobierno, en tanto, son conscientes de las dificultades que tendrá la negociación, cuyo primer encuentro se realizará el próximo martes 27 de marzo al mediodía, pero se mostraron satisfechos con la medida, porque "se garantizaron los servicios de Salud" para estas dos semanas, sobre todo frente a los 6 días de inactividad del fin de semana siguiente, por los feriados de Semana Santa y el Día de los Caídos en la guerra de Malvinas.
Igualmente, ATE confirmó la continuidad de las medidas de fuerza programadas para hoy y mañana, con paro y movilización de los trabajadores de la Administración Central a Casa de Gobierno, lo que se concretará desde las 11.30, en el acceso de calle Peltier.
Por la "paz social"
Según el subsecretario de Trabajo y Seguridad Social, Ariel Pringles, la conciliación obligatoria respondió "a un pedido de ambas partes". En tal sentido destacó que los gremios hicieron "una solicitud implícita" de la acción, al pedir, en las paritarias, "que se buscaran los medios para regular el conflicto".
Desde el Gobierno, la medida respondió a sendos pedidos de la subsecretaria de Derechos Humanos, María José Ubaldini, y del subsecretario de Planificación del Ministerio de Salud, Carlos Aznar, a partir de que el paro previsto para hoy y mañana "no resultaba recomendable de la paz social ni de la salud de la población como derecho constitucional".
De todos modos, el mismo Pringles reconoció que esta instancia obligatoria "es la última posibilidad" por lo que, de no haber acuerdo, el conflicto podría estallar luego de los 15 días hábiles (expandibles a 20), en que estará vigente la medida. Hay pocas esperanzas de final feliz. "El conflicto recrudecerá", es el rumor creciente en diversos ámbitos.
Por su parte, el paritario oficial, Mauricio Guzmán, indicó que la intención fue "priorizar los servicios" de salud y si bien reconoció que difícilmente se logre un acuerdo, "el Gobierno no dejará de hacer ofertas superadoras", en la nueva instancia, aunque, como ya advirtió el propio gobernador Francisco Pérez, "el límite ya está establecido".
El límite docente
Efectivamente, para el Gobierno la última oferta en general es la que se le hizo a los docentes, cerrando de antemano cualquier otra suba.
"Eso lo hemos escuchado muchas veces", indicó Blas, y recordó que "el año pasado fue igual", y sin embargo después la Salud alcanzó contundentes mejoras.
En aquella oportunidad, médicos y enfermeros obtuvieron un 10% inicial en enero, para luego mejorar 17% en marzo y un 17% más, en junio, a partir de distintos acomodamientos de diversos ítems.
En tal sentido, para Blas y Del Pópolo "este año la situación es similar", razón suficiente para seguir dando pelea.
"Si el año pasado lograron 44%, ahora no deberían esperar más de un 15%" disparó desde el lado gubernamental Guzmán, aduciendo que los gremios "necesitan justificar el conflicto".
Pero más allá de la munición entre ambos bandos, lo cierto es que ATE y Ampros siguen con su posición y no dejan de recordar a los funcionarios provinciales que a principios de año "se aumentaron los sueldos entre 50% y 158%", lo que dificultará aún más el acercamiento, ahora obligatorio, demostrando que lo único ganado por el Gobierno con esta conciliación, es tiempo.
