Mundo Mágico, uno de los salones de eventos infantiles con más años en la provincia, cerró sus puertas. Por la crisis económica que está generando la pandemia y, con ella, la imposibilidad de trabajar en algunos rubros, son varios los espacios así que lamentablemente tendrán que seguir los pasos del mencionado lugar para festejos de niños.
Si bien hasta el momento no ha tomado la determinación de cerrar, Raquel Pandolfino, del pelotero Al Ranito –ubicado en la 5° Sección de Ciudad-, contó que no sabe cuándo podrá abrir y que ha retomado su oficio de peluquera ya que el espacio para festejos de cumples infantiles que posee representaba su único ingreso económico.
“El 16 de marzo nos llegó el acta de que teníamos que cerrar y hasta el momento no se sabe cuándo podremos abrir. Además es muy difícil con los niños, estoy en un grupo de 80 peloteros que ya han cerrado siete. Yo llegué a un acuerdo con el dueño del lugar para pagar la mitad del alquiler. Del Gobierno ningún subsidio obtuve. Sólo saqué un préstamo pero que lógico que tendré que devolverlo”, se explayó Pandolfino.
La mujer planea solventar el alquiler lo más que pueda para, llegado el momento, reabrir sus puertas. “Otra situación es que vamos a quedar todos sensibles cuando pase esto y no vamos a querer ir a lugares con mucha gente. Yo tengo 500 metros cuadrados, capaz podemos empezar con menos gente y por supuesto estoy dispuesta a cumplir los protocolos que sean necesarios”, analizó la dueña de Al Ranito.
Así, en la mayoría de los casos, se trata de empresas pequeñas que pagan alquileres costosos y cuyos ingresos no siempre son proporcionales a los gastos. Fabián Manzur es el presidente de la Asociación de propietarios de salones de fiestas de Mendoza que aglutina no sólo a los lugares para realizar eventos si no también a las empresas de catering y a algunos peloteros.
“Creo que lo que le ha sucedido a Mundo Mágico no sólo es la cuarentena si no la gota que llenó el vaso porque tienen ingresos bajos y costos fijos altos, sobre todo en alquileres. Además, hay que sumar los servicios que también son gastos que no se pueden enfrentar sin un trabajo continuo que supere una recaudación determinada”, comenzó analizando Manzur.
En la misma línea, el titular de propietarios de salones de fiestas expresó que lejos de la espalda que pueda tener una multinacional, estas empresas familiares no pueden enfrentar la crisis fácilmente. “En los salones así los empleados también pasan a ser como familiares y no tenés forma de mirarlos a la cara para decirles que no tenés recursos para pagarles”, continuó Manzur.
El rubro salones de eventos, en crisis
Consultado sobre la situación de los salones de eventos en general, el presidente de la mencionada asociación explicó que “lamentablemente hay muchos en el rubro que no van a poder volver a abrir. Además, la ayuda de Nación encima de que era mínima le llegó a muy pocos. No alcanzó”.
Si bien intento trasmitir fuerza al sector para seguir adelante, también reconoció que a estas alturas, luego de casi tres meses sin trabajar, están desesperados. “Necesitamos volver no sólo por una cuestión económica, también de salud mental. Estamos con mucho estrés, nervios y angustia porque venimos acostumbrados a salir a trabajar todos los días, crear fuentes de trabajo y enfrentar los desafíos”, remarcó Manzur.
Solicitud de apertura
Asimismo, el empresario del área eventos contó que le han solicitado a los distintos municipios que conforman el Gran Mendoza poder volver a abrir los salones para trabajar. Por supuesto, con todos los protocolos pertinentes y respetando los cuidados necesarios para evitar cualquier posibilidad de contagio.
“Los únicos que respondieron hasta ahora fueron los del municipio de Las Heras. Allí sí pueden empezar a atender al público de cara al año próximo pero los eventos no sabemos exactamente cuándo van a volver. Estamos especulando con que esto se solucione y con medidas que pueda tomar Provincia y Nación”, cerró Manzur, agregando que Guaymallén también está analizando darles una respuesta favorable.