El sector automotor, que registra buenos resultados, celebra en Ginebra una nueva edición del Salón del Automóvil concentrado en los desafíos del futuro, entre incertidumbre política y una vaticinada baja en el mercado europeo.
La oficializada compra por el francés PSA de Opel/Vauxhall, filial de General Motors, dejará su huella en este salón que comenzó ayer para la prensa y mañana abrirá las puertas al público.
Otros temas agitarán los pasillos de esta 87ª edición del salón, como las consecuencias económicas del voto sobre el “Brexit” y las citas electorales futuras en el Viejo Continente, en particular en Holanda, Francia y Alemania.
“Puede haber importantes sorpresas” luego de la decisión británica de salir de la Unión Europea y de la elección de Donald Trump en Estados Unidos, estimó Flavien Neuvy, director del observatorio Cetelem del automóvil. Estos acontecimientos políticos podrían pesar en el comportamiento de los consumidores pero también en los constructores de automóviles, importantes beneficiarios del libre comercio.
“Nos encontramos frente a numerosos factores de incertidumbre en el mercado europeo, con muchos cambios políticos que llegan: el Brexit, varias elecciones, que van a tener un efecto negativo en el mercado”, estimó Johan van Zyl, presidente de Toyota Europe. Los dirigentes de los grandes grupos “son globalmente optimistas, porque todo se reanudó correctamente” luego de la crisis 2009-2013, observó Remi Cornubert, experto de AT Kearney. El mercado europeo creció 6,8% en 2016 a 14,64 millones de unidades, alcanzando nuevamente su nivel de 2008.
Los constructores europeos aprovecharon esta dinámica, como PSA (Peugeot, Citroën y DS), que registró 2.150 millones de euros de beneficio neto el año pasado, cuando hace tres años estuvo al borde de quebrar.
Volkswagen publicó un beneficio de 5.100 millones en 2016, luego de una pérdida el año anterior por el “dieselgate”. Su principal competidor en término de vehículos matriculados en Europa, el francés Renault, registró beneficios por 3.540 millones de euros. El sector se prepara además para la reducción reglamentaria de emisiones contaminantes, en lo alto de la agenda desde el caso Volkswagen, la caída de las ventas de coches diésel y el desarrollo de los vehículos eléctricos, conectados y autónomos.
Renault va a presentar la versión definitiva de su nueva “berlinette” deportiva Alpine A110. Ferrari, Lamborghini, Pagani, McLaren o Bentley también tienen anuncios debajo de la manga.
El salón presentará además los diferentes modelos de las marcas de sus 4x4 urbanos, cuyas ventas ascienden a 30% del mercado europeo. El lunes, el SUV 3008 de Peugeot fue premiado como coche del año. Unos 180 expositores mostrarán unos 900 coches hasta el 19 de marzo.
Una tendencia clave en el Salón de Ginebra será el cambio de las minivans a las camionetas SUV pequeñas, que combinan características parecidas a un coche -como interiores de lujo y líneas más elegantes- con características para conducción fuera de carretera, como una mayor altura. Se espera que la camioneta concepto Citroën C-Aircross, del Grupo PSA, remplace a la actual C3 Picasso.
Peugeot compró Opel y Vauxhall a la General Motors
General Motors Co. anunció el lunes la venta de su deficitario negocio automotriz en Europa, que incluye la marca alemana Opel y la británica Vauxhall, al grupo francés PSA en una operación que redibujará el sector en la región.
El acuerdo, valorado en 2.200 millones de euros (2.330 millones de dólares) y que fue presentado en París, supone que GM cede su posición en el tercer mercado mundial de autos, donde lleva 18 sin conseguir beneficios a pesar de múltiples esfuerzos.
Con la compra, PSA -responsable de las marcas Peugeot y Citroën y acaba de pasar por una reestructuración de negocio- se convertirá en el segundo mayor grupo automotriz de Europa por detrás de Volkswagen. La nueva firma podría sacar al mercado cinco millones de vehículos anuales.
El acuerdo es un ”punto de inflexión” para PSA, dijo el director general del grupo, Carlos Tavares. Su homóloga en GM, Mary Barra, señaló que es una ”victoria” para las dos partes. PSA se unirá al banco francés BNP Paribas en la operación, que incluye 12 fábricas y una fuerza laboral compuesta por unas 40.000 personas, según un comunicado conjunto de las dos firmas.
Ante la preocupación por una posible pérdida de empleos en varios países, Tavares prometió que se respetarán los compromisos existentes entre GM y sus trabajadores.
General Motors Co. mantendrá su centro de fabricación de Turín, en Italia. Los dos grupos, que ya habían colaborado en el pasado, seguirán haciéndolo en tecnologías para autos eléctricos y mantendrán los acuerdos de suministros vigentes para algunos modelos Buick.
La compra supone un importante cambio para PSA, que hace tres años tuvo que ser rescatada por inversionistas chinos y el gobierno francés. Tavares espera aprovechar su éxito en PSA para lograr ahorros similares en Opel, recortando costos a escala y mejorando el aprovechamiento de las fábricas.
Se espera que el acuerdo, que está sujeto a la aprobación de los reguladores, se apruebe a finales de año. AP