Cuenta su leyenda que lo bajaron de un tractor para llevarlo a una prueba en Lanús. Previamente se formó desde bien abajo, en el León. "Es un luchador permanente", nos contó Alberto Salomón, el DT que lo hizo debutar en Primera División. Algunos conocidos en su barrio de San Martín lo llamaban 'Coco' por un chichón que se le hizo en su cabeza luego de caerse de una cama. Después comenzaron a decirle 'Sabandija'.
Ahora Esteban Andrada se encuentra en Estados Unidos con la Selección argentina, un lugar que se ganó por la solvencia que mostró el arco de Boca, donde es dueño del récord de imbatibilidad, marca que le sacó a un ídolo xeneize como lo es Antonio Roma.
"A Esteban lo tengo siempre presente, lo sigo y me enorgullece su crecimiento. Todo es mérito de él", agregó Salomón, actual ayudante de campo de Marcelo Vázquez en Estudiantes de Río Cuarto. Bajo su dirección el plusmarquista "1" azul y oro empezó a transitar un camino que lo llevó a estar en la consideración de clubes como Barcelona (España) o PSV Eindhoven (Holanda), sin embargo, bien asesorado por Luciano Nicotra (su representante), decidió seguir en nuestro país para terminar su proceso de formación. Llegó a Lanús, donde tuvo su primer contacto con el plantel profesional un 15 de mayo de 2010, cuando fue suplente de Agustín Marchesín en un encuentro del Granate frente a Independiente de Avellaneda. Ramón Cabrero y su grupo de colaboradores en las inferiores de esa institución le aportaron lo suyo, a tal punto que años más tarde, Esteban debutó (Gabriel Schurrer era su DT) con esa casaca en un juego de Copa Argentina frente a Barracas Central.
A esas alturas había pasado por selecciones nacionales, y como en el Grana no tenía lugar, se fue a préstamo a Arsenal de Sarandí, donde jugó 48 partidos y recibió 68 goles. Retornó a Lanús y peleó un lugar con Fernando Monetti, al que relegó -por decisión de Jorge Almirón-, para ser el titular. Tuvo un gran rendimiento y por eso, Guillermo Barros Schelotto, que también lo había dirigido en el Granate, lo pidió para que sea su arquero en Boca. "Me puse muy contento cuando se le dio ese pase. Fue un premio al trabajo que realizó Esteban en su desarrollo como arquero", continuó Salomón.
-¿Qué recuerda del debut de Andrada?
-A esa tarde la tengo presente como si fuera ayer. Resulta que el titular de la Primera de San Martín (Javier Videla) no podía atajar frente a Murialdo por Liga Mendocina, y debí recurrir a Esteban, a quien estábamos siguiendo desde hacía tiempo en sus partidos de Quinta. Yo estaba más nervioso que él. Se puso la camiseta y no le pesó la responsabilidad. Hasta atajó un penal.
-Uno lo ve y piensa que si él está en el arco, Boca difícilmente pierda.
-Puede ser, aunque en el fútbol un error propio te puede costar un resultado. Lo que veo es la seguridad que transmite. Es un arquero con todas las letras y por algo Boca le alargó su contrato (hasta el 2022). Se para con seguridad, corta centros, sale con convicción en los mano a mano y eso te lo da el trabajo y la fortaleza mental. A este chico se le notaba que tenía un talento único.
-¿Son condiciones que se trabajan o que un futbolista las trae desde la cuna?
-De todo un poco, aunque en el caso de Esteban lo suyo es de nacimiento. Nació para ser arquero y ahora está en Boca y en la Selección. Trabajó mucho, pasó por situaciones difíciles y no bajó los brazos. El poco tiempo que lo tuvimos fueron pocas las cosas que le corregimos.
-Los técnicos que lo tuvieron destacan su personalidad ¿cuándo usted lo dirigió era igual?
-Siempre tuvo mucha personalidad, cuando hablé con él y le dije que iba a jugar en Primera, noté que su madurez no era propia de un chico de su edad. Ese partido con Murialdo fue duro. Había un plantel importante en San Martín (se preparaba para el Argentino A de ese entonces), y esa tarde Esteban estuvo sólido y atajó un penal.
-Lo disfrutaron poco
-Sí, después de ese debut, al tiempo me llama Luciano Nicotra que acercaba jugadores a Lanús y nos pidió referencias, y no dudó en llevárselo. Estuvo un tiempo parado en Buenos Aires por un inconveniente con su pase, y no bajó los brazos. Trabajó y ahora es lo que todos ven. En San Martín aprendió mucho de Alberto (Garro) y José Luis Sallei, que lo tuvieron también en el plantel profesional.
-¿No tiene techo?
-No, porque nunca deja de incorporarle cosas a su desarrollo futbolístico. Sus condiciones lo pusieron donde está. Es puro talento. Estoy feliz por su realidad y por su familia. Técnicamente es extraordinario. Es atrevido abajo de los tres palos. Se cuida y entrena como pocos. Es muy profesional, y no se le conoce nada extrafutbolístico, como lo puede ser alguna de las tentaciones que tiene este ambiente.
-¿Qué le produce verlo en la Selección?
-Lo sintetizo en una palabra: alegría.
-En la Selección pelea el puesto con Armani ¿cuál de los dos es mejor y por qué?
-Sin lugar a dudas que Andrada es más que Armani. Es más completo. Por más afecto que tenga por uno de ellos, considero que Esteban tiene muchas más condiciones y es más técnico. Lo de Franco (arquero de River) es un buen momento que se prolongó. Andrada es diferente y más regular. Siempre sabés que va a atajar de la misma manera, es más regular en su trabajo.