Encuentro tenso por dónde se lo mire. Un contexto más cómodo para los de Óscar Guerrero que venían de ganar la ida por 2 a 0 y definían de local.
No obstante, el partido fue demorado por unas baldosas que habían arreglado en el transcurso de la tarde y todavía el cemento estaba fresco. Los Carceleros actuaron con mucha velocidad y arreglaron el problema para que todo volviera a la normalidad.
El comienzo del primer tiempo fue intenso. Ambos equipos saben a qué juegan y por lo que peleaban. Esto ayudó a ver un gran espectáculo. Por un lado, San José, en la mayoría de sus ataques, aprovechó el pie de Juan Cruz Corral para pegarle al arco o, en otras ocasiones, distribuir la pelota. En cambio, los universitarios trabajaban la salida desde el fondo con desmarque y buen juego colectivo.
Los goles parecían no llegar. Esto se debía a que ambos arqueros estaban muy acertados. Olivárez sacaba todos los remates de media distancia y siempre estaba bien parado. Algo parecido realizó Corral, que también impidió un gol casi hecho a Nicolás Sosa.
El primer tanto llegó para la visita en los pies de Darío Gavazza. El experimentado jugador entró faltando cinco minutos y la primera pelota que tocó, tiró una paralela al fondo y fue a recibir a toda velocidad para poner la ventaja momentánea arrastrando hasta el arco en su definición.
Tres minutos le duró la alegría, ya que Chappel tomó un rebote en el medio del área y la acomodó por debajo de las piernas del arquero de UNCuyo poniendo las cosas iguales antes del descanso.
El complemento fue no apto para cardíacos y la posta la tomó rápidamente el local. Scaravilli agarró una volea cerca de la mitad de cancha y rompió el arco del Mono Olivárez con un zurdazo al ángulo. El 9 levantó los brazos como diciendo “¡Qué golazo hice!”. Y sí, fue un golazo. Cantalo Fede. Poco después, el Carcelero estiró la ventaja con un remate de Chappel donde el arquero dio rebote y Juan Aldao la mandó adentro de cabeza. A partir de esto, Corvalán metió a Roberto Nobillo de arquero-jugador para aprovechar el remate lejano.
Gracias a esta nueva estrategia del técnico de la selección mendocina y de la UNC, los visitantes descontaron con un gol en contra de Chappel, quien no pudo hacer nada para evitar que el fuerte pase atrás impacte en su pecho y entre.
Ya faltando 6 minutos la historia se fue apagando para los militantes de la segunda categoría del futsal y Facundo Mestre, con dos goles, sentenció el encuentro y mantuvo a su equipo en la máxima categoría. En el club Independencia se escuchó el famoso cantito “La promoción, la promoción se va a la p...que lo parió”. Gran victoria de los del Negro Guerrero que cumplieron la condena de jugar la promoción, pero que hoy salen en libertad.