Si uno tuviese que buscar un ejemplo en la naturaleza, la comuna de Santa Rosa parecía ayer un hormiguero cascoteado, donde se pierde el orden y reina el desconcierto: hay un intendente, Sergio Salgado, que no gobierna, que está buscado por la Justicia y que se defiende a través de Facebook; también un paro de municipales que reclaman deudas y media docena de policías que vigila el lugar todo el tiempo.
Hay vecinos que van por algún trámite pero a los que nadie atiende porque todos hablan de “Salgado prófugo” y de nuevas elecciones departamentales; hay además, un secretario de Gobierno, Alberto Roza, a cargo de la comuna y que no sabe dónde está el intendente. También hay un Concejo Deliberante que fue a asesorarse con el fiscal de Delitos Complejos, Santiago Garay, el mismo que tiene a Salgado contra las cuerdas, acusado de administración fraudulenta, asociación ilícita y la emisión de cheques sin fondo.
Sin Salgado en la comuna y con pedido de captura, el secretario de Gobierno estará al frente del municipio hasta mañana y después se hará cargo el presidente del Concejo, eso es lo que dice la ley: “La comuna no está acéfala. El intendente puede ausentarse tres días y yo quedo a cargo”. dijo Roza.
-¿Y después?
-Espero que Salgado haya vuelto, que es lo que corresponde. Creo que hay un ensañamiento del fiscal con Salgado, que ha colaborado en todo lo que se le ha pedido y que nunca fue citado a declarar. Si nunca entorpeció la investigación no hay motivo para meterlo preso. Hay presión política para tener la foto de Salgado esposado.
-¿De quién es esa presión?
-Del gobernador (Alfredo) Cornejo, que quiere elecciones.
Afuera, en la calle, un grupo de municipales se manifiesta porque les deben el sueldo de noviembre; con los concejales y funcionarios la deuda es más grave y hay atrasos de tres y cuatro meses.
“La comuna está pagando sueldos y hay que arreglar las deudas; habíamos propuesto pagar noviembre en dos veces pero el gremio no aceptó”, explicó Ariel Poves, secretario de Hacienda.
“La Provincia prometió ayuda pero a cambio de echar a 500 empleados, algo que Salgado eligió no hacer y por eso no hay diálogo con el Gobierno. Hemos reducido gastos y en sueldos se van $ 7,5 millones de los 9 que llegan por coparticipación; más no podemos achicar porque en Santa Rosa no hay trabajo, hay pocos comercios, es el Estado o la viña, y este año la cosecha se perdió”, argumentó Poves.
Tanto Roza como Poves sostienen que Salgado no cometió delito y aunque suene extraño, prefieren hablar de “mala administración” y de una comuna que “se quedó sin plata”. La salida para ellos es un endeudamiento de $ 30 millones que deberían autorizar los ediles.
A media cuadra, el Concejo en pleno decidió viajar y entrevistarse con el fiscal Garay para conocer la situación de Salgado. Norma Trigo (UCR) es presidente del cuerpo y todo indica que el viernes se hará cargo de la comuna, aunque el tema es aún motivo de debate, ya que algunos piden que renuncie a la presidencia para que un justicialista asuma y así siga en manos del FpV.
“Si tengo que asumir lo haré, pero no está decidido. Lo que vamos a buscar entre todos es lo mejor para Santa Rosa”, dijo Trigo. En este escenario y con Salgado complicado en la Justicia, el departamento parece encaminarse hacia un nuevo proceso de elecciones, al que debería llamar el intendente interino.
“Salgado no puede seguir gobernando y lo lógico es un llamado a elecciones; si no queda detenido y pretende volver, vamos a utilizar el dictamen que tiene la comisión investigadora para suspenderlo, porque hay pruebas suficientes en su contra y creemos contar con los votos”, dijo Débora Quiroga (UCR). Para suspender a Salgado hacen falta siete de los diez votos del Concejo.