La iniciativa del gobernador Alfredo Cornejo de circunscribir las paritarias al ámbito provincial -a instancias del propio mandatario- ya llegó a manos del ministro de Trabajo de la Nación, Jorge Triacca, para que como proyecto de ley esté en la reforma laboral a tratar en el Congreso. Mientras, la CGT Regional Mendoza pidió convocar a un Consejo Económico Social para tratar ése y otros temas considerados prioritarios.
Cabe recordar que la semana pasada y en un foro empresario, Cornejo expuso la necesidad de modificar el marco legal para que las paritarias dejen de negociarse a nivel nacional por rama de la actividad y se hagan en forma regional, y adelantó que haría una propuesta formal en tal sentido.
Al estilo Cornejo, la idea ya tomó forma de proyecto y está en manos de la senadora nacional Pamela Verasay con la misión de incluirlo en la Reforma Laboral que debe tratar el Congreso en junio: el propio Cornejo le pidió al ministro de Trabajo de la Nación tenerlo en cuenta.
Pero a través de un comunicado, la CGT local no ahorró críticas a la idea: "La finalidad no es otra que fragmentar la discusión paritaria por empresa.
Lo que parece desconocer el Gobernador es que en la nacional se tienen en cuenta realidades regionales y provinciales, estableciendo un mínimo salarial”.
Desde la entidad gremial quieren poner en contexto la discusión e insisten en una agenda común “laboral, productiva y social”: conformar un Consejo Económico y Social “como ámbito de discusión y consenso”, porque “junto a las empresas, comerciantes y productores tenemos mucho que aportar”.
Para Alberto Rodríguez, vocero de la CGT Mendoza, "se pueden charlar todos los temas que al Gobierno le interese, y muchos para distintos sectores".
Casos testigo
"Sería ridículo aplicar paritarias por empresa, porque en una provincia con un 90% de pymes implicaría una atomización tal que puede generar un desgaste administrativo innecesario", retrucó el subsecretario de Trabajo provincial, Alejandro Jofré.
Como partícipe del diseño del proyecto, el funcionario aclaró que “la idea es traer la discusión de todos los sectores para federalizar un poco más la discusión. Salvo aquellas industrias o servicios con influencia en más de una provincia”.
Como para darle plafón, el Gobierno toma casos testigo como el aceite de oliva, que viene de afrontar un bono de fin de año de $ 43 mil por la paritaria 2017 comandada por el sector de las oleaginosas. "La de la Pampa Húmeda es otra realidad, con otra influencia económica. La situación es dispar y no representa lo que ocurre en la provincia", ejemplificó Jofré.
Además de la metalmecánica, citada por Cornejo, se suman la gastronomía y también la Uocra (construcción). Más allá de un presente auspicioso por la obra pública, “lo importante es que tengan control de lo que firman. A algunas compañías les dará igual, pero no es lo mismo para los polos urbanos grandes que para zonas alejadas”.
Entre los sectores más “nuevos” está el TIC, con su nuevo Parque en Godoy Cruz, y un déficit que sirve para sostener la apuesta del Gobierno mendocino: requerirá 5 mil programadores en los próximos 5 años y solo se gradúan 100 al año.
Para algunos sectores, a pesar de seguir una negociación de alcance nacional, lo que se resuelve en Mendoza es determinante. Y como Soeva (vitivinícolas), cuya pauta se define en Mendoza pero tiene alcance nacional, toman con pinzas el plan.
Según Luis Pedernera, secretario gremial, "lo estuvimos analizando pero terminaríamos prácticamente haciendo paritarias por empresa: en Mendoza tenemos algunas a las que les va muy bien, como los grandes grupos que tienen inversiones en todo el país, a otras medianamente y a otras mal, por eso consideramos que va a perjudicar al resto".