Paula Pia Ariet, directora de Gestión Consultores, planteó que en 2019 los salarios de los trabajadores privados de Mendoza se ajustarán en promedio un 44%, mientras la inflación rondará el 55%. Esto implica una pérdida del poder adquisitivo de 11 puntos. En consecuencia, algunas empresas han reforzado sus programas de beneficios a los empleados con el objetivo de moderar el impacto de la suba de precios en la economía familiar.
La depreciación de los sueldos le daría continuidad a un problema que ya se manifestó con dureza el año pasado. Según estadísticas publicadas por el Ministerio de Trabajo de la Nación, en 2018 los salarios privados registrados de Mendoza tuvieron un ajuste del 33%, mientras que la inflación local fue del 53,7%, lo que significa que en ese período se perdieron 20,7 puntos de poder adquisitivo. Parte de esa diferencia se corrigió con las paritarias de febrero y marzo, que tomaron en consideración el desfasaje entre los sueldos y el aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC), pero el escenario sigue siendo desfavorable para los trabajadores.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC), que calcula la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE), acumula una variación de 29,8% desde enero hasta agosto de este año. Sin embargo, se debe considerar que si bien la inflación había empezado a desacelerarse, el mes pasado, producto de la devaluación post PASO, trepó a 4,2% luego del 2,3% de julio; efecto que probablemente se extienda a setiembre.
Más allá de los números, es un hecho que los salarios van perdiendo la carrera contra la inflación. De hecho, "alimentos y bebidas" fue uno de los rubros que más contribuyó a la suba del IPC en los últimos meses. Por eso, desde Nación han propuesto que los trabajadores privados reciban en octubre un bono de 5 mil pesos, para compensar la pérdida del poder adquisitivo que se produjo desde que el dólar aumentó cerca de 30%. También la eliminación del IVA en 14 categorías de productos apunta al mismo objetivo.
Escenario adverso
La consultora Ecolatina ha estimado que el salario de los trabajadores caerá alrededor de 7% este año (a nivel nacional) y recordaron que este porcentaje se suma a la caída de 12% en promedio que se produjo en 2018.
Por su parte, Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de la provincia, manifestó que es difícil calcular cuál puede llegar a ser la pérdida de poder adquisitivo en 2019, ya que se debe considerar por un lado la inflación estimada hasta diciembre y, por el otro, las paritarias que puedan reabrirse o cláusulas de revisión que puedan activarse.
Daniel Garro, economista y director de Value International Group, sí coincidió con la estimación de Gestión Consultores y analizó por qué los sueldos están quedando tan retrasados. "Es normal que en un escenario recesivo los salarios no puedan seguir el ritmo del IPC. Llevamos mucho tiempo de estanflación y eso profundiza la pérdida de poder adquisitivo", comentó.
"Además, los despidos le restan poder de negociación a los gremios, que terminan cediendo en las negociaciones paritarias", agregó.
Crecen compensaciones
Paula Pia Ariet, de Gestión Consultores, explicó que ante la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, muchas empresas mendocinas de diversos rubros han fortalecido sus programas de compensaciones. Así, aparecen beneficios como el pago de combustible para ir al lugar de trabajo y el almuerzo, hasta la reducción de la jornada laboral.
Estos beneficios pueden ser: vacaciones adicionales, horario flexible y disminución de las horas de trabajo (sin afectar el salario); pago del comedor, viáticos para el auto, una mejor prepaga; actividades que apuntan al bienestar de los empleados como la celebración de cumpleaños, de fechas como el día del amigo o de la primavera, u organizar un desayuno los viernes para terminar la semana de modo distinto.
Ariet indicó que el año pasado el 42% de las empresas relevadas utilizaba flexibilidad horaria, pero este año ese valor subió a 66%. Como contraparte, han observado que en 2019 algunas compañías optaron por una cobertura de medicina prepaga de menor costo para poder alcanzar a más personas con una inversión inferior.
"Sabemos que cuando las personas está angustiadas hay pérdida de productividad, porque es más difícil que se concentren y pongan toda su energía en el trabajo. Las empresas buscan opciones para generar motivación y que la gente esté lo más conforme posible dentro de las posibilidades, porque la caída de la actividad también es enorme", planteó la directora de Gestión Consultores.
También compartió su Gustavo Kretschmar, presidente de la Asociación de Ejecutivos de Mendoza (AEM), quien advirtió que las empresas están haciendo todo lo posible para intentando sostener el nivel de actividad y mantener el recurso humano, "porque cuesta mucho formarlo". En busca de estos objetivos, apelan a la creatividad dentro de las posibilidades.
"Hay compañías que cuentan con un comedor, brindan préstamos a sus empleados e incluso, en situaciones puntuales, pueden ayudar con el pago del alquiler", agregó.
Kretschmar indicó que cuando la relación empleador-trabajador se basa en el respeto, se suele llegar a un acuerdo, porque todos son conscientes de la situación económica actual.
Por otro lado, advirtió que "hay empresas que se están endeudando para pagar salarios, no para invertir". Esto se ve con claridad en el sector de la metalmecánica. De acuerdo al informe del Monitoreo Continuo de Variables del Sector Metalmecánico, elaborado por la UNCuyo y Asinmet (Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza), la mitad de los préstamos solicitados por es sector se utilizan para pagar salarios o impuestos.
Las compañías están haciendo todo lo posible para sostener el nivel de actividad y mantener su planta".
