Mohamed Salah está en plena carrera para llegar en forma al primer partido de Egipto en el Mundial, mañana frente a Uruguay, e incluso sus rivales desean que el astro del Liverpool pueda interpretar algún rol en Rusia-2018.
El concurso del estelar delantero egipcio, que se está recuperando de una lesión en el hombro, se antoja crucial de cara a las esperanzas del combinado norteafricano en un Grupo A aparentemente débil, integrado también por los anfitriones y Arabia Saudita.
Egipto juega contra Uruguay, el “tapado” de algunos, en Ekaterimburgo en el segundo día del torneo, después de que Rusia enfrente hoy a Arabia Saudita en el cruce inaugural.
Salah, que cumplirá 26 años el día del partido, dio una alegría enorme a 100 millones de fervorosos egipcios, cuando se unió a una sesión de entrenamiento en la base de Grozni.
Había estado marginado desde el 26 de mayo, cuando sufrió una lesión en la final de la Liga de Campeones con el Liverpool ante el Real Madrid, lo que generó serias dudas sobre su participación en el Mundial.
Salah. ayer realizó una serie de ejercicios de calentamiento con sus compañeros, pero los oficiales del equipo egipcio apenas despejaron dudas.
“Hay un buen nivel de progreso, pero no hay una decisión definitiva sobre si participará, ya que estamos siguiendo su caso día a día”, dijo el director del equipo, Ihab Lahita.
El entrenador de Egipto, el argentino de 62 años Héctor Cúper, ofrecera hoy, una conferencia de prensa previa al partido, pero parece que quiere ver a Salah nuevamente antes de tomar una decisión sobre si el jugador está preparado para enfrentar a Uruguay, quienes presentan una la doble amenaza en el debut, la de Luis Suárez y Edinson Cavani en ataque.