La dirigente social Milagro Sala negó en el primer juicio oral en su contra haber organizado el escrache contra Gerardo Morales en 2009 y dijo que es “perseguida” por el mandatario jujeño por ser “negra y coya”, “peronista” y haber organizado a sectores populares.
La jefa de la Tupac Amaru, detenida desde enero y cuya liberación reclaman organizaciones internacionales que la consideran una “presa política”, declaró ante el Tribunal Oral Federal de Jujuy en la causa por “amenazas coactivas y daño agravado”, en la que también están imputados Graciela López y Roberto Salvatierra.
“No organicé la protesta contra Morales”, sostuvo Sala ante el tribunal, y dijo que “desde hace ocho años” sufre una “persecución” por parte del ex senador y actual gobernador “por ser negra y coya”.
“Morales está indignado porque soy peronista y porque empecé a militar junto con Néstor y Cristina (Kirchner)”, manifestó la dirigente en su extensa declaración.
“Siento que lo de Gerardo Morales es una persecución de ocho años que vengo sufriendo, donde la molestia es que los negros nos podemos organizar, decidimos organizarnos y les inculcamos que no teníamos que bajar la cabeza por nada del mundo”, aseveró.
Sala fue trasladada del penal de mujeres de Alto Comedero, en la capital jujeña, donde está encarcelada, y durante su declaración ante el tribunal aceptó responder las preguntas de su abogada Elizabeth Gómez.
La jefa de la Tupac dijo que, desde que Morales asumió en diciembre de 2015 “no se dedicó a gobernar” sino a “llenarme de causas”.
Asimismo, acusó a Morales de estar “involucrado con genocidas”, al afirmar que es “amigo de (Carlos) Blaquier”, dueño del ingenio Ledesma, acusado en causas de lesa humanidad.
Sala manifestó que lo que “la gente dice” es que Morales tiene un salario de “240 mil pesos y a los estatales les da 150 pesos” de aumento, “tiene muchísimos ñoquis”, “ha reprimido a vendedores ambulante” y al parecer paga “300 mil pesos” a punteros políticos para que la denuncien.
La dirigente social opinó que Morales no la quiere dejar en libertad porque “sabe que la gente va” a acercarse a ella a contarle sus necesidades.
“No me pueden haber involucrado en algo que no hice y, si lo hubiese hecho, si hubiese estado al frente de la organización, no estoy acostumbrada a mandar a los compañeros a perder”, dijo al reiterar su inocencia en la causa por el escrache.
Sala cerró su declaración pidiendo a los tres jueces del tribunal que “sean una justicia independiente” y “no se dejen presionar”.
Previamente declaró López, perteneciente a la Red de Organizaciones Sociales, quien también negó haber agredido a personas y haber tirado huevos durante la protesta de 2009 en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Jujuy.
La próxima audiencia por este juicio contra Sala está prevista para el lunes, mientras que se espera que el miércoles se escuche la sentencia.
Mientras eso ocurría en Jujuy, en la ciudad de Buenos Aires la comisión de Seguridad Interior de la Cámara de Diputados escucharon los testimonios contra Sala y activistas de la Tupac Amaru de cuatro ciudadanos jujeños, que la acusaron de haber privado de la libertad a un sindicalista, de descuartizar perros y de golpear y maltratar a cooperativistas que se resistían a participar de las marchas de la organización.
El bloque de diputados del Frente para la Victoria insistió con su pedido para la intervención federal de los tres poderes de Jujuy, mientras la diputada radical Carla Carrizo reclamó, tras conocer los testimonios, “la creación de una comisión especial", ya que "no se trata de un tema sólo de Jujuy, se trata de un tema nacional”.
Pérez Esquivel pidió a Macri por la liberación
El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel envió una carta al presidente Mauricio Macri en la cual advirtió que es necesario cumplir con los pactos internacionales y dijo que si no es liberada Milagro Sala, a quien consideró “una presa política”, el país incurrirá en una violación a los derechos humanos.
“Diversas organizaciones a nivel nacional e internacional, como la ONU y la OEA, reclaman la liberación de Milagro Sala, y el gobierno tiene la responsabilidad internacional de hacerlo, caso contrario está violando los derechos humanos”, sostuvo en la misiva.
Pérez Esquivel manifestó que “el Gobierno nacional debe cumplir con los pactos y protocolos internacionales y leyes nacionales, lamentablemente vulnerados por el gobierno provincial de Jujuy, con la detención arbitraria de Milagro Sala, dirigente social, presa política, condenada antes de ser juzgada".
“La defensa de los derechos humanos debe ser integral porque son valores indivisibles de la construcción democrática. No evadas tus responsabilidades”, pidió al jefe de Estado.
Reconocen impacto internacional
La canciller Susana Malcorra admitió que la polémica derivada de la detención de la dirigente piquetera Milagro Sala “tiene impacto internacional” en la imagen de la Argentina y consideró que “debe resolverse cuanto antes, porque justicia retrasada no es justicia”.
En diálogo con los medios, la ministra dijo que el proceso judicial que involucra a la jefa de la agrupación Tupac Amaru “es de una enorme complejidad” y consideró que el Gobierno todavía no logró “hacer entender lo suficiente el hecho de que la Argentina es un país federal”, en alusión a las limitaciones que tiene el poder central para influir en las decisiones provinciales.
“La detención preventiva en el mundo está vista como una situación que debe ser tomada con muchísimo cuidado. Hay una cuestión de razonabilidad o no de una detención preventiva de estas características”, sostuvo.
El dato
El mismo día que comenzó el juicio contra Milagro Sala por una denuncia suya, el gobernador Gerardo Morales entregó escrituras en los barrios construidos por la organización Tupac Amaru y la Organización de Desocupados Independientes de Jujuy (Odij) en la capital jujeña.
El acto fue anoche y el mandatario negó allí las acusaciones de la piquetera: “No pienso nada de eso” sobre ella, respondió.