Este hábito altamente nocivo, con das vez mas implicancias en la aparición de diversas patologías mortales, crece acá vez mas entre la población mundial a pesar del gran esfuerzo de organizaciones y gobiernos para detenerlo. Cerca de mil millones de hombres y 250 millones de mujeres comparten esta dañina costumbre.
Día a día, los niños con padres fumador o expuestos constantemente a ambientes con humo de cigarrillo corren el riesgo de desarrollar asma, rinitis, sinusitis, tos, goteo nasal y en niños menores de dos años hasta neumonía y/o bronquitis. Por otra parte diversas instituciones médicas y científicas afirman que los hijos de padres fumadores poseen altas posibilidades de desarrollar enfermedades respiratorias crónicas. Informes norteamericanos han dado a conocer que este nocivo producto de consumo masivo deteriora el desarrollo y rendimiento cognitiva e intelectual de los niños así como también produce mayores índices de hiperactividad.
Cuando hay niños cerca es importante no fumar, y en caso de que se conviva con niños en el hogar dejar completamente el hábito del cigarrillo. Esta es una decisión que ellos no toman pero que se encuentran mucho más expuestos a sufrir.