Safaris la forma de conocer África

Las especies en su hábitat, la magnífica geografía en estado puro y todos los secretos del continente en seis itinerarios para fanáticos de la naturaleza.

Safaris la forma de conocer África

El continente africano con toda su espectacularidad visto a través de sus parques nacionales y reservas que abren al viajero su descomunal naturaleza. A continuación, seis de los mejores safaris para vivenciar espectáculos que no tienen parangón en el orbe. Para agendar y armar valijas.

Serengeti, Tanzania

La "Gran Migración" del Serengeti es uno de los invaluables shows naturales a los que invita África. Con la llegada de la estación seca, en mayo, más de dos millones de herbívoros inician un gran viaje en búsqueda de pastos a través del Parque Nacional Serengeti. Esta fantástica migración es la que coloca a el parque de Tanzania en el primer lugar en el ranking de la aventura de conocer a los animales en su estado natural. El más antiguo parque nacional del país -declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981- es también su principal atracción turística, y actualmente parte del circuito llamado “Northern Safari”, que incluye el lago Manyara, la vecina zona de conservación de Ngorongoro y los parques nacionales de Tarangire y Arusha.

El Parque Nacional Serengeti en sus 13.000 km² asila a más de 1,5 millón de ñus, un millón de gacelas, 200.000 cebras, 9.000 jirafas, 5.000 elefantes, 3.000 leones y 500 guepardos, entre muchos otros miles de animales.

La puerta de entrada al reservorio es la ciudad de Arusha, 625 km al noroeste de la capital tanzana, Dar es Salaam. Hay vuelos (1h 25') desde US$ 173 por persona, ida y vuelta. Desde Arusha son 350 km; se pueden hacer en avión (Air Excel), por unos US$ 150 cada tramo. Ir por tierra permite visitar los principales parques del norte de Tanzania, como Ngorongoro y Lago Manyara.

Más información: www.serengeti.org / www.tanzaniaparks.com/serengeti.html

Maasai Mara, Kenia

Es una continuación del Serengeti, pero en el sur de Kenia, y su nombre se debe a la tribu masái, que habita la zona, y al río Mara, que la cruza. Aunque mucho más chico que su vecino tanzano, el Mara es el mayor parque de Kenia, y regala las clásicas imágenes africanas de sabanas repletas de animales.

Con más de 1.500 km2, Maasai Mara es famoso por su población de leones y porque aquí se pueden ver los “cinco grandes” de África: león, leopardo, elefante, búfalo y rinoceronte. La población de rinocerontes negros cayó bruscamente en los 70 y comienzos de los 80 por la caza furtiva, aunque luego comenzó a recuperarse levemente, pero se estima que no hay más de 30 ejemplares. Muchos combinan una visita al parque con el vecino Serengeti, o con el ascenso o trekking por el monte Kilimanjaro, la cima de África, en Tanzania. Son habituales los sobrevuelos en globo.

Cómo llegar: el parque está a unos 260 km de Nairobi, capital de Kenia (unas 6 horas por tierra). Los buses llegan hasta la población de Narok, a 110 km de la reserva. Por ello, muchos llegan por aire: Air Kenya y SafariLink cubren diversas pistas dentro o en las cercanías de Maasai Mara. La entrada cuesta U$S 70 al día para no residentes alojados dentro del parque, y U$S 80 si se pernocta en un sitio comunitario o reserva privada adyacente.

Más información: www.maasaimara.com

Delta del Okavango, Botswana

Cuando el río Okavango, que viene serpenteando desde Angola, se topa con las arenas del desierto del Kalahari, se abre como una gran mano de canales, islas y lagunas y da lugar a una de las mejores zonas del mundo para observar fauna salvaje en un ambiente muy especial, por lo cual la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 2014. Es una de las mayores reservas -15.000 km2 que llegan a 22.000 durante las crecidas del río-, y la presencia de mucha agua hace aque haya algunas especies, principalmente aves, que sólo se pueden ver aquí.

En el delta -hogar para 164 especies de mamíferos, 400 de aves y 84 de peces, además de 157 tipos diferentes de de reptiles- interactúan distintos ecosistemas muy cercanos: bañados, ríos y arroyos con otros sectores mucho más secos, como Savute, y el árido desierto del Kalahari, lo que brinda una gran diversidad en un espacio relativamente pequeño.

Un gran atractivo del delta es que cuenta con la única población de leones nadadores de que se tenga registro: debido a que durante las crecidas el agua llega a cubrir gran parte del territorio, los leones muchas veces se ven forzados a nadar para alcanzar a sus presas.

Air Botswana y South African Airways vuelan de Johannesburgo a Maun, puerta de entrada al delta, desde U$S 200 ida y vuelta. En Maun hay lodges desde U$S 60 la noche para dos personas; dentro del delta hay lodges focalizados en zonas acuáticas y otros en zonas terrestres, todos de muy buen nivel pero nada económicos: desde aproximadamente U$S 300 por persona por noche, incluyendo todas las comidas y safaris.

Más informaciónwww.botswanatourism.co.bw / www.botswana-travel.org

Etosha, Namibia

Con 22.270 km2 y una longitud de 350 km de este a oeste, el Parque Nacional Etosha es uno de los más grandes del mundo. Su nombre se traduce como “el gran lugar blanco”, por el color que adquiere esta enorme depresión salina que ofrece pequeñas charcas con el tesoro más preciado de África: agua. Por eso decenas de especies llegan aquí para saciar su sed, lo que brinda una inmejorable oportunidad para verlos sin necesidad de moverse mucho.

Con 130 km de largo y hasta 50 km de ancho, es la salina más grande de África -visible incluso desde el espacio-, y el sello distintivo del parque. El animal más abundante es la gacela saltarina -el famoso springbok, que da nombre a la selección de rugby de Sudáfrica-, con más de 20.000 ejemplares. Pero en todo Etosha se contabilizaron 114 especies de animales, 340 de pájaros, 110 de reptiles, 16 de anfibios y una de pez. Entre ellos, al menos 6.000 cebras, 2.500 jirafas, 2.000 elefantes, 300 rinocerontes y 250 leones.

Etosha tiene seis campamentos en su interior, una red de caminos que permite recorrer sus dos ecosistemas principales -el bosque bajo con matorral y la sabana; y las depresiones o lagunas saladas secas- y cuatro puertas de acceso; la más cercana, a 415 km de la capital, Whindoek.

La mejor forma de llegar es en vehículo propio (en Whindoek los alquileres son económicos), alojándose en los campamentos dentro del parque, que no son costosos: una noche en camping, desde U$S 15 por parcela; habitaciones, desde U$S 45 por persona por noche. Safaris guiados, desde U$S 34. El ingreso cuesta U$S 5 por día para adultos más U$S 0,4 por día por auto.

Más información: www.etoshanationalpark.org

South Luangwa, Zambia

South Luangwa National Park, en el este de Zambia, es uno de los mayores santuarios de vida silvestre del mundo, debido sobre todo a la alta concentración de animales a lo largo del río Luangwa y sus lagunas de meandro. South Luangwa es considerado el mejor lugar para hacer safaris a pie.

El más meridional de los tres parques nacionales del valle del río Luangwa se destaca por su gran población de jirafas thornicroft y variedades casi endémicas del valle, como el ñu cookson y la cebra crawshay, así como manadas de elefantes y búfalos, en tanto en el río Luangwa se encuentran muchos cocodrilos e hipopótamos. Inicialmente fue una reserva de caza, pero en 1972 se convirtió en parque nacional y, con 9.050 km2, es uno de los favoritos de toda África para hacer safaris a pie: el que no haya caminos para automóviles es excelente para la conservación. Hay numerosos campamentos dentro del parque, de campings a lodges de lujo, muchos de ellos a orillas del río Luangwa, lo que permite ver muchos animales -incluidos hipopótamos o cocodrilos- sin tener que desplazarse mucho, y a tarifas económicas: desde U$S 14 por persona por noche.

El parque está a unos 700 km por ruta de Lusaka, la capital de Zambia. Proflight Zambia vuela desde Lusaka hasta Mfuwe, justo fuera del parque (1h 10'), por U$S 315 ida y vuelta. También conecta Lusaka con varias ciudades sudafricanas, como Durban, Porth Elizabeth o Cape Town.

Más información:  www.zambiatourism.com/destinations/national-parks/south-luangwa-national-park

Kruger, Sudáfrica

Imposible obviarlo. Algo así como “el gran clásico” para los que buscan ver animales en África y especialmente a los “5 grandes”. El Parque Nacional Kruger es uno de los destinos preferidos para los turistas que visitan Sudáfrica.  Casi dos millones de hectáreas que refugian la vida salvaje, con infinidad de campamentos, lodges y hoteles. De hecho es uno de los parques más famosos del mundo, y por eso, no es el más adecuado para quien busca soledad y tranquilidad. Eso sí, asegura el avistaje de gran cantidad de especies, y es especialmente valioso por ser uno de los últimos refugios de poblaciones importantes de rinocerontes blancos y negros, que se encuentran al borde de la extinción. Se estima que cuenta con 5.000 rinocerontes blancos, 350 rinocerontes negros, 25.000 búfalos, 2.000 leones, 9.000 jirafas, 3.000 hipopótamos, 1.000 leopardos, unos 12.000 elefantes, 17.000 ñus y 170.000 impalas, entre muchas otras especies.

En los límites del parque hay reservas naturales privadas, de miles de hectáreas, que cuentan con excelente infraestructura. Muchas están conectadas directamente con el parque, por lo que los animales pueden circular libremente; otras poseen cercos perimetrales que impiden que los animales salgan o ingresen, para evitar que contraigan enfermedades.

Kruger está en el noreste de Sudáfrica, a menos de 400 km de Johannesburgo, en los límites con Mozambique y Zimbabue y muy cerca de Zwazilandia. El acceso cuesta   U$S 20 por persona y U$S 7 por vehículo. Una noche para dos personas en un lodge dentro del parque, desde U$S 300 hasta más de U$S 1.200 en los de lujo. A las puertas del parque hay numerosos lodges de muy buen nivel que cuestan menos de la mitad. Muchos incluyen safaris en su tarifa.

Más información: www.krugerpark.co.za

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA