En 2016, para darse el gusto de tomar las imágenes que él quería, el fotógrafo Martín Orozco decidió crear un Proyecto 365 y compartir por las redes una foto diaria, aunque, por ser un año bisiesto, fueron 366. Como se divirtió mucho con la actividad, la retomó en 2017 y está por llegar a la meta dentro de 7 días. Incluso está pensando en continuar en 2018 y completar una trilogía. Así creó una especie de diario personal, que combina fotografías con breves historias, para presentar una mirada positiva de la provincia.
La leyenda de cada foto compartida en Instagram, Facebook y Twitter comienza con "Proyecto 365" y la cuenta del día. Luego, indica a quién pertenece el retrato o, cuando es otro tipo de imagen, el título que le ha dado. Y expresa en pocas y cálidas palabras los motivos por los que eligió esa persona, momento o paisaje.
“Empezó como una válvula de escape, un proyecto personal que es una forma de generar un pequeño tributo a gente que en mi opinión hace de Mendoza un lugar mejor”, detalla. Puede tratarse de un artista, un amigo que se recibió de ingeniero con dos trabajos y ayudando a sus padres, una mujer que brinda empleo a otros o un hombre que limpia la calle.
Pero sigue ciertas reglas: tiene que ser sí o sí una foto del día (no puede sacar cinco en una misma jornada e irlas subiendo después); tener una producción detrás de la toma de la imagen; y contar una historia sobre el por qué la eligió. En general, se toma el tiempo para buscar la pose, sacar la mejor foto y tomarse un café para descubrir cómo es esa persona como ser humano. A veces el escenario es su estudio, pero muchas la calle.
Martín explica que si bien el Proyecto 365 es bastante conocido en el ambiente amateur, encontró que no lo había realizado un fotógrafo profesional. Y como si en 2016 le faltaran actividades -había nacido su segundo hijo y estaba entrenando para correr una maratón-, decidió empezar a sacar una foto diaria sobre personas que le provocaran admiración o le resultaran interesantes.
En 2017 repitió la experiencia. “Es un ejercicio de constancia y perseverancia”, sostiene. Si bien aún no se ha decidido a completar la trilogía con 2018, reconoce que lo alienta a seguir el hecho de haber ganado el premio “Joven Mendocino Destacado”, que otorga el Consejo Empresario Mendocino, en la categoría Liderazgo y Logros Culturales. Y también, haber resultado elegido como uno de los “Destacados 2017” por la Revista Cima.
Es que de a poco, su iniciativa se fue haciendo conocida y pasó de 200 seguidores en Instagram a los cerca de 12 mil actuales. Sin embargo, resalta que no lo pensó como una estrategia de marketing, sino simplemente como un espacio para hacer las fotos que quería, más allá de las que saca por su trabajo, principalmente de casamientos y campañas publicitarias.
También, confiesa, lo emprendió como un modo de enamorarse de Mendoza, porque cuenta que siempre miró la vida “con una pata acá y una afuera”. Estuvo viviendo en Europa y a punto de irse a Estados Unidos. Pero aquí formó su familia y decidió apostar 100% por la provincia.
Inquieto, ya tiene dos nuevos proyectos para 2018, uno sobre las reinas de la Vendimia y otro sobre los puesteros. También está pensando en publicar un libro con los dos 365, o los tres, si suma 2018, porque sostiene que en los premios del CEM conoció a muchos personajes que considera importante dar a conocer.
“Me gustan los paisajes, pero sobre todo los seres humanos”, lanza Martín. Y se nota en el modo en que resalta los aspectos positivos de sus retratados en el Proyecto 365. Esos rostros que miran al frente generan interés por saber qué se esconde detrás de las miradas, algo que permiten un poco las breves historias que escribe.