Según la Secretaría de Ambiente de la Provincia, por año se usan y descartan en Mendoza unos 5.000 kilos de pilas y baterías, pero no hay en toda la jurisdicción una planta especializada para su tratamiento, por lo que el Estado solamente las almacena en distintos contenedores especiales.
En este contexto y en un operativo a cargo de la Provincia que comenzó ayer y que se extenderá durante las próximas semanas, Mendoza va a trasladar hasta Santa Fe unas 35 toneladas de pilas y baterías de todo tipo en desuso, que se han ido acumulando en distintos departamentos desde 2008.
Las pilas y baterías están catalogadas como residuos peligrosos, dado los elementos químicos que las conforman (zinc, carbono, óxido de mercurio, magnesio y ácidos, entre otros, según el tipo).
Por tal motivo, su tratamiento y disposición final debe ser distinto al del resto de residuos sólidos urbanos.
"En Santa Fe está la empresa Pelco, que es el único operador nacional con licencia para recibir residuos tecnológicos de este tipo. Allí se los somete a un tratamiento que consiste en encapsular pilas y baterías en un bloque de hormigón para que luego sean parte de un relleno de seguridad. Estas medidas, entre otras, evitan las filtraciones por las lixiviaciones", detalló la directora de Protección Ambiental, Miriam Skalany.
Por este traslado, que incluye la disposición final de los desechos y la entrega de certificado a la Provincia, la Secretaría de Ambiente destinó casi $ 3 millones. "De ahora en más, será responsabilidad de cada municipio hacer la separación de las pilas y baterías que reciban, como también deberán encargarse de hacer el acopio y traslado para su disposición final", sintetizó la funcionaria.
Así y como parte de la puesta en marcha del Programa Provincial de Pilas y Baterías -el mismo por el que se está haciendo el envío de lo acopiado durante los últimos 11 años-, Ambiente mandó construir 4.000 contenedores especiales que distribuirá entre los municipios a partir de la semana próxima, para que las comunas definan dónde instalarlos para el acopio. También dependerá de cada municipio licitar los futuros envíos de su área e incentivar a los vecinos para la separación y atención especial en estos residuos.
Pendiente
Si bien y en algún momento se hizo un envío parcial de casi 4.000 kilos acopiados por un municipio a una planta que funcionaba en Córdoba, no hay antecedentes de un envío tan significativo como el que comenzó ayer.
Según la directora de Protección Ambiental, es la primera vez que se abarca territorialmente a toda la provincia. La mayoría de las 35 toneladas (que se enviarán en 3 viajes a Santa Fe) han sido generadas en la Zona Norte de la provincia, que involucra a Godoy Cruz, Luján, Guaymallén, Ciudad y Las Heras. El acuerdo establece que antes del 15 octubre se debe haber concretado el traslado de todo el material.
"La Provincia se inscribió como generador de residuos peligrosos, por lo que por este envío se nos entrega un certificado de disposición final", detalló Skalany.
Al momento de dividir las pilas y baterías, existen tres grandes tipos. Las primeras son las alcalinas, las más inocuas y que no tienen posibilidad de recuperación. Luego están aquellas recargables, que tienen litio y de las que se puede recuperar este material; por último están las “pilas botones”, aquellas redondas y chiquitas, que utilizan algunos relojes (por ejemplo) y que tienen una posibilidad de recuperación. De hecho, y al igual que ocurre con las plaquetas de teléfonos celulares y computadoras; se venden al exterior para sacar de ellos -en gran cantidad- metales preciosos.
Entre la carga que se comenzó a enviar a Santa Fe ayer hay de los 3 tipos de residuos, mezclados también con baterías de celular, entre otras cosas. Sin embargo, el objetivo a futuro es que cada comuna se encargue -junto con el acopio- de la separación de cada tipo de pila.
Recomendaciones
Lo primero a tener en cuenta es intentar evitar es mezclar estos desechos con residuos tradicionales y mucho menos descartarlos junto con la basura domiciliaria de todos los días.
"Una buena alternativa que puede hacerse en las casas y que es recomendable es la de usar una botella de plástico para ir almacenando pilas gastadas. Allí uno puede ir dejando las que están en desuso y Cada municipio deberá tener a partir de ahora varios puntos verdes para que la gente pueda llevar allí las botellas llenas de pilas", indicó Skalany, quien destacó que es fundamental que en los recipientes donde se dejen estos residuos no se los mezcle con agua u otros líquidos.
"A nivel particular no existe una legislación que sancione la mezcla de pilas y baterías con otros residuos. pero sí a las empresas que trabajan con residuos peligrosos se les exige que se inscriban como generadores. Y allí sí hay controles e inspecciones", destacó la directora de Protección Ambiental.
Además, a nivel nacional existe un proyecto de ley de responsabilidad del productor, que establece que los distribuidores e importadores de pilas y baterías (no se fabrican en el país) tengan la responsabilidad de recibirlas cuando estén en desuso y en calidad de residuos. Sin embargo, no se ha avanzado legislativamente aún en esto.