Sabrina Ravelli está a full: trabaja en la comedia "Tu cola me suena", es notera de "Desayuno americano" en Mar del Plata y está lidiando diariamente con los inventos amorosos que nacen en el ambiente. Recientemente separada de Matías Alé, las malas lenguas la vincularon con su compañero de elenco Federico Bal y al productor teatral Ariel Diwan.
Como si aquello fuera poco, está peleada con María Eugenia Ritó, otra de sus colegas en la obra. Las artistas compartían el camarín y tenían una buena relación pero con el paso de las semanas todo cambió y la rubia sacó del camarín a la morocha. "El camarín fue siempre mío, ella vino porque no tenía luz o espejo en su camarín. Ella se instaló y se quedó, yo no la eché porque me considero una buena compañera. Esta señorita capaz que no sabe que soy la protagonista femenina de 'Tu cola me suena'. Llegó un poco alterada al teatro debido a su supuesto distanciamiento con Matías (Alé)".
También, la artista que volvió a las tablas, fue una de las que alimentó el rumor de un supuesto romance entre Ravelli y Diwan: "Ella dice que no estuvo con nadie, pero es lo que se dice, no sé. Yo no soy quién para decir si estuvo o no. Sé que hablaron y los vio todo el mundo. Ella dijo me voy y después se quedó. Todo el mundo me dijo que se quedó charlando muy acaremelada. Eso me contaron, yo no lo vi".
Luego, la rubia se quejó de que Sabrina era desordenada y de que llegó varias veces tarde a la función teatral: "Más de una vez pasó, pero jamás nos pidió disculpas a los del elenco... Me parece una falta de respeto... Para mí no existe, ella llegaba tarde y yo le prestaba los maquillajes. Le pedía a mi peluquero que la peine. Cómo la va a peinar a esta ridícula si él está trabajando para mí. Es una desubicada en un montón de cosas".
Frente a los comentarios fuertes en su contra, Ravelli, con voz quebrada, habló sobre sus diferencias con su compañera de elenco: "Es difícil yo lidio con varios temas y a veces aprovechan la situación de que uno está teniendo mucha prensa y está pasando una crisis. Saben que hay alguna cámara dando vuelta y te enfrentan... y como zonza me doy vuelta y veo una cámara que estaba prendida. No tengo ganas de jugar y exponerme más, no tengo ganas de entrar en este juego que no me hace bien. Me ensucian".
Además, rescató su profesionalismo y justificó su llegada tarde al teatro: "El día de la separación (con Alé) me quedé dormida, llegué cuando estaba arrancando la función. Yo entro a los quince minutos. Pedí mil disculpas y fue una falta de respeto. Pero fue la única vez". Por último, agregó: "Me van a ensuciar, pero no tengo ganas de manejarme de esa manera, no tengo ganas de confrontar, estoy desgastada".
