Cerveza, codillo y cucarachas checas. Este año los festivales gastronómicos organizados en toda la geografía de la República Checa son atractivos por las especialidades nacionales y las novedades para los gourmets.
Los visitantes podrán saborear la cocina tradicional checa: la trucha de Vacek, los vinos de Moravia o las cervezas de distintas regiones del país. Por estos días en Praga en la explanada de Letná, la séptima edición del Festival Checo de la Cerveza, en el que se presentarán más de 30 fábricas, los turistas encontrarán una selección de comidas típicamente tales como, solomillo con salsa de nata o codillo de cerdo (foto), y también exquisitos platos de Europa, Asia y América.
Los foodies podrán dar rienda suelta a su afición en los tres días de exhibiciones gastronómicas del Prague Food Festival. En el Jardín Real del Castillo de la capital los chefs con estrella Michelin presentarán durante este mes sus mejores establecimientos y sus platos originales. A modo de ejemplo: fino paté de cordero con jalea de Escaramujo o helado de flores de Sichuan.
El lema del festival actual es "alimentación sana" y la consigna "¡No coma mal, no beba mal y no viva mal!" También Pilsen está de fiesta, la metrópoli de Bohemia Occidental ha preparado la cuarta edición del Apetit Festival, para seleccionar el mejor restaurante y la mejor fábrica de cervezas citadina. No faltarán las exhibiciones de conocidos chefs y de los bartenders.
La llamada cocina molecular ofrecerá sabores excepcionales y habrá degustaciones de flores vivas y de especialidades de insectos: se podrá degustar un plato de escorpión o de cucarachas fritas en chutney.
Se viene: expo Delicatessen y vinos en Córdoba
Se trata de un acontecimiento gastronómico que congrega -cada dos años- a los más prestigiosos productores de Delicatessen y bodegas para fidelizar, crear contactos de negocios y ventas, además de posicionar los productos ante el consumidor mediante experiencias de marca.
Desde 2004 hasta la actualidad se supera en cada edición en la calidad y diversidad de productos y alto nivel del público visitante. Desde 2006 se convirtió en bienal, decisión muy positiva que generó que las expectativas para cada encuentro se incrementaran considerablemente.
Serán 4 días –desde el jueves 24 al domingo 25 de mayo con exposiciones, degustaciones permanentes y venta de alimentos finos y vinos selectos. Habrá conferencias y clases de comidas, además de shows gastronómicos y concursos. Por supuesto están previstas rondas de negocios.
Lugar: Centro de convenciones del Sheraton Córdoba Hotel, de 18 a 22. Entrada Full: Expo Delicatessen & Vinos incluyendo troquel para Sala Alta Gama y copa de obsequio $ 240. Anticipada: $ 190.
Tiempo de té galés, el sello patagónico
Cuenta la historia sureña que hacia el siglo XIX, unas docenas de familias galesas se instalaron en la Patagonia para vivir tranquilos conservando sus tradiciones y costumbres. Surcaron los mares tras verse amenazados en su Gales natal, y a miles de kilómetros en la lejana América hallaron su nuevo hogar. De aquellos pioneros quedan sus apellidos, sus rasgos en muchos rostros, sus usos y los hábitos importados.
Entre ellos la costumbre del té es un signo que la mayoría de los turistas que arriban a los destinos patagónicos, persiguen. Hay numerosas casas que ofrecen el brebaje que va más allá de la hoja o variedad. Tiene que ver con la torta negra o galesa, ésa que nació de la inventiva de las mujeres inmigrantes, que debían conservar los alimentos y cocinar con lo que había a mano en la dura existencia.
Hoy esa riquísima confitura se sirve con escones y mermeladas de frutos rojos, con tartas y panes caseros que saben inigualables con la manteca local. Vajilla de antaño y las teteras vestidas de lana, parte de la magia del té galés que se mudó a la Patagonia argentina.
Más información: Trevelin, Gaiman, Dolavon, las localidades en las que abundan estas casas para tomar té. El precio promedio es de $ 150 por persona.