Sabella ya lo resolvió: nueve defensores en la Selección

El entrenador dio una señal clara de su decisión para reforzar el plantel de cara al Mundial. Al convocar a Otamendi, Peruzzi y Lisandro López para el amistoso contra Rumania, le cerró los caminos a volantes y delanteros (Tevez, por ejemplo). Por Fabián G

Sabella ya lo resolvió: nueve defensores en la Selección
Sabella ya lo resolvió: nueve defensores en la Selección

Dentro de dos semanas, específicamente el próximo 5 de marzo, el seleccionado argentino afrontará su último compromiso de evaluación seria previo al Mundial de Brasil. En Bucarest, frente a Rumania, la Selección disputará el amistoso de fecha FIFA con su máximo potencial. Los dos juegos siguientes, previstos para junio (el 4 y el 7, en River y en el Ciudad de La Plata) se encuadrarán en la figura de exhibición/despedida contra adversarios de relieve menor, tales los casos de Trinidad y Tobago y Eslovenia. La prueba final de testeo serio se realizará contra los rumanos, cuya formación puede encuadrarse en el lote de segunda categoría en el fútbol europeo.

Alejando Sabella despejó todo tipo de incógnitas y especulaciones respecto de la conformación definitiva de la lista de jugadores que participarán de la Copa del Mundo. Lo hizo dos semanas atrás dando una señal contundente: los problemas a resolver están en la zona defensiva y no en el resto de la formación. Claramente, el entrenador marcó el terreno: los convocados fueron los defensores Nicolás Otamendi (Atlético Mineiro), Gino Peruzzi (Catania) y Lisandro López (Getafe). Respecto de la anterior convocatoria de noviembre 2013, perdieron su lugar Lucas Orban (Girondins de Burdeos) y Facundo Roncaglia (Fiorentina), quienes jugaron el amistoso ante Ecuador y fueron al banco de suplentes contra Bosnia Herzegovina en la mini gira por Estados Unidos.

En el anteúltimo mes del año pasado, Sabella realizó un viaje a Europa junto con su colaborador Claudio Gugnali con el objetivo de ir observando jugadores en actividad y específicamente en defensa, sin dudas el sector más endeble de la Selección a sólo ocho meses del Mundial en ese momento. Si bien el director técnico consideraba como titular a la línea formada por Pablo Zabaleta, Ezequiel Garay, Federico Fernández y Marcos Rojo, la llamativamente floja performance frente a una debilitada formación de Perú, por la anteúltima fecha de las eliminatorias, en la cancha de River, modificó la decisión del entrenador nacional.

Argentina pasó no pocas zozobras frente a una formación que contó con buena parte de jugadores con antecedentes escasos en el plano internacional. Más allá de que finalmente se terminó ganando 3-1, Sabella se convenció definitivamente que la última línea seguía ofreciendo falta de consistencia en un sector en el que debiera mostrar todo lo contrario.

La insatisfacción del DT quedó clara cuatro días después, en Montevideo, cuando sólo mantuvo a Federico Fernández en la titularidad y, por el contrario, ubicó en el banco a Zabaleta, Garay y Rojo. Allí, en el Centenario, ante Uruguay, los titulares fueron Hugo Campagnaro, Sebastián Domínguez y José María Basanta, junto al zaguero del Nápoli. Sin embargo, los tres goles recibidos y entre tres y cuatro situaciones netas para los celestes le dejaron a Sabella la certidumbre de que las falencias continuaban.

Con Otamendi, Peruzzi y Lisandro López convocados para el juego ante los rumanos, el DT marcó la cancha y le quitó entidad a la posibilidad de hacer retoques en zona central o en ataque. Si bien históricamente se convoca a siete defensores, seis mediocampistas y seis delanteros, lo cierto es que ahora son nueve los futbolistas que se encontrarán en Bucarest y que comparten la especialidad de jugar en la defensa. Ninguno de ellos juega en la elite del fútbol europeo, aunque podría considerar que Zabaleta lo hace en Manchester City, una formación que integra el top ten pero que nunca estuvo en el podio del viejo continente.

Lo cierto es que la diferencia con otras potencias mundialistas es notoria. Por ejemplo, En Brasil, por ejemplo, se nota la diferencia a partir de Dani Alves (Barcelona), Thiago Silva (PSG), David Luiz (Chelsea), Marcelo (Real Madrid), Filipe Luis (Atlético de Madrid) y Dante (Bayern Munich). En Alemania, están Hummels y Schmelzer (Borussia Dortmund), Jerome Boateng y Lahm (Bayern Munich) y Mertesacker (Arsenal). En España, figuran Piqué y Jordi Alba (Barcelona), Sergio Ramos (Real Madrid), Juanfrán (Atlético de Madrid) y Albiol (Valencia). En Uruguay, se encuentran Lugano (West Bronwich Albion), Godín (Atlético de Madrid), Cáceres (Juventus) y Fucile (Porto). En Italia, Chiellini y Bonucci (Juventus) más Ranocchia (Inter).

La idea madre de Sabella sigue siendo la de que el sistema defensivo no se limite a la línea de volantes de contención hacia atrás, sino que participe todo el equipo y en bloque.

Para el DT, el primer sector de defensa es el ejecutado por los propios delanteros con su presión a la salida contraria; el segundo, se producirá automáticamente si se recupera la pelota cerca del centro de la cancha y se parte en velocidad para hacer pesar la jerarquía individual en el uno contra uno; el tercero, será el de adelantar a un marcador central hasta tomar al conductor de la jugada colectiva adversaria, mientras el otro central más los laterales defensivos se cierran en abanico de tres.

Sabella, además, está probando alternativas al sistema 4-3-3 clásico como lo es un 5-3-2 dinámico y conforme a las circunstancias del partido. Así, el bloque de volantes y atacantes debe interactuar armando circuitos de triangulación corta o larga. Por eso, el técnico le ha dado cada vez más minutos en cancha a Ever Banega y Lucas Biglia, ya que los hace jugar en una función parecida a la que realizan Javier Mascherano y Fernando Gago como doble cinco de corte y de distribución, respectivamente. Otro que aumenta su importancia táctica es Ezequiel Lavezzi, cumpliendo un trabajo similar al de Ángel Di María, tanto en la progresión por las bandas como por la llegada sorpresiva en diagonal. Los seis nombrados, a la vez, toman decisiones clave a la hora de defender y lo hacen presionando la salida o el armado rival.

El DT albiceleste inculca el concepto de producir superioridad numérica en cualquier sector de la cancha, lo cual implica que el bloque defensivo contará con once jugadores en sintonía. En la faz táctica, tal presunción necesita de un margen de error mínimo porque de otra manera se desprotege el resto de las zonas del campo si es que han perdido el control de la situación quienes fueron a achicar espacios para recuperar el balón. Lo más esperable para el entrenador es que el mensaje sea captado y se practique en los entrenamientos hasta naturalizar el hábito.

Y allí se está, a poco más de cien días del debut de la Selección en el Mundial frente a Bosnia Herzegovina, en Río. Nada parece hacer cambiar de idea al entrenador. La idea base de los nueve defensores en la lista definitiva empieza a ganar espacio propio, con Basanta, Rojo, Garay, Zabaleta, Federico Fernández y Campagnaro, además de los tres recientemente citados. Sabella lo prefiere así. Y él es el entrenador.

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