Las inundaciones alguna vez fueron la mayor amenaza para Venecia. Ese peligro no ha aminorado, pero el tsunami de turistas que se vuelcan en la ciudad podría causar daños aún más graves, sostiene Salvatore Settis en su nuevo libro “Si muriera Venecia”.
Los venecianos están abandonando la ciudad a causa de la enorme alza en rentas, mientras que gigantescos buques de crucero se imponen en el horizonte, planteando el riesgo de causar un desastre como el del Costa Concordia, el buque que se hundió frente a las costas de Toscana.
Incluso se habla de construir un parque de atracciones justo en las afueras de la ciudad.
Hablando desde su casa en Pisa, Settis, historiador del arte de reconocimiento mundial, explica por qué salvar a Venecia es importante no solo para los venecianos sino para toda la humanidad, cómo la ciudad inspiró una nueva visión para Manhattan en los años veinte del siglo XX y cómo la corrupción malogró un plan de control de inundaciones. Esta entrevista fue editada para efectos de longitud y claridad.
- La mayoría de quienes conocen Venecia han ido ahí como turistas. Según usted, son parte de una "plaga" que está destruyendo la ciudad. ¿No deberían de ir?
- El hecho de que tantos turistas estén dispuestos a ir a Venecia es en sí mismo algo bueno. Estoy en contra de cualquier sistema por el cual se limite el número de entradas en la ciudad.
En el momento en que hubiera que pagar para poder entrar se la estaría convirtiendo en un parque de diversiones. Eso es precisamente lo que no quiero que ocurra.
Pero Venecia no puede ser una ciudad que viva solamente del turismo. La razón de que haya tenido su gloria es porque a lo largo de los siglos, la ciudad y los venecianos pudieron llevar a cabo numerosas actividades productivas.
¿Por qué no puede promoverse lo mismo en la Venecia de hoy? Aproximadamente 2,6 ciudadanos abandonan la ciudad cada día. Venecia tiene ahora 54.000 habitantes, lo que representa una pérdida de 120.000 en el curso de los últimos 50 años.
Mientras tanto, el costo de vivir en Venecia aumenta día con día. Los jóvenes no pueden darse el lujo de comprar o rentar un departamento, por lo que se están yendo a vivir a lugares vecinos.
En Suiza, donde di clases unos años, la ley federal ordena que en ninguna ciudad, ni siquiera en los poblados más pequeños, puede haber más del 20 por ciento de la vivienda como casa secundaria.
La razón de que el gobierno suizo haya decidido esto es precisamente para no fomentar la pérdida de identidad local. Si los ciudadanos abandonan Venecia y se convierte solo en un lugar turístico, la ciudad perdería el alma.
- Usted habla de varias formas en que pueden morir las ciudades. Háganos un breve resumen y explíquenos por qué Venecia está amenazada por lo que usted llama el "auto-olvido".
- Primero, las ciudades pueden morir cuando un enemigo las destruye, como Cartago, o cuando invasores extranjeros las colonizan violentamente, como ocurrió en México y el Perú.
Pero ahora, el peligro más temible para una ciudad es la pérdida de la memoria. Y por pérdida de la memoria no me refiero a olvidar que existe sino a olvidar quién es.
Mucho antes de Venecia, un buen ejemplo es el de Atenas, la ciudad más gloriosa en la Grecia clásica. Ella perdió por completo su memoria e incluso su nombre.
En la Edad Media nadie sabía dónde estaba Atenas pues el nombre de la ciudad se perdió por completo. Era llamada Satines o Astines, que era una forma barbarizada del nombre. En Atenas no había cultura ni memoria de sus glorias pasadas.
Cuando los habitantes de Bizancio viajaban a Atenas y preguntaban dónde estaba el lugar en que enseñaba Sócrates o el lugar en que enseñaba Aristóteles, nadie podía responderles.
Un caso extremo de este tipo de olvido respecto de la Venecia moderna es un proyecto que se hizo público hace varios años para narrar la historia de Venecia en un parque de diversiones, como Plymouth, en los Estados Unidos, en una isla en la laguna.
Pero Venecia puede contar su propia historia. No necesitamos construir un falso palacio del Dogo para poder contar su historia ¡¡tenemos el palacio auténtico!!
- Usted dice: "Los vivos debemos nutrir la belleza todos los días". ¿Por qué es importante la belleza para la condición humana?
- La belleza es un concepto relativo. Lo que es bello para usted puede no serlo para mí, y viceversa. No quiero decir una belleza abstracta, algo que pertenece más bien a un paraíso de arquetipos, sino más bien algo arraigado en la realidad.
El tipo de belleza que disfrutamos al visitar Venecia, o las ciudades históricas de España o de México, no es solo que experimentamos la armonía de la arquitectura y del paisaje sino también el conocimiento de que esos agregados de edificios han sido preservados a través de las generaciones.
Es la acumulación de experiencias, no solo la armonía estética.
- Usted reserva su invectiva más pintoresca a los "buques rascacielos" que ahora atracan regularmente en Venecia. ¿Por qué significan una amenaza para la ciudad?
- El naufragio del Costa Concordia es uno de los eventos más desafortunados en la historia reciente de Italia. Ocurrió en Toscana pero pudo haber ocurrido en Venecia.
Una razón de que esté en contra de que esos gigantes buques de crucero atraquen en Venecia es que atestan la laguna muy cerca de sus monumentos históricos más famosos, por lo que tarde o temprano podrían dañar permanentemente la historia de la ciudad. Ya perturban la armonía estética de la ciudad.
Algunos de los buques de crucero son el doble de altos que el palacio del Dogo y el doble de largos que la plaza de San Marcos. Si uno está en Venecia cuando atraca uno de esos barcos gigantescos, es algo horrible de ver.
La laguna misma está gravemente contaminada por la enorme cantidad de descargas de esos barcos. Después del incidente del Costa Concordia, el gobierno italiano decidió limitar a 5 kilómetros de la costa la distancia a la que pueden estar los barcos de crucero; con una sola excepción, que es la de Venecia, donde los barcos pueden estar a un metro de la costa. ¡Eso es escandaloso!
- Usted escribió: "Venecia sigue estando dentro de sus muros de agua". Explíquenos esa relación de la ciudad con la laguna y el mar, y por qué está amenazado ese equilibrio.
- Venecia es probablemente la única ciudad de alguna importancia sin murallas. Y no se necesitaban murallas pues ahí estaba la laguna.
Ese fue el secreto de su defensa en la Europa medieval y del renacimiento. Hay una espléndida inscripción de principios del siglo XVI que dice: “La laguna es para Venecia lo que las murallas para otras ciudades”.
Pero la laguna no es simplemente algo de agua alrededor de Venecia. Es un ambiente vivo en el que hay numerosas aves, plantas y peces, cuya existencia está conectada con la vida de la laguna misma.
A lo largo de la historia, muchas isletas de la laguna, que ahora están abandonadas, se usaban como hospitales, monasterios y cementerios, o para cultivar plantas y verduras.
La ciudad siempre interactuó con la laguna. Ahora se está perdiendo esa noción de considerar a la laguna como parte de la misma ciudad. Esa es una de las cosas que los venecianos podrían olvidar.
P - Hay 28 "Venecias" en Estados Unidos y numerosas copias parciales en todo el mundo. Explíquenos cómo ha sido copiada la ciudad en todo el mundo y por qué eso afecta nuestro concepto de la verdadera Venecia.
R: Probablemente ninguna otra ciudad del mundo ha sido reproducida tantas veces. Y la fama mundial de Venecia significa que la verdadera Venecia es particularmente atractiva. Hay numerosas ciudades llamadas la Venecia del Norte, como Estocolmo.
Pero nadie diría jamás que Venecia es la Estocolmo del Sur. Venecia perdió su importancia política y comercial hace mucho tiempo, con la invasión de Napoleón. Pero sigue ocupando un lugar central en la imaginación cultural.
Lo que desencadenó esa obsesión con Venecia y copiar algunos de sus monumentos fue el colapso del Campanile (el campanario) en la plaza de San marcos en 1902, debido a un terremoto. Cuando se reconstruyó el campanario con las mismas dimensiones, en el mismo lugar, en todo el mundo se construyeron numerosas copias.
Una de las más conocidas es la de la antigua estación de ferrocarriles de Toronto. En esa misma época se fundó Venice en California, como una copia estilizada de Venecia.
Esta presencia de Venecia en la imaginación histórica debería ser por sí misma un argumento adicional para proteger a la verdadera Venecia. Hagan lo que hagan esas copias para imitar a Venecia, ya sea en Las Vegas o incluso en China, jamás podrán copiar a la ciudad entera pues es demasiado difícil de copiar.
En ninguna parte del mundo hay una copia de la basílica de San marcos. ¿Por qué? ¡Porque es demasiado compleja para que la copien!
- Me interesó particularmente el hecho de que Venecia haya influido en la planeación urbana de Nueva York. Explique cómo fue que inspiró a la Gran Manzana.
R - Esto es algo que yo mismo no sabía hasta que leí el maravilloso libro de Rem Koolhaas sobre Manhattan. En los años veinte, cuando se estaba discutiendo el futuro de Manhattan, mucha gente tuvo la idea de que el mejor modelo posible era Venecia.
En 1924, el arquitecto neoyorquino Harvey Corbett propuso separar el tráfico vehicular y el peatonal con aceras en arcos, a fin de crear (leyendo) “una Venecia modernizada, una ciudad de arcadas, plazas y puentes, con canales por calles, solo que los canales no estarían llenos de agua sino con el tráfico de vehículos motorizados que fluiría libremente”.
Esta visión de Manhattan no llegó a implementarse, como lo sabemos todos, pero el concepto inicial fue inspirado por Venecia como el modelo de la ciudad más hermosa.
- Usted critica mucho a las autoridades de Venecia, a las que acusa de todo, desde incompetencia hasta corrupción. Háblenos del proyecto MOSE.
- No soy el único que ha acusado de corrupción a las autoridades locales. Solo cito periódicos y libros escritos al respecto. El módulo experimental electromecánico (MOSE) es un proyecto de sistema de embalses destinado a proteger a la ciudad y a la laguna de lo que en italiano se llama acqua alta (marea alta) que amenaza con invadir la ciudad. Eso ya sucede de vez en cuando pero podría suceder de forma mucho más dramática.
No puedo abundar en los detalles técnicos. Lo único que puedo decir es que el proyecto fue aprobado, implementado y financiado por el gobierno italiano.
Se sigue trabajando en eso, aunque no hay ninguna seguridad de que vaya a dar resultado, considerando que estamos hablando de una tecnología de más de treinta años de antigüedad.
Entre tanto, los magistrados italianos descubrieron que si bien el costo inicial se había previsto en algo como 2.000 millones de euros, se llevan gastados más de 6.500 y al menos 2.000 millones de ese dinero se ha gastado en corrupción.
El ex presidente de la región del Véneto, Giancarlo Galan, después ministro en el gobierno de Berlusconi, fue arrestado y puesto en prisión.
El ex alcalde de Venecia, Giorgio Orsoni, que pertenecía al mismo Partido Democrático que el actual primer ministro, Matteo Renzi, también fue arrestado y se vio obligado a renunciar.
Esta fuerte incidencia de corrupción en Venecia muestra que los problemas reales de la ciudad -como la marea alta- se toman como excusa para gastar enormes cantidades de dineros públicos y desviarlos a personas y organizaciones corruptas.
- Al final de su libro, usted convoca a un "nuevo pacto ciudadano" para proteger a Venecia. Elabore esa idea y explíquenos por qué es importante que no muera Venecia.
- Venecia es demasiado importante para dejarla morir; debe de preservarse no solo para los venecianos sino también para toda la humanidad. Ese es un argumento muy importante.
Venecia es el modelo de las ciudades históricas y el ejemplo más claro del mundo de cómo puede perderse una ciudad. Si no queremos ver una imagen uniforme en todas las ciudades, basadas en la expansión horizontal y la proliferación vertical de rascacielos, en el futuro será de vital importancia conservar algunas ciudades históricas en su forma original.
Dentro de doscientos años, nada podría darles a las generaciones jóvenes una idea del mundo histórico más que una ciudad que ha preservado su forma histórica.
Preservar a Venecia como ciudad histórica es importante para los venecianos. Pero es igualmente importante, o quizá más, preservarla para el mundo.