Rutas, progresos y lo que falta

Urge hacer más caminos para vincular distintas zonas del Gran Mendoza, por donde ahora circulan enormes volúmenes de automotores. Una opción en el eje sur-norte, y viceversa, es una carretera por el pedemonte, más al oeste del corredor Juan Domingo Perón.

Rutas, progresos y lo que falta

Las conexiones viales en el Gran Mendoza están complicadas, y hasta peligrosas en diversos horarios, por la gran saturación de vehículos que presenta el parque automotor local, y porque, en general, en los últimos años las obras camineras se retacearon un poco.

Trasladarse desde el sur hacia el centro de la capital mendocina, a partir, por ejemplo, de la ciudad de Luján de Cuyo, o viceversa, es muy engorroso en determinadas horas del día por la congestión que presentan las carreteras disponibles: el Acceso Sur, la avenida San Martín y el Corredor del Oeste.

La primera y la última, pero especialmente la traza de la ruta nacional 40, se han convertido en riesgosas por los choques en cadena, que prácticamente se producen todas los jornadas, al igual que en otro escenario muy saturado, el Acceso Este.

En lo que concierne al Corredor del Oeste, esta opción recibe mucho tránsito automotor y lo soportará aún más a partir de las futuras inauguraciones de emprendimientos inmobiliarios de cierta envergadura al oeste de la traza, cuyos moradores se anexarán a esa vía, aumentando la carga de circulación de dicha variante caminera.

Es sabido que los alguna vez anunciados anillos de circunvalación, una solución que se previó para descongestionar el centro de la capital mendocina, no se realizarán, y por el momento se barajan tres alternativas viales, para conseguir alguna fluidez de desplazamientos, atadas, sin embargo, a la posibilidad de conseguir recursos financieros que posibiliten su ejecución.

En lo que concierne a la circulación norte-sur y en sentido inverso, dentro de la zona Metropolitana, en el Ministerio de Infraestructura se está estudiando una variante, un nuevo camino que mejore las perspectivas. Los técnicos están calculando una traza que saldría detrás de la cancha de Chacras de Coria, vincularía la ruta 60 (calle Aráoz) y llegaría por detrás de los cerros, al ex autódromo General San Martín.

Otra conexión o anillo vendría del este, ingresando a la zona de El Borbollón (Las Heras), pasando por detrás del Parque Industrial Eje Norte de Las Heras, donde se ubican la planta de residuos que maneja la empresa Impsa y la de Campo Espejo, y desde allí tomaría la calle Santa Rita para llegar a Boulogne Sur Mer.

Con respecto al camino que se trazaría entre el pedemonte y las primeras serranías, tiene un aspecto favorable: allí no hay propiedades a expropiar y tampoco existen áreas cultivables que se pudieran malograr.

Hasta aquí estas variantes se encuentran en la categoría de proyecto y todos esperamos que se puedan materializar en el corto plazo, dado el avance notable del parque de vehículos que deben, por ahora, compartir los mismos circuitos, trazados que no se han ampliado ni mejorado al ritmo de la venta de automotores.

Por otra parte, como un progreso limitado, pero concreto, no negamos un adelanto en las comunicaciones viales al librarse en estos días al uso público el Corredor IV, que une la rotonda de Palmares con la ruta 81 o Panamericana.

Una persona que suba a la Panamericana y quiera llegar al Corredor del Oeste no tendrá que dar toda la vuelta, pasando por los caracoles de Chacras, y de esta manera evitará recorrer unos 6 kilómetros de más a través de la llamada rotonda "de la tijera", sino que tendrá un atajo directo.

Además, en un futuro mediato, cuando la Provincia tenga el financiamiento vía BID u otras entidades, se podrá hacer el enlace entre la Panamericana y la calle Paso y llegar de esa manera al moderno nudo del Acceso Sur en ese punto.

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