Rusia y Croacia se preparan para una cita con la gloria en Sochi, donde chocarán por el pasaje a semifinales en un Mundial que, se sabe de antemano, volverá a consagrar campeón a un seleccionado europeo.
Y en el camino al trono al que abdicó Alemania en la fase de grupos, el combinado anfitrión intentará meterse de lleno en la historia buscando dar un paso más en una Copa del Mundo que pretende sea “suya” en todo sentido.
El equipo comandado por Stanislav Cherchesov se instaló en cuartos de final para sorpresa de muchos, que lo daban por muerto incluso en primera ronda, y los ánimos de la población están por las nubes.
“Vladimir Vladimirovich me llamó varias veces y para nosotros es muy importante el apoyo del presidente, los muchachos lo saben y es una motivación más”, aseguró Cherchesov sobre los mensajes de aliento de Vladimir Putin.
Rusia, que como selección independiente jugó con este cuatro Mundiales (Estados Unidos 1994, Corea-Japón 2002 y Brasil 2014) nunca había superado la fase de grupos, algo que ya consiguió como anfitriona, pero no se conforma.
Una actuación inesperada que incluyó victoria en octavos frente a España por penales hizo renacer las esperanzas tal como reflejan las encuestas más recientes, según las cuales el 56 por ciento de la población apuesta a que Rusia vencerá a Croacia.
La zona circundante a la Plaza Roja será cerrada al tránsito, mientras que el Banco Central promete acuñar una moneda conmemorativa de medio rublo.
Si lo logra se habrá garantizado igualar la mejor actuación histórica, cuando integrando la selección de la por entonces Unión Soviética alcanzó el cuarto puesto en el Mundial de Inglaterra 1966.
El acceso a cuartos de final le permitió emparejar lo que la selección soviética había logrado también en Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970..
Croacia también formó parte de una nación que se desintegró en los '90: Yugoslavia (que llegó a ser semifinalista en Chile 1962 en su mejor actuación), pero como selección independiente logró un inédito tercer puesto en Francia 1998.
