Rusia acusará de piratería a grupo de Greenpeace

Dos argentinos están entre los activistas que intentaron subirse a una plataforma petrolera.

Rusia acusará de piratería a grupo de Greenpeace
Rusia acusará de piratería a grupo de Greenpeace

Investigadores de Rusia anunciaron que presentarán cargos de piratería contra activistas de Greenpeace que intentaron subir a una plataforma de perforación petrolera en el Ártico y que es propiedad de la empresa estatal Gazprom. Los activistas se encuentran en un barco de Greenpeace, el Arctic Sunrise, al que la Guardia Costera rusa detuvo y remolcó el martes hacia un puerto cercano a Murmansk.

Se desconoce cuántos de los 30 activistas procedentes de 18 países, entre los que se encuentran dos argentinos, enfrentan cargos de piratería, que conllevan posibles sentencias de hasta 15 años de prisión y una multa de 500.000 rublos (unos 15.500 dólares).

La Comisión de Investigación, la agencia investigadora federal de Rusia, dijo el martes que interrogará a todos los participantes de la protesta y detendrá a los "más activos" de ellos.

Dos activistas intentaron subir el jueves a la plataforma Prirazlomnaya mientras otros los ayudaban desde pequeñas lanchas inflables.

La protesta de Greenpeace estaba dirigida a llamar la atención hacia los riesgos ambientales por la perforación de pozos petrolíferos en aguas del Artico.

"Cuando una embarcación extranjera llena de equipo técnico electrónico de propósito desconocido y un grupo de personas que se dicen miembros de una organización defensora de los derechos ambientales intenta nada menos que tomar por asalto una plataforma petrolera, surgen dudas lógicas sobre sus intenciones", dijo en un comunicado el portavoz de la Comisión de Investigación, Vladimir Markin. Afirmó que los activistas representaron un peligro para los trabajos de la plataforma petrolífera.

"Este tipo de actividades no solo infringen la soberanía de un Estado, sino que pueden representar una amenaza para la seguridad ambiental de toda la región", expresó Markin.

Greenpeace insistió en que, de acuerdo a la ley internacional, Rusia no tenía el derecho de abordar su embarcación y carece de argumentos para presentar cargos de piratería contra los activistas.

En tanto, Hernán Nadal, director de Movilización Pública de Greenpeace Argentina, confirmó ayer que los argentinos Hernán Pérez Orsi y Camila Speziale están en el "Arctic Sunrise" y que no pudieron contactarse con sus familias.

Señaló que todos los activistas de la organización están incomunicados y que Greenpeace está a la espera de "que puedan subir los diplomáticos" de cada uno de los países de procedencia de los ecologistas "para que puedan darles la primera ayuda legal''.

"Esperamos que los liberen en las próximas horas porque no hay motivos para que sigan retenidos", afirmó Nadal.

Nadal sostuvo que los activistas "están retenidos, no están bajo ningún cargo oficial". El barco de Greenpeace "estaba en aguas internacionales... con lo cual los mismos expertos de derechos del mar dicen que esto fue una maniobra ilegal por parte del gobierno ruso", sostuvo.

Un activista dijo que agentes de la Guardia Costera rusa golpearon a algunos activistas tras subir al barco de Greenpeace.

El Arctic Sunrice se encontraba el martes anclado en una pequeña bahía cercana al puerto de Severomorsk, sede de la Flota del Norte de Rusia, 25 kilómetros (15 millas) al norte de Murmansk.

Greenpeace indicó que los activistas provienen de Argentina, Australia, Brasil, Gran Bretaña, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Italia, Holanda, Nueva Zelanda, Polonia, Rusia, Suecia, Suiza, Turquía, Ucrania y Estados Unidos.

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