Los elegidos para jugar el Mundial de Rusia, están prácticamente resueltos. Sólo imponderables podían tender una emboscada. Esas contingencias, traicioneras, esperan agazapadas para crear un tembladeral. Y acaba de ocurrir. Que Lucas Biglia llegue bien a la Copa entró en un cono de sombras. La fractura de las vértebras lumbares 1 y 2 que sufrió en la derrota de Milan ante Benevento le demandará al menos seis semanas de rehabilitación, y para el comienzo del torneo faltan ocho. El DT Jorge Sampaoli lo esperará hasta último momento porque el volante es uno de los pilares de su Selección, pero el escenario es complicado.
Fuerza de voluntad no le faltará a Biglia. Los antecedentes lo ayudan, ya que sus recuperaciones suelen demandar menos tiempo que la media. Hay un recuerdo que invita a la confianza: en los octavos de final del último Mundial, ante Colombia, Neymar sufrió una lesión similar, una fractura transversal en la tercera vértebra lumbar. Desde ya, lo marginó de la Copa. Pero regresó 46 días después, en la goleada 6-0 de Barcelona ante León, de México, por la Copa Joan Gamper. Para el debut de la Argentina con Islandia faltan 53 días... El margen es realmente mínimo.
Para Biglia se acabó la temporada que desembarcará en el Mundial. También le había ocurrido a Sergio Agüero, que el lunes pasado se realizó una artroscopía en la rodilla izquierda. Dos titulares. Alarmas de distinta intensidad, pero disgustos al fin. Y en dos puestos vitales, posiciones que inquietan al entrenador. El “9” titular es el Kun y ahora habrá que seguir su recuperación; las primeras señales luego de la operación son alentadoras: alrededor del 20 de mayo, o antes si todo evoluciona bien, recibiría el alta médica. Luego deberá acelerar la sintonía futbolística, pero tendrá que calibrar la puesta a punto sin competencia hasta el mismísimo Mundial. Cuando Sampaoli mira la opción, Higuaín, no desconoce el desteñido final de temporada que atraviesa: incluida la derrota del domingo ante Napoli, encadena seis partidos sin convertir.
Hasta el sábado a Sampaoli le faltaba definir al compañero de Biglia en el eje central. Lo Celso con ventaja, y Banega como opción. Más atrás, Enzo Pérez o Leandro Paredes, dos apellidos que todavía deben batallar para filtrase en la lista definitiva. Pero ahora también contempla que la presencia de Biglia está en peligro. Mascherano, quedó demostrado contra España, ya no es una alternativa confiable ante adversarios de buena talla. Asoma Matías Kranevitter (cumple 25 años en mayo), que participó de un encuentro en el ciclo de Sampaoli (1-0 a Rusia, en noviembre de 2017) y suma 31 juegos en todas las competencias con Zenit San Petersburgo. El domingo fue sustituido ante Arsenal Tula, por la 27ma fecha del torneo ruso. Zenit marcha cuarto, a 8 puntos del puntero Lokomotiv Moscú, a tres jornadas del final.
También inquietan otras situaciones. Como la cuestionable competitividad de Mascherano en China, la lesión de Romero que ya encadena 25 días, la inactividad de Rojo en Manchester United, la intermitente participación de Lanzini en West Ham, y el mendocino Ramiro Funes Mori, que sigue sin insertarse en Everton. De todos modos, desde el corazón del cuerpo técnico le confiaron a La Nación que prefieren aferrarse al lado positivo de los contratiempos: la prematura eliminación de la Champions League de la mayoría de los futbolistas de la selección -salvo Fazio y Perotti-, junto con las lesiones de Agüero y Biglia, le permitirán a Sampaoli reunir con antelación al lote principal. "Que se vengan antes para estar todos juntos en la Argentina", sintetizaron.
¿Y Messi?. Las molestias en el aductor e isquiotibial derechos no desaparecen. Después de ganar la Copa del Rey, y a un paso de consagrarse en la Liga, el único partido de relieve que le queda para despedir la temporada es el 6 de mayo, con Real Madrid. Seguirá administrando sus esfuerzos para evitar alguna complicación de aquí al final, por eso el sábado pasado ante Sevilla, después de participar de manera más filosa que continua en el juego -un gol y dos asistencias-, y de servirle a Iniesta la cuarta conquista, se desconectó del partido. Desde ese minuto 52 hasta el cierre, su protagonismo en un juego resuelto fue mínimo. Cuidarse para Rusia es la prioridad del capitán. Una medida indispensable hasta que pase el temporal.