Relatos personales, incorrección política y muchas, pero muchas risas.El género no requiere demasiados artificios. Basta con una persona dispuesta a desnudar sus miserias en el centro de un escenario, que desarrolle un monólogo en clave humorística, apenas acompañado por un decorado básico compuesto por una banqueta, algunas luces, un micrófono. Si el arte puede jugar con todas las herramientas a mano para potenciar el efecto de la ficción, en el teatro stand-up lo que importa es lo dicho y su efecto. Lo que importa es la risa que genera.
Los orígenes del stand-up comedy actual se ubican en los teatros underground de Nueva York a mediados del siglo veinte. Aquellos monologuistas, provenientes de los márgenes, miraban de manera ácida la realidad urbana y las desigualdades sociales. En ese contexto, nacieron nombres como Lenny Bruce, capaz de desarrollar rutinas cómicas hilarantes y complejas, sobre jazz, filosofía o política, o Moms Mabley, una cómica pionera, cuyos espectáculos fueron quizás los primeros en recibir la clasificación triple X por parte de la censura.
Con el correr de los años y las tecnologías, los comediantes llegaron a la televisión. Hay un momento clave para la historia del género: la aparición de Saturday Night Live, por donde pasaron los más importantes del último medio siglo. SNL es un ícono de la comedia norteamericana, que se emite desde 1975 y va por su temporada número 47.
Durante los últimos años se produjo la gran explosión, a partir de que las plataformas digitales supieron reconocer el género y darle lugar en sus catálogos, financiando programas especiales de distintos cómicos y dándole un alcance global. Hoy, más allá de los bares y los teatros, el stand up está más vigente que nunca en la Argentina y en el mundo. A continuación, les brindamos un recorrido por algunas propuestas que pueden verse por streaming: satisfacción y risas garantizadas a un simple play de distancia.
Louis CK
Ganador de seis premios Emmy y dos Grammy, Louis C.K. es uno de los pesos pesados de la industria. La revista Rolling Stone lo premió con el cuarto puesto en un listado de los 50 mejores cómicos de todos los tiempos, detrás de Lenny Bruce, George Carlin y Richard Pryor. En Netflix se encuentran disponibles sus especiales Live at the Comedy Store (2015), Hilarious (2016) y 2017. En ese mismo año, el diario The New York Times publicó una serie de denuncias de acoso sexual en su contra. El cómico admitió que las denuncias eran ciertas y también reconoció el abuso de poder de su parte. En 2021, Louis C.K. lanzó en su web el especial Sorry, grabado en el Madison Square Garden de Nueva York.
Ricky Gervais
El humorista británico fue el creador de las series The Office y After Life. Su último especial de Netflix, Super Nature (2022), hace de la provocación su plato principal. ¿Cuál es el límite del humor? Ninguno, podría responder. Gervais se ríe de todos aquellos temas que serían prohibidos en cualquier programa: enanos, HIV, Hitler, pedofilia, obesidad, elecciones de género. De hecho, fue duramente criticado por sus chistes contra la comunidad trans. También en Netflix grabó el especial Humanity (2018), donde explica con acidez los motivos por los cuales decidió no tener hijos. Gervais siempre logra su cometido: hacer un tipo de humor picante que no pase desapercibido. Para amar u odiar.
Ali Wong
Cuando salió su primer especial de Netflix, Baby Cobra (2016), la comediante norteamericana se volvió viral, porque combinaba un humor hilarante y una panza de siete meses de embarazo sobre el escenario. La maternidad, el matrimonio y el sexo son temas centrales de sus espectáculos, ejes que también aborda en su segundo especial, Hard Knock Wife (2018). “Amamantar es un ritual salvaje que simplemente te recuerda que tu cuerpo ahora es una cafetería”, dice Wong sobre el difícil arte de alimentar bebes. En su último especial, Don Wong (2022), se sincera sobre las mieles del éxito y el dinero, y arroja la teoría de que a los hombres no les atraen las mujeres poderosas –como ella-.
Dave Chapelle
Es considerado el Messi de la comedia y un tipo que siempre genera controversias. En la plataforma de la N roja, están disponibles sus espectáculos: El show de Dave Chapelle (2004 – dos temporadas), Chapelle (2017), Equanimity & The Bird Revelation (2017), Stick & Stones (2019), The Closer (2021) y What´s in a name (2022). En mayo fue noticia porque un hombre armado se lanzó al escenario para agredirlo, cuando Chapelle se encontraba en plena función. El atacante reconoció después que se había sentido “afectado” por las bromas sobre la comunidad LGTBIQ y las personas en situación de calle que suele hacer el comediante, un hecho que desató un debate sobre la libertad de expresión.
Hanna Gadsby
Nacida en la isla de Tasmania, Gadsby reconoce que se fue de su lugar natal cuando descubrió que era lesbiana. Desde ese punto de partida, las características de sus monólogos contienen reflexiones sobre el género y la homosexualidad. De hecho, en su primer especial, Nannete (2018) filmado en vivo en la ópera de Sydney, no sólo se ríe sobre su identidad sexual al considerar que no es “una buena gay” porque prefiere tomar el té a desfilar en carrozas coloridas, sino que también recuerda traumas de su vida personal, generando distintos climas a lo largo del monólogo. También en Netflix, está disponible Douglas (2020), donde Gadsby habla de autismo, los antivacunas y otros temas.
Malena Pichot
Una adelantada de la comedia entre internet, la televisión y luego el streaming. Comenzó su carrera humorística con La loca de mierda, un retrato hilarante de su vida doméstica en Buenos Aires que le permitió pasar de YouTube a MTV. Luego creó Cualca, un segmento que se transmitió por TV, y Por ahora, hasta llegar a su presentación en Netflix, con el espectáculo de stand up Estupidez compleja (2017). Su especial tiene una mirada política muy clara: a partir de una reivindicación del feminismo, Pichot despliega una crítica al machismo y las campañas anti-abortistas. La actriz no le teme a nada, hasta se anima a abrir el especial cantando, rodeada de una banda de presencia 100% femenina.
Soy Rada
Agustín Aristarán es un humorista argentino oriundo de Bahía Blanca. Es el único comediante local que cuenta con el privilegio de dos especiales producidos por Netflix en su haber: Soy Rada (2018) y Serendipia (2021). El último fue filmado durante la pandemia en un teatro sin público. Dueño de una personalidad muy versátil para pararse en el escenario, Soy Rada mezcla trucos de magia, música en vivo y actuación al mejor estilo clown durante sus espectáculos. Sus monólogos hablan de la vida cotidiana, de las relaciones de familia... Del teatro callejero y la música infantil, el actor pasó a tener reconocimiento internacional. El impulso a su carrera se dio gracias a la llegada de sus redes sociales.
Sebastián Wainraich
Conocido por su carrera radial y su faceta televisiva en Televisión Registrada (TVR), en su especial de Netflix homónimo, Sebastián Marcelo Wainraich (2018), el comediante hace gala de su papel de perdedor, se ríe de la adicción a internet y al celular, problematiza la argentinidad y las vacaciones y arriesga una teoría de por qué los velorios son mejores que los casamientos. Grabado en el teatro Ciudad de las Artes de Córdoba, Wainraich es un especialista en encontrar el lado cómico y absurdo a las cosas que hacemos en búsqueda de algo llamado felicidad. Temática que siguió explorando en la serie Casi feliz.