Señales para tener en cuenta: ¿cómo saber si estoy entrando en la menopausia?

La disminución de estrógenos en sangre es la causante de los típicos síntomas de la menopausia. En esta nota, todo lo que tenés que saber para transitar sin malestares esta etapa natural de la vida.

Señales para tener en cuenta: ¿cómo saber si estoy entrando en la menopausia?
La mayoría de las mujeres deja de menstruar cerca de los 50 años, pero esto no ocurre de forma abrupta. Un tiempo antes, empiezan las irregularidades menstruales, los sofocos y el insomnio, entre otros síntomas. Foto: 123RF

La mayoría de las mujeres deja de menstruar cerca de los 50 años, pero esto no ocurre de forma abrupta. Un tiempo antes, empiezan las irregularidades menstruales, los sofocos, el insomnio y los cambios de humor, entre otras cuestiones. A este período de transición se lo denomina perimenopausia.

Generalmente, este es el momento en que la mujer tiene más síntomas y, por eso, suele concurrir a la consulta.

Si la paciente ya ha sido madre, posiblemente no le afecte tanto que decaiga su fertilidad. El problema es que, en la actualidad, muchas mujeres deciden o se ven obligadas, por múltiples motivos, a posponer la maternidad. Esto lleva a que, a menudo, las consultas por síntomas propios de la perimenopausia vengan acompañadas de la preocupación por la maternidad.

Es importante tener en cuenta que la posibilidad de ser madres depende de la edad. La fertilidad es una función biológicamente limitada en el tiempo. En la mujer, el máximo potencial se alcanza entre los 25 y 30 años. A partir de ese momento, va decayendo paulatinamente hasta producirse un descenso más acentuado a partir de los 35, que se intensifica luego de los 40.

“Los calores y sofocos, tan típicos de la perimenopausia, suelen ser el síntoma más molesto de esta transición.”

Si bien cada mujer nace con unos 2 millones de folículos, en ese momento de la vida carecen de utilidad. En la pubertad, el número ronda los 300 mil a 500 mil; cerca de los 37 años, 25 mil, y al entrar en menopausia en torno a los mil.

Pero otra variable que también incide, es la pérdida de calidad de los óvulos, lo cual genera estados de subfertilidad e infertilidad antes del cese de las menstruaciones y de que aparezca algún síntoma de menopausia.

Las alteraciones en el ciclo menstrual suelen empezar con secuencias más cortas, es decir, que las menstruaciones se dan de manera más frecuente. Si a esto se suma un aumento en la cantidad del sangrado, la paciente puede terminar anémica, por lo que siempre es conveniente consultar.

Por suerte, la mayoría de las veces no se llega a tantos trastornos menstruales y rápidamente se pasa a una etapa de ciclos más largos y esporádicos para, luego, arribar al fin de las menstruaciones.

El inconveniente, sin embargo, es que esta transición puede extenderse durante dos o tres años y no hay manera de saber cuándo termina. Los análisis de la hormona folículo-estimulante (FSH, por sus siglas en inglés) y de estradiol alertan sobre cambios en los ovarios, pero no determinan cuándo va a comenzar la menopausia.

Algunos consejos para transitar mejor esta etapa de la vida:

  • Buscar apoyo psicológico.
  • Enfoque sexológico de la pareja. Promover la comunicación abierta de la pareja, lograr la necesaria contención y descubrir nuevas formas de placer y disfrute.
  • Hábitos de vida saludable: alimentación adecuada; actividad física controlada; sociabilización.
  • Medicación no hormonal. El ginecólogo adecuará el tratamiento a la condición individual de la paciente teniendo en cuenta síntomas, enfermedades previas y antecedentes de riesgo personal.
  • Medicación hormonal. Son efectivos en el alivio de los síntomas, calores, sudoración nocturna, sequedad vaginal, relaciones sexuales dolorosas, mejoran ánimo y humor, efecto antidepresivo mejoran la calidad del sueño, previenen la osteoporosis. El tiempo de uso de las hormonas se ajustará a cada caso individual, se hará durante el menor tiempo posible con la dosis más baja que sea efectiva bajo estricto control médico.
  • Para evitar dolor en las relaciones sexuales puede utilizar lubricantes vaginales, óvulos y cremas con hormonas de acción fundamentalmente local indicados por su médico. Mejoran la lubricación y evitan la atrofia genital.

Los calores y sofocos son característicos de esta etapa y, por lo general, constituyen el síntoma más molesto de todos. Y cuando ocurren por la noche, hacen que la mujer se despierte molesta y transpirada, provocando, además, el tan típico insomnio de esta etapa de la vida femenina.

Es importante contar con la información para no preocuparse y estar atenta frente a cualquier cambio que genere una disminución en la calidad de vida. Consultar al ginecólogo/a siempre es lo mejor.

*Médica especialista en reproducción y directora de In Vitro Buenos Aires. marisageller@invitro.com.ar

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