La enfermedad renal crónica es una asesina silenciosa: más de 850 millones de personas la padecen en todo el mundo, mientras que 2,4 millones mueren cada año debido a esta causa.
Los riñones son órganos pares que se encuentran en el retroperitoneo, es decir, atrás de los intestinos; y sus funciones principales son las de mantener el equilibrio ácido-base, eliminar las toxinas, sintetizar hormonas como la eritropoyetina (que produce glóbulos rojos) y otras que se encargan del metabolismo del calcio y el fósforo.
“La enfermedad renal crónica es una asesina silenciosa: más de 850 millones de personas la padecen en todo el mundo, mientras que 2,4 millones mueren cada año por esta causa.”
En la Prehistoria, los riñones permitían al ser humano permanecer largas horas sin beber agua ni alimentarse, debido a su gran capacidad de concentración y dilución de la orina, y de reabsorción de líquidos y sales. En la actualidad, esta función resulta obsoleta ante el excesivo consumo de sales y bebidas elaboradas artificialmente, que terminan enfermando al riñón y al organismo en general.
El estilo de vida actual, repleto de tóxicos, grasas, ultraprocesados y refrescos azucarados, resulta una amenaza latente contra los riñones y lleva a que muchas personas requieran diálisis y/o un trasplante renal.
Corregir malos hábitos es la mejor estrategia para cuidarlos. ¿Por dónde empezar?
- Incorporar más vegetales a nuestra dieta.
- Hacer algún ejercicio diario (una caminata, por ejemplo).
- Procurar descansar mejor y reducir el estrés.
- Beber agua a menudo.
- Evitar consumos dañinos como el alcohol, el tabaco y los medicamentos sin prescripción.
- Mantener la presión arterial en valores por debajo de 140/90.
- Además, el control de la diabetes ha demostrado científicamente disminuir la tasa de progresión de la enfermedad renal crónica.
Los riñones son órganos altamente vascularizados, es decir, que se van afectando por las enfermedades vasculares. Sin ir más lejos, la principal causa de necesidad de diálisis es la diabetes tipo 2,y la segunda, la hipertensión arterial. Por lo tanto, el núcleo del problema siempre está en la aterosclerosis, que es el daño vascular permanente generado por un estilo de vida nocivo... La buena noticias, es que se trata de hábitos que podemos revertir.
La alimentación occidental, el sedentarismo, los tóxicos como el alcohol, el tabaco y la automedicación, la poca hidratación con agua y mayormente con bebidas azucaradas, el estrés, el poco descanso y el aislamiento social hacen que estas patologías crónicas crezcan de manera exponencial. Cada vez hay más gente que enferma de los riñones y requiere atención nefrológica; y dicho sea de paso, habiendo cada vez menos especialistas en el país.
La enfermedad renal crónica tiene cinco estadios que se caracterizan por el descenso de la función renal, y durante los cuales el paciente puede presentar diversos síntomas: náuseas, vómitos, hipertensión arterial, hinchazón en los pies, anemia y pérdida de proteína en la orina, entre otros.
Por otra parte, la Covid-19 ha dejado un tendal de enfermos que desconocen su condición.
*Médico nefrólogo, cardiólogo y especialista en hipertensión arterial del Sanatorio Modelo de Caseros. Contenido exclusivo de la revista Rumbos.