Un terrario es un recipiente en el que se tratan de reproducir, de manera artificial, las condiciones de un hábitat específico con el fin de crear un jardín o un ambiente ideal para un reptil o un grupo de insectos. En los hechos, resultan ser pequeñas instalaciones naturales encantadoras, que embellecen y alegran todos los espacios por donde pasan.
Si vamos a hacer un terrario vegetal, lo primero a definir es qué tipo de clima queremos que recree en su interior: ¿Un hábitat desértico o uno tropical?
Para el primero de los casos, tendremos que comprar pequeñas plantas de suculentas y cactus, y dejar el frasco abierto para asegurarnos de que se evapore el agua de riego excedente.
En cambio, si queremos armar uno de plantas tropicales, el terrario deberá estar tapado para conservar dentro del recipiente la máxima humedad ambiente posible.
Los beneficios de estos pequeños hábitats no son solo estéticos. Las plantas de los terrarios humedecen el aire, contribuyen a mantener nuestras mucosas y la garganta en mejores condiciones y actúan como escudo natural contra la contaminación, porque absorben las partículas y gases tóxicos del ambiente.
¡Hágase la luz!
Este es un desafío para los detallistas de la vida: armar un terrario dentro de una bombita de luz. El procedimiento es el mismo, pero aquí tendremos que usar anteojos de seguridad (por el vidrio), pinzas finas y un destornillador.
Medidor de pH y humedad
Este dispositivo te va a servir para los terrarios y tus plantas en general. Fácil de usar y muy preciso, te permite medir la acidez del pH, la humedad y los niveles de luz del suelo, para que puedas controlar el ambiente donde crecen.
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