Son cada vez más los estudios que reportan asociación entre la enfermedad periodontal, los nacimientos prematuros y el bajo peso al nacer. Las mujeres embarazadas que presentan enfermedad periodontal son más propensas a tener abortos, partos pretérmino y bebés pequeños o de bajo peso.
El aumento de estrógeno y progesterona que se experimenta durante el embarazo puede provocar una mayor susceptibilidad de las encías a la placa bacteriana, produciendo gran irritación. El aumento de las hormonas genera vasodilatación capilar favoreciendo el exudado y la permeabilidad gingival.
Por eso, un profundo cepillado de dientes y una buena limpieza interdental son claves para eliminar esta placa, ya que de lo contrario existe una marcada tendencia hacia la gingivitis, que es el estadio más leve de la enfermedad periodontal.
Los problemas gingivales son comunes durante la gestación y se estima que una de cada tres embarazadas los padece.
Las alteraciones bucales más frecuentes en el embarazo son:
- Gingivitis gravídica: Encías enrojecidas, inflamadas, sangrantes. Más frecuente en el segundo trimestre del embarazo, relacionada con mala higiene oral, dieta, respuesta inmune y alteraciones hormonales. La placa bacteriana es el factor central para la aparición de la gingivitis.
- Granuloma del embarazo: También llamado “épulis gravídico” o “tumor del embarazo”. Es una tumoración benigna (1-5%) localizada en una zona con gingivitis en el maxilar superior, suele remitir después del parto.
- Enfermedad periodontal: en el embarazo se produce la hormona relaxina, cuya función es relajar las articulaciones para facilitar el parto, pudiendo actuar también en el ligamento periodontal provocando una ligera movilidad dentaria que tiende a desparecer tras el parto.
- Caries dental: El embarazo no debe ser considerado per se como una causa de la caries. Se cree que se produce una desmineralización debido a la pérdida del calcio para la formación del feto, pero el esmalte tiene un intercambio mineral muy lento conservando su contenido toda la vida. Sin embargo, la mujer sí presenta una alteración en la composición salival y la flora oral produciéndose xerostomía fisiológica (lengua seca), que facilita la aparición de caries. Esto puede traer halitosis o mal sabor.
Algunos hábitos que debemos incorporar durante el embarazo:
- Acudir al odontólogo para hacer un control bucal.
- Cepillar los dientes tras cada comida, unos dos minutos.
- Realizar limpieza interdental, al menos una vez al día.
- Enjuagarse la boca con colutorios de flúor, son buenos protectores frente a la caries y remineralizan el esmalte.
- Si se padecen vómitos, enjuagar bien la boca después de cada episodio y esperar unos minutos a que baje la acidez para lavar los dientes con una solución que contenga bicarbonato de sodio.
- La alimentación es esencial para una boca sana. Controlar el consumo de azúcares y aumentar el consumo de calcio, con lácteos y yogures, carne, pescado y legumbres.
Los controles médicos y odontológicos van de la mano durante la gestación, ya que el descuido bucal puede tener consecuencias no solo para la madre, sino también para el pequeño por venir.
* Especialista en Medicina Reproductiva MN 123756. pnicotra@cegyr.com IG @dra.pamelanicotra Contenido exclusivo de revista Rumbos.