“Lo que más me atrapó de esta película fue esencialmente cómo estaba construido el guion, la precisión como marca de estilo... La ira de Dios es un thriller psicológico, no de acción, por lo que tenía otras exigencias y complejidades. El director, Sebastián Schindel, logró encajar magistralmente, en una trama policial atrapante, distintas fases de tiempo y los puntos de vista de tres personajes centrales, como son el de Juan Minujín (el periodista Esteban Rey), el de Macarena Achaga (Luciana) y el mío (Kloster)”.
El que habla con entusiasmo de La ira de Dios, la nueva película de producción nacional estrenada en Netflix el 15 de junio, es nada menos que su protagonista, Diego Peretti, actor todo-terreno que está próximo a celebrar sus treinta años de carrera artística. El reciente filme cuenta la historia de Luciana (Macarena Achaga), una joven que al inicio de la película trabaja como asistente de un famoso escritor de thrillers llamado Kloster (Peretti). Pero diez años más tarde, se encuentra ante un realidad completamente diferente: sus seres queridos han ido muriendo de forma sospechosa y trágica, y Luciana se convence de que todo se trata de una venganza contra ella. Con la ayuda del periodista Esteban Rey, interpretado por Juan Minujín, intentará descifrar el misterio que la atormenta.
-Kloster, tu personaje, hace un notorio viraje hacia lo siniestro a medida que avanza la historia. ¿Qué te enganchó de ese personaje?
-Me gustó mucho que es un thriller de precisión, todo encaja perfectamente. Esa precisión lo es todo, es el suspenso bien resuelto. En el guion de La ira de Dios yo respiraba ese suspenso en la lectura y para mí fue muy claro verlo cinematográficamente resuelto. Todo esto me llevó a aceptar la propuesta de esta película. Y junto a eso, también me interesó explorar, como actor, esa evolución silenciosa y siniestra que tiene el personaje de Kloster, que está muy bien estructurado.
-¿Es algo novedoso en tu carrera interpretar a villanos o personajes que se destacan por su costado repulsivo en algún sentido?
-No, no es novedoso. Es cierto que mi faceta de comediante se ha conocido más a través del cine y la tele, pero desde hace muchos años que vengo trabajando también en dramas interprentando a personajes más oscuros, sobre todo en televisión. Lo que pasa es que los personajes que interpreto que se vuelven más populares por ahí tapan a los otros. Espero que Kloster tenga buen alcance.
-En Ecos de un crimen, película de Cristian Bernard que estrenaste en cines este año y te tiene como protagonista, interpretás también a un escritor. ¿Te resulta familiar el universo literario? ¿Vos escribís además de actuar?
-Yo escribo mucho y me siento a gusto con el ejercicio de escribir. Hace seis años que estoy trabajando en una novela que no sé a dónde llegará. Pero de manera amateur puedo decir que conozco la cabeza de un escritor, cuáles son sus rituales, sus ansiedades… Aunque es cierto que los cineastas que me convocaron no conocían esta afinidad. Una gran suerte.
-¿Cómo te llevás con ese phisique du rol del escritor?
Me encanta meterme en esas mentes, ponerme en esa perspectiva. El escritor es un personaje muy visitado por el teatro y el cine por su riqueza psicológica y las posibilidades que brinda a una trama ficcional. El escritor es considerado alguien con una imaginación superior, que puede volar a mayores alturas que otras personas que no escriben. Todo esto nos permite a los actores construir personajes muy ricos y complejos.
-¿Cuánto te gusta el género policial? ¿Sos de tirarte el fin de semana a leer una buena novela o ver una serie en streaming?
Me encanta leer y ver policial. Tengo una película alemana buenísima para recomendar, con un actor danés muy bueno... ¡Ay, no me acuerdo el nombre del tipo! (risas) La película se llama Polar, está en Netflix. Él es un matón en declive, al que le queda un poco de vergüenza para expirar su culpa a través de una buena acción. ¡Mads Mikkelsen! Ese es el actor. Protagoniza también un wester danés brillante de hace unos años, La Salvación.
-Ahora en junio estás embarcado también en el rodaje de la segunda temporada de El Reino, por lo que tendremos más intrigas alrededor del ambicioso pastor Emilio Vázquez Pena. ¿De dónde salió la materia prima para componer a semejante personaje, su gestualidad, su manera de hablar?
-Para componer al pastor Emilio primero tuve que imaginar las motivaciones que lo llevan a hacer lo que hace, a ser quien es... Es decir, motivaciones que tanto los espectadores como yo pudiéramos entender, por más alejadas que nos resulten de la realidad; porque la locura, en general, también tiene su lógica, una lógica despegada de la realidad pero que existe. A partir de observar cuestiones como estas, Claudia Piñeiro y Marcelo Piñeyro, que son los creadores y guionistas, fueron dando forma a un personaje dedicado a la religión, que a través de su seducción y una gran oratoria teñida por una lógica y un discurso místicos, evangélicos, logra cautivar y ascender a los niveles más altos de la política de la Argentina. Teniendo en cuenta conflictividad política del país, ese se vuelve un ingrediente muy significativo de la serie. A mí me tocó investigar y estudiar mucho acerca de los pastores evangélicos, cómo hablan, cómo se mueven... Vi muchos videos de YouTube y también visité varios templos, donde los pastores me recibieron muy bien, para aprender cultura, rituales y simbolismos de esta vertiente del catolicismo.
-El estreno de la primera temporada generó bastante malestar a líderes de iglesias evangélicas. ¿Tuviste algún intercambio después del estreno? ¿Ahora se armará revuelo otra vez?
-En esa instancia no tuve intercambio ni mediático ni personal. Cuando se desató el problema con estos referentes religiosos, hablé con Marcelo y con Claudia, pero no establecí ningún tipo de polémica porque no me parece profundo el planteo. La verdad es que El Reino es una ficción como cualquier otra; otras historias trascurren en un psiquiátrico, una academia militar, una escuela, un convento… Y no significa que cada institución quede aludida cada vez que una ficción toca un tema.
-Podés darnos una pista de por dónde va esta temporada de El Reino?
-Algo puedo contar. Lo principal es que el Pastor Emilio llega a lo más alto del poder en la Argentina. En esta segunda temporada vamos a narrar cómo ese poder va destrozándolo a Emilio, y destroza a su paso todo lo que él ha construido, su iglesia, un país. El declive de este rey es el tema de esta temporada.
-Bueno, suponemos que después de este rodaje te tomarás unas mrecidas vacaciones este año, o tenés algún proyecto más para 2022?
-No puedo contar mucho, pero estoy metiéndome en otro trabajo muy lindo para este año. Seguramente este segundo semestre haga una película con Hernán Guerschuny como director. Una adaptación de Cyrano de Bergerac en tiempos modernos. Ampliaremos.
-¿Tenés redes sociales? ¿Te gustan? ¿Sabés que tenés una “fanpage” en Instagram donde hacen publicaciones de series, obras y películas tuyas?
-No tengo redes sociales. Uso WhatsApp nomás. Pero sé de esa fanpage por mi familia, a veces me muestran las publicaciones. No estoy en contra ni nada, incluso me parece que las redes pueden ser un anclaje comunicativo poderoso, y que bien utilizado, sanamente, debe ser muy efectivo. Pero la cabeza me alcanza para las cosas que tengo que hacer (risas). Mucha gente me dice por qué no tenés, que es divertido, que leés las noticias cuando te despertás… Me parece genial, pero no me da la cabeza ni el tiempo.
-Me estaba olvidando de algo... Por estos meses también estás actuando en los teatros de la porteña Avenida Corrientes: siete funciones semanales de la obra Inmaduros junto a Adrián Suar. ¿Cuándo salen de gira por todo el país?
-Seguramente estaremos recorriendo las provincias en 2023. La obra es con Adrián Suar y cuatro actrices buenísimas: Patricia Echegoyen, Fernanda Metilli, Jessica Abouchain y Carla Pandolfi. La dirección es de Mauricio Dayub.
-Trascendió que el año próximo se rodará al fin la esperada película de Los Simuladores, de Damián Szifron. ¿Es así? ¿Ya tiene fecha de estreno?
-Estamos muy contentos. La idea es estrenarla en 2024... Vamos a filmar la película de Los Simuladores durante el segundo semestre de 2023. Un sueño postergado que se va a hacer realidad.
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