Chaouen: la impactante ciudad azul que se volvió un ejemplo del turismo seguro en pandemia

Gracias a sus variadas propuestas al aire libre y el exitoso plan de vacunación implementado en Marruecos, esta encantadora comunidad se ha sumado a la lista de destinos seguros para 2021.

Chaouen: la impactante ciudad azul que se volvió un ejemplo del turismo seguro en pandemia
Actualmente, Marruecos acepta la entrada de visitantes, pero exige una prueba PCR negativa dentro de las 72 horas previas al inicio del viaje.

Vaya si es particular esta ciudad de Marruecos encajonada en las montañas del Rif. Para donde miremos, en Chefchaouen (o Chaouen, como le dicen los lugareños) todo es azul: casas, comercios, escaleras, puertas, persianas y ventanas... El más sereno de los colores se luce en mil variantes de cobaltos, turquesas y celestes, pero se impone esa tonalidad índigo, llena de vida, que en México llaman “azul rey” y aquí es marca registrada del pasado y el presente.

Fundada en 1471, la Ciudad Azul cuenta actualmente con 40.000 habitantes, y si bien suele estar siempre atestada de visitantes, en tiempos de pandemia ha adoptado un ritmo más sereno, con una modalidad de turismo a menor escala que la vuelve un destino al aire libre e ideal.

La belleza sencilla de Chaouen se potencia con el encanto de callejuelas serpenteantes, que invitan a pasear indefinidamente olvidando el alocado compás de estos tiempos.

Además, un estudio reciente elaborado por la plataforma Planyts -con datos de la Universidad de Oxford y la Organización Mundial de la Salud-, asegura que los destinos turísticos marroquíes se encuentran entre los más seguros del mundo, gracias a que se ha llevado a cabo un efectivo plan de vacunación.

Actualmente, Marruecos acepta la entrada de visitantes, pero exige una prueba PCR negativa dentro de las 72 horas previas al inicio del viaje y la descarga de la aplicación de rastreo Wiqaytna.

En Chefchaouen todo es azul: casas, comercios, escaleras, puertas, persianas y ventanas... El más sereno de los colores se luce en mil variantes del cobalto, el turquesa, el celeste y el índigo.
En Chefchaouen todo es azul: casas, comercios, escaleras, puertas, persianas y ventanas... El más sereno de los colores se luce en mil variantes del cobalto, el turquesa, el celeste y el índigo.

¿Por qué en Chaouen todo es azul?

Los guías cuentan que la singular impronta de esta ciudad comenzó a gestarse en los años 30, cuando llegaron cientos de judíos en condición de refugiados y comenzaron a pintar de este color sus frentes para reflejar el cielo que les recordaba a dios.

No obstante, no faltan quienes dicen que, en realidad, la costumbre tiene un origen menos poético: ahuyentar a los mosquitos.

En los talleres artesanales y tienditas que abundan en su pequeño entramado urbano, podemos encontrar bellísimas cerámicas y también collares, alfombras y especias perfumadas.
En los talleres artesanales y tienditas que abundan en su pequeño entramado urbano, podemos encontrar bellísimas cerámicas y también collares, alfombras y especias perfumadas.

Caminar por sus encantadoras callejuelas de tinte añil y admirar el arte de las puertas de madera ya es un programa en sí mismo. Pero si tenés la suerte de hacer este viaje, una posta que no puede faltar es la Gran Mezquita de estilo andaluz de la ciudad... No nos dejan entrar si no somos musulmanes, pero es una belleza que vale la pena contemplar en detalle.

Actualmente, Marruecos acepta la entrada de visitantes, pero exige una prueba de PCR negativa dentro de las 72 horas previas al inicio del viaje.

También son un placer los talleres artesanales y tienditas que abundan en su pequeño entramado urbano: podemos encontrar collares, cerámicas, alfombras y especias perfumadas para cocinar.

En torno de la plaza Uta El-Hamman, hay chiringuitos que venden tajín, cous-cous y maakouda, una prima hermana de la tortilla española (con comino, cúrcuma y pimienta negra) que se come con aceitunas, tomate y aros de cebolla. Bocado celestial.

En torno de la plaza Uta El-Hamman, hay chiringuitos que venden tajín, cous-cous y maakouda, una prima hermana de la tortilla española con comino, cúrcuma y pimienta negra.
En torno de la plaza Uta El-Hamman, hay chiringuitos que venden tajín, cous-cous y maakouda, una prima hermana de la tortilla española con comino, cúrcuma y pimienta negra.

En la ciudad y sus alrededores, también hay numerosos y atractivos monumentos, como la Kasbah, una imponente construcción de origen militar. Luego de conocerla, podemos visitar el Museo Etnográfico, que está a metros de allí.

A su belleza sencilla y rotunda, se le suman la brevedad de su entramado urbano y las callejuelas serpenteantes, que te invitan a pasear infinitamente olvidando el alocado compás de estos tiempos actuales. ¿Un ritual que todos los viajeros adoran recrear en Chaouen? Sentarse en alguno de sus barcitos y pedir el célebre té verde con hojas frescas de menta, una delicia dulzona que marida de maravillas con el relax.

Cómo llegar

El aeropuerto más próximo a Chaouen es el de la ciudad de Tánger, a 120 km. Desde ahí, podemos tomar un taxi o un ómnibus hasta la Ciudad Azul. También hay buses que llegan desde las principales ciudades marroquíes (Casablanca, Fez, Rabat, Tetuán, Meknes) y desde Ceuta, en España.

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