Cada planta posee varios nombres: algunos son “apodos” locales y con otros las identificamos de manera universal.
Las plantas tienen dos o más nombres: una es la denominación popular (margarita, jazmín, orejita de ratón), que varía en cada país.
En tanto, el nombre científico es aquel que le pusieron los botánicos para clasificarla y está compuesto por al menos dos palabras, escritas siempre en latín y cursiva: la primera indica el género al que pertenece la planta (es decir, al grupo de plantas con características comunes) y va siempre con letra inicial mayúscula; mientras que el segundo término, en minúscula, indica puntualmente su especie.
Así, a través del nombre científico logramos identificarlas con exactitud en cualquier lugar del planeta. ¿Un ejemplo? Si pedimos en Moscú, París o Nueva York un Handroanthus impetiginosus, sabrán que buscamos un árbol del género Handroanthus y de la especie impetiginosus... Y ya en nuestros pagos argentinos también podremos decir: ¿Me vende un lapacho rosado?
+ TIPS POR REGIONES
- Norte + Dividir helechos: Aprovechá estos días húmedos para dividir helechos, antes de que comiencen a crecer de manera exuberante y se complique la tarea.
- Centro + Rayitos de sol: Los Mesembryanthemum (rayito de sol) comienzan a florecer por estos días. Regalos bien mientras estén en flor, para perpetuar ese estado, y luego disminuí el riego para provocar una segunda floración en diciembre.
- Patagonia + Huerta temprana: Con menor riesgo de heladas, ya es tiempo de sembrar lechuga, remolacha, acelga, rabanito, rúcula y perejil. Si finalmente no pasamos un septiembre frío, habrás ganado tiempo y obtendrás rica verdura antes de lo previsto. Y si te enterás de que se viene una helada tardía, procurá tapar los almácigos con cajas de cartón o paja para que no sufran las plantas.
*Especialista en Jardinería orgánica de revista Rumbos. Contenido exclusivo.