Son varios los factores que delinearon su personalidad artística y que explican el fenómeno. BZRP fue parte de la generación protagonista del Quinto Escalón cuando la competencia de free-style se realizó en el Parque Rivadavia de Buenos Aires, entre 2012 y 2017. Su particularidad es que no se hizo conocido por rapear, sino por crear un formato de videos, llamados Combos Locos, que retrataba momentos hilarantes y graciosos de las competencias de rap. BZRP también hacía remixes de esas batallas y ahí empezó a aparecer el germen de su perfil musical. Su primer remix de una canción fue “No vendo trap” de Duki, en el 2016, un tema que resultó ser la piedra fundacional de todo lo que vino después.
Desde el inicio, se desprenden los motores principales para entender a BZRP: el manejo del lenguaje de internet a través de videos de YouTube, la búsqueda de la viralización mediante redes sociales y el carácter colectivo de la música con las colaboraciones entre los nuevos artistas que participaban del Quinto Escalón –de allí salieron Duki, Wos, Lit Killah, Trueno y Paulo Londra, por ejemplo-. “BZRP pertenece a una generación que propuso un cambio importante dentro de la música y de la forma de consumirla: tener como horizonte un crecimiento colectivo y saber qué necesitan de los demás. Se entiende que si hay una canción que la pega, la pegan los diferentes autores. Eso me parece brillante”, explica Agustín Gennoni, productor general de podcasts de Futurock y realizador del podcast +Música+Emoción.
La formación de BZRP también es clave para entender su personalidad creativa y autodidacta. Fue a una escuela con orientación audiovisual y allí aprendió a editar videos. Durante su adolescencia, tomó clases de piano mientras aprendía a utilizar el FL Studio, un software para hacer música desde la computadora. En una entrevista con la revista Rolling Stone de agosto de 2021, recuerda: “Mis amigos salían a bailar y yo elegía quedarme aprendiendo más del FL Studio. Me quedaba hasta la madrugada. Me quedaba dormido con la computadora encima”. Luego estudió la carrera universitaria de Marketing y tuvo un paso por la discográfica multinacional Warner Music, lo que le permitió conocer a la industria desde adentro.
Con todo ese conocimiento encima, Biza no se quedó atado a sus videos virales y subió la apuesta. Salió a buscar a los referentes del rap local para que graben en un formato artesanal desde su cuarto. El 17 de noviembre de 2018 salió la Freestyle Session #1, protagonizada por Kodigo, un referente en la escena nacional, oriundo de Rosario. Aunque en un estado embrionario, la primera Session ya muestra el estilo BZRP: el cuarto como un estudio casero, el micrófono con un aura radial y el Biza de espalda, manejando los sonidos desde su computadora, aunque sin los lentes oscuros y la gorra negra que adoptó después como parte de su estética. El impacto de las sesiones fue in crescendo y, con el tiempo, se volvieron récord. La Session #6 de Trueno se convirtió en el freestyle con más reproducciones de internet, superando a improvisaciones de raperos históricos como el venezolano Canserbero y el norteamericano Eminem.
Un hit detrás de otro
Como productor, BZRP es el encargado de armar las bases musicales, llamados beats en la jerga, y los artistas ponen su voz. El canal de YouTube de Bizarrap se convirtió en una referencia en el ámbito del freestyle. Y el salto a la creación musical llegó de la mano del rapero Bhavi, quien le propuso a BZRP producir una canción para el canal. Así fue el debut de las Music Session, el 8 de febrero de 2019, un formato que resultó ser oro en polvo para una audiencia cada más familiarizada con el rap y el trap. Desde entonces, las Music Session se convirtieron en un trampolín para los nuevos artistas como Nicky Nicole, Paco Amoroso o L-Gante, que vieron despegar sus carreras solistas después de grabar con él. El mérito de BZRP también fue adaptarse al estilo de cada artista, dialogar sobre el perfil que se busca antes de grabar, encontrar efectos sonoros que potencien los tracks y detectar con un instinto muy afilado cuando está en presencia de una frase o estribillo con destino de hit.
BZRP produjo 49 canciones bajo este formato pero el quiebre definitivo se produjo en la Music Session #36. La canción de Nathy Peluso -la de “iam a nasty girl, fantastic, este culo es natural, no plastic”- se convirtió en un hit internacional y proyectó al pibe de La Matanza a nivel global. Impulsada por los challenges de la plataforma TikTok, donde la audiencia realiza coreografías filmadas con el celular, el tema se ubicó en el top viral de más de 24 países incluyendo a Italia, Portugal, Francia y Suiza. Actualmente, sigue siendo la canción con más reproducciones del canal de BZRP, con más de 305 millones. El fenómeno no tardó en atraer a las voces consolidadas del reggaetón que quisieron tener su propia Session, como Nicky Jam, Anuel AA y Residente, para subirse a la ola del momento.
Además, si hay algo que Biza maneja a la perfección, es la generación de expectativa alrededor de su trabajo. Quizás por su formación en marketing, sabe aprovechar y exprimir el efecto sorpresa para atraer la atención hacia su próximo lanzamiento. Es como si estuviera creando una nueva épica. Incluso en su decisión estética –no mostrar la cara, ocultarse detrás de lentes y una gorra negra- hay una búsqueda de generar misterio.
Este coctel llegó a su pico con el suspenso creado alrededor de la Session #23 de Paulo Londra, una canción muy esperada por el público después del conflicto del artista cordobés con la productora Big Ligas, que lo dejó afuera del mercado durante dos años. En internet circularon miles de teorías conspirativas sobre la Session de Londra y BZRP supo capitalizar toda esa expectativa: para su publicación, puso la condición de alcanzar la enorme suma de 23 millones de comentarios en Instagram, número que alcanzó en 19 horas y convirtió al post en el segundo más comentando de la historia de la red social. La canción fue, además, un éxito en las plataformas de música, logrando el número 2 del top global de Spotify, detrás de Harry Styles, y siendo número uno en varios países.
“Hay un antes y un después en la industria musical desde BZRP. Nunca había pasado en Argentina que un productor tuviera tanto protagonismo. Demostró que el productor puede tener la misma importancia que un artista o convertirse en uno. Estuvo nominado en los Latin Grammy como Nuevo Artista, algo que nunca había hecho la academia”, explica Manuel Buscalia, periodista especializado en música y productor del documental “Rompan Todo: la historia del rock en América Latina” de Netflix.
BZRP explotó durante la pandemia, por eso recién ahora está demostrando lo que puede hacer en un show en vivo. Como en el Lollapalooza 2022, cuando invitó a subir al escenario a Gaspar Benegas, el guitarrista de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, a tocar el clásico ricotero “Jijiji”. Esto se explica, según Buscalia, porque los artistas de las nuevas generaciones “son hijos sonoros del rock nacional”. “Biza es fanático de los Redondos, al igual que Wos. A Duki le encantan Los Abuelos de la Nada o Babasónicos, sus sonidos están muy influenciados por esas bandas”, explica.
Después de haber roto varios récords, BZRP está “cada vez más pegado”, como le dicen los jóvenes a estar de moda. Todavía está pendiente la Music Session con Duki, que ambos prometieron sacar si la selección Argentina ganaba la Copa América y que saldría antes del Mundial de Qatar.
“Hoy está en un lugar increíble y, si ves la carrera de los productores, tienden a mejorar con el paso de los años. BZRP tiene 23 años y hay toda una proyección internacional que se está abriendo a su paso que va a ser un flash. Me parece hermoso que exista un pibe argentino con esa proyección, que todavía no alcanzó su techo”, se entusiasma Gennoni.
“BZRP no tiene límites, va a terminar haciendo sesiones con las principales estrellas a nivel mundial. Tiene un talento nato como productor pero también tiene una especie de termómetro para medir con qué artista grabar en cada momento. Tiene un poder enorme”, concluye Buscalia.