Para cactus y crasas, el frío y la sequía invernales son experiencias normales en muchos de los sitios del planeta de donde provienen. Por esto es fundamental aprender algunos secretos sobre sus cuidados y evitar ciertos errores muy comunes.
Si respetamos la vida y los ciclos de la naturaleza vegetal, tendremos plantas sanas y fuertes por muchos años.
Aquí van mis consejos:
- En estos días ya fríos, las crasas y los cactus agradecen las bajas temperaturas reinantes y padecen, en cambio, el calor de los calefactores y split.
- Por eso, lo mejor es sacarlas de los interiores calefaccionados y colocarlas en una galería fresca, en el lavadero o el balcón.
- Si están pronosticadas heladas intensas, a lo sumo podemos taparlas con diarios para preservarlas.
- Un dato clave: durante estos meses de temperaturas bajas no hay que regarlas, ya que este tipo de plantas entra en receso invernal y no crece, por lo que no demanda agua (le basta con la acumulada en las estructuras de sus cuerpos en verano).
- Si las regamos, estaremos condenándolas a muerte, favoreciendo la aparición de hongos de cuello de raíz o, en el mejor de los casos, obligando a la planta a retomar su crecimiento en un momento inadecuado y sacándola de su estado de confort.
+ TIPS POR REGIONES
- Norte + Dalias durmientes: Cuando veas secas las ramas y la parte aérea de las dalias, ya podrás sacar sus rizomas de la tierra para dividirlos y plantarlos nuevamente en primavera. Luego de extraer los tubérculos, tirá en el hueco en la tierra un puñado de compost o mantillo para reponer los nutrientes que la planta ha consumido y mantener su equilibrio.
- Centro +Aporcado protector: Si tenés en la huerta lechuga, acelga, achicoria y cebolla, es buen momento para hacer un “aporcado” de tierra alrededor de las raíces, que consiste en recoger tierra en el entorno de la planta y amontonarla junto a ella haciendo un pequeño montículo, que le aportará calor y humedad a sus raíces.
- Patagonia + Tip de riego: Las heladas generan sequedad de ambiente. Cuando debas regar, hacelo por la mañana. A esa hora, el agua (naturalmente más tibia que el ambiente) calentará un poco el suelo.
CARTAS DE LECTORES
Guillermo Orlando Polenta consulta por su mandarino, de variedad criolla, que este año no dio frutos y ahora tampoco tiene flores; el año pasado estuvo en su esplendor. Cree que tiene cochinillas en las hojas y dice que es muy visitado por arañeros corona rojiza, que lo picotean.
Guillermo, esto que describís responde a una cuestión típica de los mandarinos, más cuando son plantas grandes que, con los años, comienzan a agotar los nutrientes del suelo, y entonces producen un año mucho, y al otro, poco o nada. Es una estrategia de la planta para no agotar los pocos nutrientes que quedan en el suelo. Podrás ayudar a tu mandarino incorporando mucho lombricompuesto en los alrededores de sus raíces y, también, quitando un poco de fruta el año que produce mucho, para que al siguente -cuando debería producir poco- cuente con un suelo nutrido. En cuanto a los arañeros, dejalos, que son aves insectívoras y, cuando pican, están comiendo insectos que afectarían al árbol.
Diego Daniel, de San Juan, cuenta que tiene desde hace cinco años un cactus con una floración muy especial. Quisiera reproducirlo, pero no produce brotes nuevos ni ramificación que permitan desprender una nueva planta.
Diego, en el mes de noviembre acordate de cortar, con una trincheta limpia, un segmento de 5 cm del extremo de la planta. Dejá que el pedacito cortado cicatrice en un lugar de sombra durante 48 horas y luego apoyalo en una maceta con arena húmeda. En dos meses, habrá enraizado y tendrás una planta nueva multiplicada por esqueje apical.
Eduardo Deredita tiene en su jardín, desde hace varios años, una planta de bulbos cuyo nombre desconoce, que florece siempre entre mediados de septiembre y primeros días de octubre. Su ubicación es a pleno sol.
Eduardo, la planta en cuestión es un Hippeastrum, llamada popularmente Amarilis. A pesar de que no es una de esa especie, el nombre correcto es un Hippeastrum y requiere de dos meses de sequía entre julio y agosto para producir estas hermosas flores que mencionás en noviembre.
Daniel Botello tiene dos Santa Rita que inicialmente crecieron explosivamente, con bellísimas flores, y luego de la primera poda, hace tres años, detuvieron su crecimiento y ahora lucen casi sin follaje. Están plantadas en maceteros de 60 cm de profundidad, en un balcón.
Daniel, la planta en maceta siempre tiene sus recursos limitados al tamaño de cada recipiente. Si incorporás ahora tierra nueva o lombricompuesto, la planta encontrará los minerales necesarios para reiniciar su crecimiento. Cada dos años, repetí esta fertilización natural.
* Especialista en Jardinería orgánica de revista Rumbos. Contenido exclusivo de Rumbos.