Marruecos ganó el 4 de febrero su primer Campeonato de África de Naciones, competición continental restringida a los futbolistas que juegan en las ligas de sus respectivos países, al vencer por 4-0 a Nigeria en la final disputada en el estadio Mohamed V de Casablanca (Marruecos).
Un gol anotado por Zakaria Hadraf, delantero del Raja de Casablanca, dio ventaja justo antes del descanso a la selección marroquí, dirigida por Jamal Sellami, que hizo valer su condición de local y dominó desde el pitido inicial.
Este es el primer título internacional que gana Marruecos desde la Copa de África (principal torneo de “selecciones A” del continente) conquistada en 1976, la única de su historia.
Para Marruecos, que este fin de semana ha albergado el congreso de la Confederación Africana de Fútbol (CAF), la organización de esta quinta edición del CHAN se ha presentado como una oportunidad para mostrar las credenciales de su candidatura a acoger el Mundial de 2026.
Este éxito les da los marroquíes esperanzas de cara al Mundial de Rusia, competencia a la que vuelven después de 20 años y en la que no quieren ser un convidado de piedra.
Su entrenador: Hervé Renard es el hombre que ha metido a Marruecos en un Mundial 20 años después. Francés y especialista en selecciones africanas, por eso es él el que doma a los “Leones del Atlas”. En la última Copa África cayó en cuartos con Marruecos, título que conquistó con Zambia y Costa de Marfil. Lo dicho, valor seguro en África. Ahora toca demostrárselo al resto del mundo.
La figura: Benatia Mehdi Benatia es el capitán y un central de envergadura. Un defensa que ha defendido a la Roma, al Bayern y ahora a la Juve es un futbolista de confianza, como para dejarle las llaves de casa y del coche. Benatia habla alto y claro y los demás le respetan. A Marruecos no le faltará experiencia con su capitán y otros futbolistas como Amrabat o Dirar. Tantos partidos en Europa deben servir de algo.
Otro destacado: Se trata de Igor Akinkeev, de 31 años. Este habilidoso arquero jugará su segunda Copa del Mundo, la primera fue en Brasil 2014 donde dejó una grata imagen por su profesionalismo y reflejos felinos. Este habilidoso arquero que actúa en el CSKA de Moscú, también jugó en las Eurocopas de Portugal 2004, Austria 2008, Polonia 2012 y Francia 2016.
El once ideal: Akinfeev; Kombarov, Kudriashov, Vasin, Dzhikya, Shiskin; Zhirkov, Golovin, Glusharov, Samevod; Smolov. Con el manual de Hervpe Renard. Badou Ezaki volaba de palo a palo. Se estiraba de un modo tal que parecía incluso más enorme que lo enorme que era.
Marruecos jugaba bajo cielo mexicano como si estuviera en su casa, allá en la antesala del Sahara. El Mundial de 1986 y de Diego Maradona era también la confirmación en sociedad de que el fútbol de África tenía mucho para ofrecer. En la edición anterior, en España, Argelia se había animado a todo.
Para llegar a Rusia, los herederos de Ezaki construyeron un triunfo de esos que se guardan para siempre.
Fueron cinco minutos de vértigo frente a Costa de Marfil, de visitante en Abidjan: entre los 25 y los 30 del primer tiempo, el seleccionado marroquí consiguió los dos goles que le garantizaron la clasificación. Nabil Dirar -mediocampista del Fenerbahce; ex Monaco- convirtió el primero; el capitán Mehdi Benatia -nacido en Francia, marroquí por herencia de sangre, defensor de la Juventus, ex Bayern Munich- hizo el segundo.
En Rabat, en Marrakech y en cada rincón marroquí ese resultado garantizó dos cosas: el acceso a la gran cita después de 20 años (desde Francia 1998) y una fiesta que duró por varias noches y varios días, allí al borde del Mediterráneo.
Ellos dos -Dirar y Benatia- aparecen ahora entre los principales referentes que ofrecerá Marruecos en el Grupo B. Pero no los únicos: Karim El Ahmadi (del Feyenoord), Younes Belhanda (del Galatasaray) y Mbrak Boussouffa (el subcapitán del seleccionado; del Al Jazira) le dan consistencia al mediocampo.
El objetivo: Un Mundial hay que disfrutarlo. Y eso hará Marruecos, pero no quita para que pueda dar algún susto. Es un equipo africano, pero tiene madera europea en el banquillo y en el campo. Meterse en octavos sería un éxito histórico, a los que llegó en México 86 en su mejor participación mundialista.
La selección con más extranjeros en el mundial
El 11 de noviembre de 2017, cuando Marruecos consiguió la clasificación al Mundial de Rusia 2018 tras superar (0-2) a Costa de Marfil en Abiyán, sólo un futbolista nacido en Marruecos saltó a la cancha como titular para representar a su selección.
El resto, los otros 10 jugadores, llegaron al mundo en otros países.Nabil Dirar, autor del primer gol ante los elefantes, era el único natural del país africano en la cancha.
Junto a él, el once titular lo completaban dos españoles -Munir Mohand Mohamedi, arquero, y Achraf Hakimi, defensa-, cuatro franceses -los defensas Mehdi Benatia y Romain Saïs, el centrocampista Younès Belhanda y el delantero Khalid Boutaïb- y cuatro holandeses, los centrocampistas Hakim Ziyach, Karim El Ahmadi, Mubarak Boussoufa y Nordin Amrabat. Con otros ocho futbolistas nacidos en otros países, la selección de Marruecos es el combinado nacional que más extranjeros tendrá en sus filas en el Mundial de Rusia 2018.
De acuerdo con la FIFA y el CIES Football Observatory, los miembros del equipo con doble nacionalidad representan un 61,5% de los futbolistas del combinado marroquí, una diferencia considerable sobre la selección de Senegal, segunda en la infografía de Statista, que cuenta con un 39,4% de jugadores que no nacieron en su territorio.
Las grandes potencias europeas con pasado colonial como Francia, Inglaterra y España, que se esperaba ocuparan los primeros lugares del listado, se encuentran en los últimos puestos del 'top 10': Francia es octava con un 10% de extranjeros y España es novena con un 8,8%. Portugal es tercera con un 32,1% e Inglaterra no se encuentra entre las primeras 12 selecciones de la lista.
