El 17 de marzo de 1955 debutaba con la selección española Marcos Alonso Imaz. En Chamartín (es un distrito del municipio de Madrid), con una derrota ante Francia por 1-2 con el gol español firmado por Piru Gainza, se daba inicio a una saga que está a punto de convertirse en un caso único en el fútbol español.
Hace unas semanas, Julen Lopetegui convocaba por primera vez a Marcos Alonso Mendonza, el nieto de aquel chaval de 21 años que hace 68 defendía por primera vez la camiseta de España.
Un caso único porque en ese camino, en otro mes de marzo, el de 1981, Marcos Alonso Peña, el hijo de Marquitos y el padre del zurdo del Chelsea, disputó el primero de sus 22 partidos con la Furia Roja.
El debut fue en un partido que forma parte de la historia de la selección española: la victoria en Wembley el 25 de marzo de 1981, el mismo día que las fuerzas de seguridad liberaron a Quini, al que se rendirá tributo en el partido ante Argentina en el Wanda Metropolitano.
Lopetegui, actual seleccionador español, llamó a filas a Marcos Alonso en la última lista antes de dar la definitiva para el Mundial. Y lo hizo cuando parecía que era una puerta cerrada.
A pesar del alto nivel mostrado primero en la Fiorentina y después en el Chelsea, el representante de la tercera generación de los Alonso no había conseguido meter la cabeza en los planes del seleccionador.
Teorías de la conspiración al margen, lo cierto es que Lopetegui no acababa de encajar esa pieza en sus planes. Pero Marcos no se ha rendido nunca y mantuvo un nivel alto en su club a pesar de los dientes de sierra en el juego del Chelsea.
El pasado miércoles, con el seleccionador en la grada, el 3 del equipo de Conte volvió a ser un vendaval, sobre todo en ataque. La fe de Marcos en estar entre los elegidos por entrenador casi se habían extinguido.
Tanto que lo tenía todo preparado para marcharse unos días a Dubai después del partido que mide en los cuartos de final de la FA Cup mañana al Chelsea y al Leicester.
Será también en marzo, como su abuelo y su padre, cuando Marcos Alonso tenga la oportunidad de debutar con España. Alemania y Argentina, protagonistas de la última final del Mundial, serán los rivales que pueden medir su llegada. Si juega los dos igualará los partidos con la selección de Marquitos.
Caso raro, pero no único. Camino de los 100 años del seleccionado español -se cumplirán en 2020- los Reina (Miguel y Pepe) y otros Alonso (Periko y Xabi) forman hasta hoy las sagas que han jugado para España.
Pudieron darse otros caso, el del los Vantolrá y Regueiro, pero lo impidió la Guerra Civil. Martín y Luis formaron parte de la aventura mundialista de 1934, pero la guerra le llevó al exilio mexicano. Dos hijos suyos -Luis y José- jugaron con México los Mundiales de 1966 y 1970.
Para encontrar nietos que hayan unido su llegada a la selección a la de un abuelo y su padre hay que escarbar más. Uno de ellos fue rival de España camino de la pasada Euro, el eslovaco Vladimir Weiss, ex del Espanyol. Su padre, Vladimir, que era su seleccionador, disputó 19 partidos con Checoslovaquia y 12 con Eslovaquia. Era el relevo del primer Vladimir Weiss internacional allá por los años 40.
El mismo esquema se encuentra en Irlanda del Norte con los Feeney, en Egipto con los Emam, en Malta con los Salvinu y en dos casos de primer nivel: los Forlán y la familia de Chicharito, la única en la que los tres han jugado un Mundial.
El exjugador del Real Madrid tiene en su casa recuerdos de la Copa del Mundo que jugó su abuelo (Tomás Balcazar) en 1954 y de 1986, en la fue su padre el que tomó parte.
En Uruguay, la Confederación Sudamericana rindió tributo a finales de 2015 a la familia Forlán. El abuelo materno del ex de Villarreal y Atlético de Madrid, que fallecido en 1986, desarrolló la mayor parte de su carrera futbolística en Argentina (Racing e Independiente) y llegó a dirigir a la selección uruguaya, con la que logró la Copa América Extra de 1959 y la Copa América de 1967, en la que tuvo a sus órdenes a su yerno, el padre de Diego Forlán. Fuente: Diario Marca de España.
Casos similares en otras latitudes
Ser futbolista muchas veces tiene tintes de tradición. Es más, la profesión de jugador de fútbol muchas veces parece gremial donde el padre intenta que su hijo siga con su estela.
Por eso, Colgados POr el Fútbol dio una vuelta de tuerca y repasó en su web otras situaciones similares a la de padres e hijos que jugaron un Mundial.
1. Pablo y Diego Forlán. Los Forlán suman entre los dos 5 Mundiales disputados con la casaca de Uruguay. Pablo, el padre, jugó dos Mundiales con la celeste: el de 1966 en Inglaterra y el de 1974 en tierras alemanas. Fue un bravo lateral derecho. Diego, el hijo, no necesita presentación.
El ex delantero de Manchester United, Villarreal o Atlético Madrid, entre otros jugó tres citas ecuménicas defendiendo la bandera de su país: 2006 en Alemania, 2010 Sudáfrica donde fue uno de los mejores y 2014 en Brasil ya en clara cuesta abajo de su carrera.
2. Cesare y Paolo Maldini. La saga Maldini como los Forlán, suma también cinco Copas del Mundo. Cesare jugó en Chile 1962, y Paolo -uno de los mejores defensores de la historia del fútbol mundial-, disputó cuatro mundiales: 1990, 1994, 1998 y 2002.
Casualmente ninguno de ellos consiguió ganar nunca una Copa del Mundo (Paolo se quedó a las puertas en 1994 e Italia ganó en 2006 justo la primera en la que no estaba desde 1990) pero si que los dos levantaron la Copa de Europa que no es poca cosa.
3. Roy, Patrik y Daniel Andersson. Roy tenía genes futbolísticos para dar y tomar. La prueba de ello es que en este caso, él y dos de sus hijos, jugaron en la Copa del Mundo con Suecia.
El padre lo hizo en Argentina en 1978, Patrik en Estados Unidos ‘94 y Corea y Japón 2002 donde coincidió justamente con su hermano Daniel, quien también jugó en el de 2006. Casi nada.
4. Julio y Paolo Montero. Otro padre e hijo uruguayos jugaron los dos en una Copa del Mundo. Julio, el progenitor, participó en dos mundiales, México 1970 y Alemania 1974. Paolo, el hijo, un duro defensor que jugó en la Juve, entre otros durante muchos años, participó con Uruguay en el de 2002.
5. Jean y Youri Djorkaeff. Sin duda la pareja de padre e hijo más exitosos ya que Youri, es el único de esta lista que consiguió ganar un Mundial. Jean el padre, jugó en Inglaterra 1966 con Francia y llegó a ser el capitán de los Bleus.
Youri como ya hemos dicho, fue campeón con Francia en el Mundial de 1998 que precisamente se celebró en el país galo. También participó en el 2002 donde los franceses se marcharon en la primera ronda en un fracaso estrepitoso.
6. Miguel y Pepe Reina. Estos dos jugadores de apellido monárquico defendieron a España en mundiales con 40 años de diferencia. Si vamos estrictamente a quienes jugaron el Mundial de 1966, deberíamos decir que Miguel Reina no estuvo allí, ya que fue el suplente del portero titular José Ángel Iribar.
En 2006 su hijo correría similar suerte, ya que si bien formó parte del plantel que jugó en Alemania 2006, Pepe Reina estuvo por detrás de Iker Casillas, que jugó tres partidos, y de Cañizares, que jugó uno.
Lo mismo le sucedió en 2010, edición en la que España fue campeona. Sin embargo, se suele destacar su papel como motivador en el vestuario.
7. Nicolae y Ioan Lupescu. Nicolae disputó el Mundial de 1970 con la selección de Rumania y su hijo Ioan lo hizo en los mundiales de 1990 y 1994, en el que los rumanos llegaron a cuartos de final.
8. Wlodzimierz y Euzebiuzs Smolarek. Wlodzimierz fue uno de los jugadores más destacados de Polonia, para la que jugó los mundiales de 1982 (en el que Polonia terminó tercero) y el de 1986 (en el que su selección se fue en octavos).
Su hijo, Euzebiuzs, no ha tenido una trayectoria tan destacada, pero logró decir presente en el Mundial de Alemania, en 2006.
9. Tomás Balcázar, Javier "Chícharo" Hernández y Javier "Chicharito" Hernández. En este caso tenemos a tres generaciones de futbolistas que han defendido a la selección de México.
Tomás Balcázar jugó en la Copa del Mundo de 1954, en Suiza. Su hija se casó con Javier Hernández Gutiérrez, conocido como “Chícharo”, quien disputó la Copa del Mundo de 1986, en su país.
A su vez, su hijo, Javier Hernández Balcázar, conocido como “Chicharito”, jugó la Copa del Mundo de 2010, en Sudáfrica.
