Los restos del ex rey Miguel de Rumania, fallecido en Suiza a los 96 años, llegaron ayer a Bucarest, donde se realizará una serie de homenajes a esta personalidad muy respetada, antes de su funeral previsto para el fin de semana.
Una primera ceremonia tuvo lugar por la mañana en el aeropuerto de Bucarest, en presencia de las cinco hijas del ex soberano, representantes del gobierno y altos prelados ortodoxos,
El féretro, cubierto con la bandera real rumana, fue trasladado al castillo Peles, en Sinaia, una localidad en los Cárpatos, a 120 km al norte de Bucarest, donde Miguel I naciera el 25 de octubre de 1921.
Por la tarde, sus restos volvieron a Bucarest y fueron depositados en la sala del trono del ex palacio real. El entierro tendrá lugar el sábado en Curtea de Arges (centro del país), donde reposan su padre, el rey Carlos, y su abuelo, el rey Fernando I.
Rumania tendrá tres días de duelo nacional a partir de hoy. Miguel I falleció la semana pasada en Aubonne, Suiza, donde era tratado de una leucemia y un cáncer de piel que le obligó a abdicar sus responsabilidades en 2016 en su primogénita, la princesa Rumania, desde entonces custodia de la Corona.
Reinó en dos períodos: 1927-1930 y 1940-1947. Durante la Segunda Guerra Mundial, en agosto de 1944, cuando Rumania apoyaba a la Alemania de Hitler, hizo detener al mariscal pronazi Ion Antonescu y se alineó junto a los Aliados.
El 31 de diciembre de 1947, Miguel fue obligado a abdicar y exiliarse, en tanto Rumania fue proclamada “República popular”, entrando en la órbita de la Unión Soviética (URSS).
Refugiado en Gran Bretaña y después en Suiza, este tataranieto de la Reina Victoria esperó durante mucho tiempo recuperar el trono de su país, en particular tras la caída del régimen comunista en 1989.
Sin embargo, no recuperó la nacionalidad rumana hasta 1997, antes de establecerse nuevamente en Bucarest junto a su esposa, Ana de Borbón-Parma, fallecida el año pasado.
Miguel de Rumania era el último de los jefes de Estado activos durante la Segunda Guerra Mundial que seguía con vida. También el decano de la realeza mundial. Pero era, sobre todo, un personaje imprescindible para comprender la convulsionada historia europea de las últimas ocho décadas.
Quién era
Miguel reinó en Rumania en 1927-1930 y 1940-1947
Tataranieto de la Reina Victoria de Inglaterra, debió abdicar y axiliarse en 1947 cuando Rumania fue proclamada República.
