En el Área Fundacional de nuestra ciudad, ayer fueron habilitadas importantes mejoras en las Ruinas de San Francisco, tal vez el mayor testimonio del trágico terremoto de marzo de 1861 y la muestra que queda en pie de cómo se construía en la Mendoza del pasado.
Con este trabajo se buscó, a través de modernas estructuras metálicas, resaltar lo que queda de la antigua y emblemática edificación. La restauración duró un año. El lugar es visitado diariamente por muchos turistas.
Los trabajos duraron un año y consistieron en remplazar los caños colocados en 1998, los cuales obstruían la visibilidad, por una nueva estructura metálica que realza la estética.