El ministro de Salud, Desarrollo Social y Deportes, Rubén Giacchi, tomó al asumir su cargo en diciembre lo que podría identificarse como “una papa caliente”. Es que el gobierno anterior terminó su gestión en medio de una profunda crisis del sistema de Salud, especialmente por la falta de presupuesto que dejó a los hospitales y centros de salud desprovistos de recursos.
Las deudas en ese sector se sumaron a las que se acumulaban con los proveedores en Desarrollo Social. Por eso, el funcionario asume como leitmotiv de sus medidas que se viene a ordenar por pedido del gobernador. Dispuesto a dar detalles, recibió a Los Andes en su despacho para hablar del panorama de las áreas que gestiona.
-¿En qué condiciones encontraron el sistema de salud en particular los hospitales, teniendo en cuenta que la gestión anterior se fue en medio de una crisis del sector?
-Lo fundamental que encontramos es que no había un sistema de salud, estaba totalmente anárquico. No existía una red sanitaria, sino departamentos estancos; los hospitales actuaban por sí solos como querían o podían.
Esto por falta de una política provincial de salud que no puso objetivos que se cumplieran (...). Esto llevó a un desorden administrativo del sistema de salud.
Prácticamente tuvimos que empezar a comprar día a día, los proveedores se pusieron en una posición intransigente al exigir que se les pagara en el momento para entregar lo que se les pedía. Así, estuvimos hasta que tuvimos nuestro propio presupuesto y ya se está comprando de otra manera.
Los proveedores que antes no le vendían a la provincia ahora quieren hacerlo porque ven un gobierno serio, que está ordenando, que ha puesto condiciones de pago ciertas.
Eso se está reflejando en las entregas y los precios ya que los que se pagaron en octubre, noviembre y diciembre fueron sobreestimados respecto de los que se pagaban en el resto del mercado de la provincia. Esto fue por la falta de certezas en el pago, con deudas de meses (...) abastecían, pero cubriendo el costo financiero de esta manera. Se pagaron sobreprecios de hasta 120% sobre todo en los de mayor rotación.
-Si en aquel momento el sistema de salud sobrevivía como podía, incluso con un esfuerzo extra por parte de los agentes sanitarios ¿Cómo evaluaría las condiciones actuales?
-En aquel momento estaba bajo agua y hoy está empezando a emerger muy de a poco, con mucho esfuerzo de ordenamiento sobre todo desde el punto de vista administrativo, con gente nueva con una visión distinta y con una política firme en la que son claras las pautas de compra.
-El sistema no funciona como tal. Los centros de salud pareciera que están para derivar y entregar medicamentos ¿Qué le parece a usted?
-¡Ojalá entregaran medicamentos! La gente usa el hospital grande porque a pesar de que se tiene que trasladar y hay espera sabe que ahí se le resuelve el problema. Los centros de salud, creo, que fueron totalmente dejados de lado en los últimos 8 años del gobierno. Están con falta de personal, con falta de cumplimiento del personal.
Nuestro sistema actualmente está haciendo un relevamiento y si uno ve el número de personas asignadas a los centros de salud en lo macro estaría más o menos adecuado con la falta de algunas especialidades que son críticas en la provincia tanto en el ámbito público como en el privado.
Estamos trabajando en poner en funcionamiento el hospital Carrillo (de Las Heras) como hospital pediátrico y ginecológico para descomprimir sobre todo el Notti. Es un hospital que está vacío. Están trabajando los directores de este hospital, del Notti y del Lagomaggiore para armar el sistema de guardia y de internación primero para descomprimir la guardia del Notti.
-También se espera en breve colaborar con la cantidad de partos que atiene el Lagomaggiore...
-La situación del Lago es más compleja porque tenemos un déficit en anestesiología (...). Afortunadamente no se encuentra tan saturado como en otra época, gracias al aporte de los hospitales Scaravelli, Perrupato y Paroissien que han crecido mucho en la cantidad de partos que atienden. Ése es un aspecto positivo de los últimos años.
Algo que vimos con mucha preocupación en un recorrido por los hospitales es el aumento de los niños prematuros que habla del fracaso del sistema de salud, ya que está muy relacionado con la falta de control prenatal (...). La mitad de la Neo del Lago tiene chicos por debajo de los mil gramos, lo cual es un impacto tremendo desde el punto de vista económico y social. El sistema de atención primaria ha fracasado. Hay que armar un sistema que vaya a la búsqueda de estas personas.
-Si el 80% del presupuesto de salud se va en salarios ¿cómo se mantienen los hospitales y se compran insumos? Hay quienes sostienen que el problema es más de gestión que de falta de recursos...
-La prueba está en que los edificios, todos están muy venidos a menos. El Notti tiene serios problemas de climatización, algunos están hechos sobre estructuras viejas, el equipamiento está desactualizado en todos los efectores.
El Carrillo está hecho con lo mejor, es lo más moderno que tiene la provincia porque es lo último que se ha hecho, pero es un hospital vacío. Tiene empleados, pero no los que se necesitan para desarrollar la maternidad ni la atención de niños.
-¿Qué presupuesto tiene ese hospital?
-El año pasado terminó con 58 millones de pesos.
-¿Es suficiente para que funcione?
-Para como estaba funcionando sobraba; para como queremos que funcione no va a ser suficiente. Por eso, estamos haciendo un estudio económico para elevar una propuesta al Ministerio de Hacienda.
-El fortalecimiento de la atención primaria ¿está entre las prioridades?
-Fortalecer la atención primaria es una prioridad de la gestión, pero también mejorar el Notti porque es el único hospital infantil de la zona y en las condiciones en las que está esta muy sobresaturado. Se está haciendo un relevamiento en los centros de salud para dotarlos de mejor infraestructura y redistribuir recursos.
No recuerdo gobierno que no haya dicho que se va a ocupar de la atención primaria. Nosotros lo vamos a hacer, pero no lo vamos a anunciar como política, sino que es un deber nuestro. Si queremos que el sistema funcione la atención primaria tiene que cumplir su rol, pero no para que compita con los hospitales. Esto que ha generado tanto ruido entre los gremios que es la suspensión de la mayor dedicación, se hizo con aquellas que no eran necesarias para tal hospital o que no eran cumplidas. Hemos dejado las que sí son útiles y no se han visto afectados los servicios.
-Ampros dice que se está dejando a la gente sin atención...
-El tiempo dirá si tienen razón, vemos que los hospitales siguen funcionando. Mi idea no es polemizar con Ampros, sino estar a favor de la gente, de la que paga nuestro sueldo que son los ciudadanos. También de los que trabajan honestamente dentro del sistema de salud que son muchos, y ellos mismos nos decían hasta cuándo los privilegios de algunos en desmedro de los otros.
-¿Y qué se va a hacer con ese dinero que se "ahorra"?
-Ese dinero no se ahorra, se va a redistribuir en otras cosas o comprar insumos. Otra opción es que esa mayor dedicación se traslada a los centros de salud donde creemos que es necesaria para que la gente no tenga que trasladarse a los hospitales.
Lo bueno que siempre tuvo Mendoza es que los nuevos gobiernos han continuado lo que hicieron los anteriores. La mentablemente, acá no podemos continuar nada porque no se ha hecho nada, se ha desarmado lo que se hizo desde el ‘83.
Nosotros ya tenemos un número claro de lo que vamos a optimizar sólo por mayor dedicación: 7 millones por mes y por productividad (otro de los ítems que han sido eliminados en algunos cargos) alrededor de 5 millones de pesos.
-¿Esto tiene peso realmente en la totalidad del presupuesto?
-No es la única medida que vamos a tomar. Por ejemplo, las raciones alimentarias, ahora vamos a licitarlas de nuevo, las que se dan en los hospitales a los pacientes, madres de internados y personal de guardia. Vemos que se está pagando más caro que en un restaurante en algunos casos.
Además, en el hospital Carrillo vemos que hay equipamiento para esterilizar lo propio y colaborar con otros hospitales, pero no hay personal para hacerlo; entonces comprábamos todas las gasas estériles. Ya están funcionando la mitad de los equipos porque luego de 5 años sin uso algunos se han estropeado. Con esto podríamos esterilizar los insumos de toda el área metropolitana Norte, inclusive para todos los centros de salud, para el Gahilac y colaborar con el Lagomaggiore y el Central.
-El ex ministro Matías Roby confrontó con los gremios y su sucesor, Oscar Renna, como estuvo en un momento de transición mantuvo distancia. ¿Cuál cree usted que será el vínculo de la gestión con los gremios? Con los despidos y la quita de adicionales ya empezaron con el pie izquierdo...
-Yo no tengo nada en contra de los gremios. Todo cambio genera resistencia más cuando toca intereses. Pero nuestro gobernador está dispuesto a tocar esos intereses. Acá hay una disyuntiva que él tiene muy clara y los ministros vamos a acompañarlo, esto es fácil: gobiernan los gremios o gobierna Cornejo.
Creo que los gremios también tienen que poner de su parte porque son co-responsables de esta situación a la que se ha llegado, solicitando paritarias que se lograron, pero que no se pudieron cumplir por falta de recursos. A la provincia la fundieron y hoy sigue con déficit. No se trata sólo de cuánto aumentar, sino para qué aumentar teniendo en cuenta qué sistema de salud queremos.
-¿Cree que son acordes los salarios de los profesionales para las funciones que desempeñan?
-Creo que hay gente que trabaja mucho y no cobra lo suficiente por lo que trabaja y gente que no trabaja nada y cobra mucho, entonces esta asimetría genera desazón en el que trabaja y no se ve recompensado.
-En general, los médicos del sistema público son reconocidos por la sociedad por su calidad como profesionales. ¿Usted cree que en general reciben un salario acorde a sus capacidades? Porque hay que preguntarse por qué un profesional va a elegir trabajar en el sistema público.
-Yo creo que el sector público paga mejor que el privado y es más fácil de obviar controles porque la relación con el empleado es más laxa, más ajustada a la norma, tengo menos recursos para sancionar a aquellas personas que realmente no trabajan (...). Hay una gran asimetría dentro de todo el equipo de profesionales de salud, gente que gana menos y gente que gana mucho, y cuando digo mucho es mucho. Lo que estamos evaluando es si ese mucho le sirve a la gente.
-¿Qué pasa con el acceso a los cargos por concurso que reclama Ampros?
-Yo estoy totalmente de acuerdo. La última vez que se hicieron concursos fue en 2002. Nosotros lo vamos a hacer progresivamente; primero, vamos a concursar todos los cargos de responsabilidad o jerárquicos en todos los hospitales de la provincia. Se va a llamar a un concurso del que va a poder participar personal del hospital.
Tenemos casos que se han nombrado ellos mismos, quizás tienen la capacidad y quizás ganen ellos mismos, pero si hay gente de más abajo que reunió conocimientos van a poder concursar. Así que, que empiecen a juntar los papelitos porque lo vamos a hacer en el transcurso del año.
-¿Cómo está OSEP?
-No ha sido ajena. Pareciera que en las dos gestiones anteriores ha querido entorpecer las instituciones que andaban bien. La obra social tiene serios problemas de financiamiento, una deuda importante, atrasos en pagos; está pasando una situación que requiere reordenar, especialmente sus hospitales, el Fleming y el Del Carmen.
Son instituciones muy costosas desde el punto de vista presupuestario y con pocos resultados, esos dos efectores resuelven el 11% del total de las prestaciones que da la OSEP en un año (...); se termina comprando más servicios a los privados. La idea es trabajar con la OSEP codo a codo y resolver problemáticas que tenemos en común. Lo mismo con el PAMI, para que tengan políticas comunes.
Que el Ministerio se involucre en estos temas y sea un órgano rector de la actividad de la salud. El Estado debe ser presente, que escuche, que acomode las cargas y proteja al paciente que no reciba los servicios de su obra social.
-¿Le preocupan el dengue y el zika?
-Sí, claro, pero si tomamos las medidas que hay que tomar en conjunto con todos los municipios, como ya estamos haciendo, se puede dar respuesta.
El ex-COSE y el OAL, entre las principales preocupaciones
El ministro Rubén Giacchi también respondió algunas consultas sobre Desarrollo Social, la otra área a su cargo.
-Cree que el Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil (ex-Cose) cumple la función para la que fue creado de recuperar y reinsertar a los jóvenes?
-Es difícil la respuesta y es uno de los aspectos que más nos preocupan. Estamos viendo cómo resolverlo (...). Hay un edificio que inició la gestión anterior en Cacheuta y que se está terminando, pero por un hábeas corpus no podemos trasladar jóvenes de alta peligrosidad o mayores de edad que (actualmente) están con menores o quienes han cometido delitos de menor envergadura.
Estamos poniendo mucho esfuerzo en ordenar las UMA (Unidades de Medidas Alternativas) para aquellos chicos menores de edad con delitos menores. El juez les da la oportunidad de continuar en su ámbito con un mayor que se haga responsable frente al juzgado y donde el Estado también es custodio de estos chicos. También trabajamos en talleres de capacitación, mejorar el ex- Cose en el aspecto edilicio ya que lo hemos encontrado en muy malas condiciones.
-Además de lo edilicio ¿qué otras problemáticas encontraron?
-Se está comenzando con un proceso de resocialización con actividades deportivas y de capacitación ya que estaban funcionando sólo dos talleres que eran insuficientes. Flexibilizar los horarios de escolarización para que no discontinúen los talleres y fortalecer ésta.
-¿El personal está capacitado para un abordaje tan complejo?
-Hay gente que tiene muchos años de experiencia, pero en este aspecto también hay que aggiornarse (...). Hay que actuar en los hechos de menor envergadura porque hay una carrera delictiva, no empiezan con un homicidio.
-¿Como ve el OAL (Órgano Administrativo Local)?
-Muy atrasado por problemas de gestión donde hemos visto que los equipos no están armados muy sólidamente. No se han respetado muy bien los perfiles y no son lo suficientemente profesionales para lo que la responsabilidad requiere. Es un ámbito que está muy atravesado por lo jurídico, entonces hay que trabajar mucho con los municipios.
Es una responsabilidad muy grande la que tienen con esos chicos en situación de riesgo y no sé si los dispositivos que había eran lo suficientemente potentes para poner en alerta a los jueces, a la familia y al propio estado para retirar al chico de esa situación. Creo que es una herramienta que fue sobredimensionada, cargada de responsabilidades y con pocos recursos.
-¿Cree que la situación de la deuda con los proveedores está resuelta?
-Creo que sí por lo que se ha visto. Se ha hablado con ellos y lo que querían era certezas. Creo que ya nos están dando un voto de confianza. A partir de los primeros días de marzo se van a ofrecer formas de pago de la deuda, ya se comenzó un proceso que se llama consolidación y eso ha dado tranquilidad. La confianza se va recuperando. Ahora se está comenzando a pagar lo que se compró en diciembre.