La presidenta Dilma Rousseff desea impulsar una reforma en el fútbol brasileño para impedir el éxodo masivo de jugadores jóvenes y no repetir una derrota como el 7 a 1 recibido ante Alemania en semifinales del Mundial.
“No creo que sea correcto que, en un país con tal cantidad de talentos en el fútbol, con el amor que tenemos por este deporte, cracks salgan temprano de este país, sean formados por escuelas extranjeras y no contribuyan a crear una cultura nueva”, expresó la mandataria en una entrevista difundida por el canal GloboNews.
“Tenemos que hacer lo que hizo Alemania después de que perdió la Eurocopa (de 2000): una reforma en el fútbol”, agregó Rousseff. La humillación ante los germanos causó “un dolor inmenso a todos nosotros, incluso a los jugadores”, admitió.
Según la presidenta, también es necesario dar, a los entrenadores brasileños, “condiciones similares” a las disfrutadas por sus colegas europeos, aumentar las inversiones en las categorías de base y asegurar más transparencia en los gastos de los clubes brasileños. “Brasil es la séptima economía del mundo, no hay razón para que no tengamos estas condiciones”, sostuvo.
“Tenemos que evaluar profundamente qué está pasando en el fútbol brasileño. Debemos exigir transparencia y gastos apropiados por parte de los clubes", enfatizó al recordar que el país construyó o reformó 12 estadios para el Mundial, y que ahora debe asegurar que el público tenga interés por ir a las nuevas arenas.
"Sólo existe el riesgo (de que algunos estadios se conviertan en 'elefantes blancos') si no reformamos el fútbol brasileño", apuntó.
Contra el "pesimismo"
La mandataria atacó el ambiente de “pesimismo” que hubo en el país en torno a la preparación del Mundial. “Desde el inicio del año, hemos escuchado que Brasil no era capaz de realizar una Copa del Mundo o de garantizar la infraestructura de seguridad. Lo que hemos visto es que Brasil hizo estadios, infraestructura y construyó una política federativa de seguridad", enfatizó.
Rousseff también aseguró que los gastos de su gobierno para organizar el Mundial no afectaron las inversiones en sectores básicos como educación y salud. “Los estadios costaron 8.000 millones de reales (unos 3.660 millones de dólares), de los cuales el gobierno pagó la mitad. Tan sólo en salud y educación, hemos invertido 1,7 billón de reales (772.000 millones de dólares) en los últimos cuatro años”.
Por otra parte, la mandataria, quien buscará la reelección en los comicios generales de octubre, se manifestó convencida de que los abucheos que recibió del público en el partido inaugural se originaron en la “élite blanca”, tal como afirmó hace unas semanas el secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho. “No podemos ignorar que los que comparecieron al estadio eran los que tenían dinero para pagar el precio de las entradas, y por ello eran predominantemente de la élite blanca. Unos calculan en un 90 por ciento”, argumentó.