En el primer Gran Premio de la temporada 2016 de Fórmula 1, el alemán Nico Rosberg (Mercedes) ganó ayer en Australia sumando así su 15ª victoria y la cuarta consecutiva tras ganar las tres últimas carreras del certamen anterior.
A su vez, fue el segundo éxito del rubio volante en Albert Park, ya que se había impuesto en 2014 sobre el circuito urbano. “Es genial. Fue un gran fin de semana, con un auto increíble. Superar a las Ferrari es formidable”, lanzó Rosberg.
Mercedes cantó victoria gracias a una estrategia de cubiertas mejor que la del equipo italiano. Las Flechas de Plata llegaron hasta el final con neumáticos más duros, mientras que Vettel se vio obligado a cambiar. “La estrategia fue crucial. Me encantó ver que Ferrari estaba con los súper suaves y yo pude seguir con intermedios”, declaró Rosberg.
Para el debutante Haas, el sexto lugar del galo Romain Grosjean fue como un triunfo.
Alonso protagonizó un terrible accidente
Las banderas rojas se izaron tras un accidente a alta velocidad entre el español Fernando Alonso (McLaren) y el mexicano Esteban Gutiérrez (Haas), cuando llevaban un tercio de carrera.
El ex campeón chocó con su trompa en la parte trasera del monoplaza de Gutiérrez, que frenaba para doblar a la derecha en la tercera curva. El McLaren chocó con la pared y dio dos vueltas de campana, quedando destrozado.
Alonso pudo salir, aunque claramente dolorido al alejarse cojeando. Estrechó la mano de Gutiérrez, que se había acercado deprisa para ver si estaba herido. Así, la competencia se detuvo 22 minutos, antes de reanudarse.
“Estoy agradecido que estoy vivo y que no pasó nada grave. Una combinación de factores hizo que Gutiérrez y yo terminaremos chocando. Fue un incidente de carrera. Estoy muy feliz de que los dos estamos bien”, comentó Alonso.
“Toso pasó cuando frené, por sorpresa para mí. Vi lo aparatoso del accidente y me sentí aliviado cuando me enteré que Alonso estaba bien”, dijo Gutiérrez.