Si no escuchaste “¡me harté de esas tachas!” definitivamente no vivís en Mendoza; independientemente de si andás en bici, auto, moto o carreta estas “tortuguitas” amarillas nos están volviendo locos.
Repetidas veces nos preguntan si realmente estos elementos rompen los autos, y entonces les respondo que definitivamente si lo hacen. No solo lo digo yo, desde Tránsito de Godoy Cruz y otros departamentos ya admitieron que perjudican a los automóviles y su tren delantero, entonces debatamos a qué costo pretenden hacer cumplir los límites de velocidad y los derechos de paso.
Creo que esto deja en evidencia la falta de educación vial o de compromiso del Estado para con la seguridad vial, ya que ante tantas otras instancias y medidas muchos más seguras y legales, eligen la implementación ilegal y fuera de reglamento estipulado por el decreto reglamentario de la Ley de Tránsito provincial.
El compromiso del gobierno debe ser con la educación vial de la población, la debida señalización de los peligros en la vía, el respeto del peatón y los límites establecidos por norma, y por sobre todo con hacer cumplir la ley con los controles pertinentes.
La nivelación en materia de seguridad vial debe ser hacia arriba, no hacia abajo; implementar y desarrollar nuevas tecnologías para la reducción de velocidad, no atrasando y realizando “inventos”. Si tenemos una ley nacional que ya nos habla en uno de sus anexos en cuanto al uso de las tachas como señalizadores, demarcadoras; el manual de señalamiento vial también adhiere a ese anexo, y por ultimo las normas IRAM que ya establecen su uso, tamaño y por sobre todo su conformación que debe ser plástica y sin pernos metálicos para que no existan peligros al desprenderse. Si aún estas releyendo el texto anterior con admiración lo repito: no pueden tener pernos metálicos, esos mismos que tantas veces le rajaron la cubierta a muchos conductores o le marcaron el talón de la cubierta.
Mientras más estudio el tema, menos puedo creer que quienes velan por el cumplimiento de la ley y la seguridad vial sean los primeros en infringirla. Disponemos de un decreto que estipula que son vibradores para llamar la atención ante peligros (de medidas no superiores a 3 cm). Una ley nacional que deja como antecedente, prueba que ya hay legislación vigente en cuanto al uso de las tachas, un manual de señalamiento de Vialidad, y tantas cosas más que nos terminan dando un solo veredicto: las tachas no son reductores de velocidad, solo son demarcadores viales para señalizar y dirigir el tráfico.
La tacha, como se usa en Mendoza, si rompe nuestros autos es peligrosa y las camionetas no la sienten ni respetan; no cumple su fin.
Innovemos en materia de seguridad vial y comencemos a dar el ejemplo adoptando nuevos reductores de velocidad, nuevas tecnologías. Es momento de pensar en la educación vial en las escuelas y diferentes ámbitos.