En el verano estamos más dispuestos a hacer, y a hacernos, concesiones. Y si estamos aún sin una relación sentimental, ¿por qué no decidirnos a encontrar un amor?
La idea es que comience en esta estación y continúe. Aquí te damos algunas sugerencias si pretendés que este romance se vaya cimentando:
Eligí con criterio: si bien iniciar una relación con alguien es siempre un desafío porque no conocemos a ese otro ser, ya en el inicio se evidencian señales de qué podemos llegar a encontrar en la interacción. Quien está de verdad interesado en conocerte, lo manifiesta.
Asumí el contexto: en verano estamos más relajados, receptivos, contentos… El amor suele ser idílico en estas coyunturas. Tratá de distinguir a la persona real de aquella escenografía en la que se encuentran.
Graduá la intensidad: Medí las promesas de amor eterno; las acciones dirán con el tiempo lo que tantas veces las palabras no logran sostener.
No presiones: si el vínculo que se está gestando va a crecer, lo hará de manera fluida, naturalmente.
¿Él o ella vive en otra ciudad?: Si es así, plantéate de antemano si estás decidido/a a construir un amor a la distancia. Si no es lo tuyo, preservate y mirá para otro lado.