En 1959, Roger E. Zaldivar fundó el Instituto Zaldivar, un centro de cirugías oftalmológicas de avanzada para la época. Allí tuvieron lugar los primeros trasplantes de córnea en el país y en 1961 se creó el primer banco de córneas de Argentina. También incorporó el láser rubí, primero en América Latina y uno de los primeros en el mundo. En 1990 Roger E. Zaldivar, junto a su hijo Roberto y Alfredo Romano, dieron vida a la Fundación Zaldivar. En 1991, se empezó a utilizar el primer láser excimer para el tratamiento de la miopía y en 1996 se inauguró el edificio inteligente del Instituto, ubicado en calle Emilio Civit de Ciudad; además se produjo el desembarco en Buenos Aires.
El esfuerzo, profesionalismo, dedicación y trabajo los llevó a ser reconocidos en el mundo. Fueron los primeros en certificar las normas ISO 9000 y desarrollaron software para historias clínicas. Los Zaldivar siguen avanzando.
-Estás a cargo de Visión Superior, ¿podés explicar cuál es el concepto de la clínica?
-Buscamos beneficiar a nuestros pacientes mendocinos con mayor accesibilidad, permitiendo convenios con prepagas y obras sociales a precios diferenciales. Básicamente, están dadas por el beneficio de ser mendocino. Hacemos las mismas prestaciones que Instituto Zaldivar en cirugía refractiva, cataratas, superficie ocular y pediatría.
-¿Cómo se realizan?
-Hoy tenemos el privilegio de haber incorporado el láser más sofisticado del mundo. El Amaris 1050RS monitorea 1.050 veces por segundo los micromovimientos de los ojos con una lateralidad de 1,6 milisegundos. Esta velocidad de seguimiento le permite corregir pequeñas imperfecciones corneales y mejorar la calidad de visión potencial de los pacientes. Además de los movimientos lineales, el EyeTracker turbo 7D compensa los rotativos alrededor del eje óptico con el Control Avanzado de Ciclotorsión estático y dinámico.
-¿En qué tiempo el paciente queda totalmente recuperado?
-En las cirugías modernas -tanto el láser como lentes intraoculares- el período de recuperación suele ser muy rápido en la mayoría de los pacientes, dependiendo del tipo de cirugía que se realice, pudiendo distinguir letras relativamente pequeñas la misma noche de la intervención.
-¿Siguen incorporando tecnología?
-La incorporación y desarrollo de tecnología de punta es un atributo fundamental que diferencia a la oftalmología Zaldivar. Destinamos muchos recursos y energía al desarrollo de nuevos conceptos y tecnologías In House, mediante la confección de un equipo multidisciplinario que incluye matemáticos, físicos, bioingenieros, diseñadores industriales y oftalmólogos.
Un claro ejemplo de esto es el software "Tears Film analysis System", diseñado para la empresa Visiometrics, que permite cuantificar la calidad óptica de la lágrima, siendo éste un avance muy trascendental en el campo de la cirugía phaco refractiva.
-¿Cuáles son las patologías que más llegan a los consultorios?
-Las patologías son muy variadas, pero se observa un creciente número en la población miópica y esto responde a un fenómeno adaptativo del cuerpo humano a la mayor demanda de lectura cercana dada por computadoras, smartphones, tablets.
Se supone que el avance de la población miópica, aparte del factor genético, aumenta por el uso de pantallas. El ojo debe adaptarse a esta distancia cercana, que no es lo natural, ya que el ojo está “diseñado” para ver al infinito. Por lo que sería conveniente en lo posible pasar períodos importantes de tiempo sin pantallas para relajar la acomodación.
-¿Qué avances se vienen a nivel mundial en oftalmología?
-Hay avances de todo tipo en todas las especialidades. Dentro de mi especialidad, que es la cirugía refractiva y catarata, los avances más notorios se dan en la posibilidad de corregir la presbicia cada vez más sofisticadamente. Hay lentes que permiten ver de cerca intermedia y lejos corrigiendo todos los defectos previos. Con respecto a láseres, existen en la actualidad unos muy sofisticados que pueden corregir pequeños defectos que anteriormente eran imposibles. También han aparecido lentes nuevos que permiten bloquear defectos o cicatrices viejas traumáticas o de cirugías previas, lo que antes era muy difícil de lograr. Con respecto a un futuro un poco más lejano, se están desarrollando lentes más sofisticados y con tecnología electrónica que probablemente aparezcan en los próximos 5 años.
-¿Advertís que el avance de la tecnología en oftalmología hace que más gente acceda a sus beneficios?
-Sí, cada vez es más estándar la corrección de defectos refractivos y es muy importante que esto se produzca. Como es conocido, hay un gran avance en la población miópica en el mundo y se calcula que en unos 20 ó 30 años, más de la mitad de la población va a ser miope. Por lo que es necesario este tipo de soluciones para poder combatir este problema.
-Realizás actividades en favor del arte, la fotografía y el voluntariado. Te interesa realizar otros aportes a la sociedad mendocina...
-Tanto con Visión Superior como con el Instituto Zaldivar, tenemos un concepto superador como empresa médica: es mucho más que una clínica, queremos dejar huella para Mendoza; no sólo queremos operar ojos, buscamos cambiar vidas. Nuestro objetivo es dar una experiencia única e irrepetible para todas las personas y eso incluye ayudar a nuestro entorno a progresar; no concebimos mayor crecimiento para la clínica si no crece nuestro entorno, y la gente que más lo necesita en Mendoza. Queremos colaborar en generar una mayor calidad de vida y, por supuesto, mejorando en lo que nosotros podemos aportar a la salud visual de los mendocinos que más lo necesitan.
Tres generaciones de oftalmólogos reconocidos
-Hay tres generaciones de oftalmólogos en tu familia: entiendo que es una responsabilidad muy grande la tuya...
-Mi proceso se dio muy naturalmente, fui inducido hacia al mundo de la oftalmología por mi abuelo, primero, y después con mi padre. Los acompañé cuando tenía 13 años a la primer conferencia en Estados Unidos; nunca me olvido, fue en Marco Island -en el oeste de Florida- y fue una experiencia increíble. Vi el reconocimiento de sus pares. Me emocionó mucho esa experiencia y desde ahí no pensé otra cosa que ser oftalmólogo.
Trabajar junto a mi padre fue fantástico desde todo punto de vista. Por supuesto que tenemos nuestras discusiones, siempre intentando sumar, y el fanatismo hacia la oftalmología hace que no nos desconectemos nunca, estemos donde estemos; siempre estamos discutiendo sobre cómo mejorar lo que hacemos.
-No siempre se da un buen trabajo entre familiares que realizan la misma actividad y a vos te toca el desafío de ser la tercera generación, la más complicada desde el mundo empresarial.
-La clave de tener éxito en empresas familiares es rodearse con gente capaz, ordenarse, tener la humildad de delegar cuando a uno lo supera la situación. Con mi padre a eso lo tenemos muy claro, tratamos de explotar al máximo nuestras virtudes y neutralizar nuestras debilidades. Cada uno tiene características diferentes. Trabajamos con la gerencia que gestiona el Instituto; tenemos un equipo de primer nivel.
-¿Cuáles fueron las enseñanzas más importantes que te dejó tu abuelo?
-Lo que me enseñó es el amor y la dedicación por lo que hacemos. Nunca me olvido que tenía 87 años, estaba ya bastante enfermo y seguía viendo a sus amigos y a la gente de Mendoza que él atendía y que había atendido toda su vida. Los seguía viendo en el consultorio; era el primero en llegar. Realmente disfrutó mucho de lo que hizo. Fue un enamorado de la oftalmología y de su carrera. Eso me lo transmitió y fue una de las tantas razones por las cuales disfruto mucho hacer lo que hacemos.
-Y a tu padre, ¿qué le valorás más?
-La enseñanza más importante que me dejó mi padre durante los años que llevamos trabajando juntos es desafiar los estándares: por qué y cómo hacerlo mejor, venga de quien venga. Y creo que así puedo sonar arrogante o soberbio, pero no lo hago de mala manera, logro entender las cosas para poder intentar enriquecerlas. Y hacer lo mejor para que nuestros pacientes puedan recibir lo mejor.
Visión Superior y los beneficios para los mendocinos
Los mendocinos pueden acceder a los beneficios de Visión Superior a través de las obras sociales OSDE, Medifé, Medicus, Damsu, Sancor, Prevención, Jerárquicos Salud, Asociación Eclesiástica de San Pedro, Swiss Medical, Serversalud, Cajda Forense de la Provincia de Mendoza, Federada Salud.
Para mayor información de los planes convenidos comunicarse al 0800 222 8474. De lunes a viernes de 8.30 a 17.30 o a través de la página web www.visionsuperior.com
Perfil
Roger Zaldivar (31). Se recibió en 2009 en la Universidad de Mendoza, con especialización en Oftalmología y Óptica Oftalmológica.
Es el director de Instituto Zaldivar y presidente de la Fundación Zaldivar, una organización sin fines de lucro creada en el año 1990 por el Dr. Roger Eleazar Zaldivar, (abuelo) con el deseo de dar asistencia oftalmológica a la población que carecía de medios para acceder a un sistema de salud visual calificado, basada en la experiencia y trayectoria de sus propios impulsores.
Viaja incontables veces al año para asistir a congresos mundiales de renombre como orador, entre ellos, el ASCRS (American Society of Cataract and Refractive Surgery) el ESCRS (European Society of Cataract and Refractive Surgery) la AAO (American Academy of Ophthalmology) AECOS (American and European Congress of Ophthalmic Surgeons) a la CAO (Concejo Argentino de Oftalmologia) al SACRyC (Sociedad Argentina de Catarata Refractiva y Córnea) del cual el Dr. Roberto Zaldivar es fundador. ALACCSA (Asociación Latinoamericana de Cirujanos de Catarata Segmento Anterior y Refractiva)