El fútbol para los jugadores ocupa gran parte de sus vidas. Pero no es todo. Hay otro lado para disfrutar más allá de la pelota. Y es el que muchas veces la gente no conoce de aquellos que ve entrar a la cancha con la camiseta de sus amores.
Es el caso de Rodrigo Rey, el arquero del Tomba puntero y gran sensación en el campeonato. Cultor de la música desde chico, el santafesino es gran amante del rock nacional. "Es así, me gusta Callejeros, La Renga, La Berisso, Los Redondos, La Vela Puerca. Tengo esa onda", se sincera. "Me encanta hablar de otras cosas y salir un poco del fútbol, y la música me apasiona". Y así como el uno hay muchos en los equipos.
La intimidad de los planteles es sagrada, y los gustos siempre se respetan en cualquier aspecto. En el actual grupo de Sebastián Méndez no es la excepción.
"Yo soy el encargado de poner música en el vestuario, voy por el rock siempre, pero a los cuatro temas mis compañeros piden cumbia y cambiamos. Vamos uno y uno", cuenta sobre las vivencias en el día a día junto al resto de los jugadores. "Igual me dejan ser, me dejan volar", aclara.
A muchos calzarse los auriculares los transporta a diferentes lugares, lejos de las exigencia y las presiones diarias. Para el guardameta lo profundo se da en las letras.
"Me identifico con la letra de Callejeros y de lo que siguió después con distintos nombres. Está bueno que sigan dando shows y saquen discos. Lo que tiene de lindo el rock es que las letras te llegan de otra forma, con frases muy buenas que te marcan. Por ahí no pasa con otra clase de música".
Rodrigo partió de muy chico desde Las Parejas para buscar el sueño de jugar en Primera División. River fue el primer escalón y la música fue un fiel acompañante en los momentos duros y de soledad, lejos de casa.
"En Buenos Aires iba mucho a los recitales, porque jugaba los sábados y salíamos a la noche. Teníamos más tiempo libre. Era una buena compañía. Ayudaba bastante. Yo estaba en la habitación con Germán Pezzella y el tucumano Roberto Pereyra (jugador de Juventus de Italia), con Germán escuchábamos rock todo el día y a Roberto le encantaba la cumbia. Nosotros le queríamos tirar el grabador por la cabeza… ja ja. Así pasábamos el tiempo cuando no jugábamos".
La estación previa a subirse al Expreso fue Newell's, donde compartió plantel con un viejo conocido de Mendoza: Nahuel Guzmán, ex arquero de Independiente Rivadavia. "Nos hicimos amigos y tenemos los mismos gustos por la música. Es de los míos. Íbamos juntos a todos los conciertos, pegué mucha onda con él. Por suerte tenía a alguien que me seguía".
¿Hoy en Godoy Cruz no tiene quién lo acompañe? "No, no tengo a nadie. Por ahí un poco Juani Alvacete, él tiene esa onda y cuando podemos vamos a algún show. Pero es poco porque tenemos competencia".
Siempre es bueno dejar al descubierto la otra faceta de la vida. Lo que nadie ve, en este caso, detrás del buzo de arquero. "Me siento muy bien hablando de otras cosas, siempre digo que uno no es sólo jugador de fútbol. Hay otra vida atrás. Uno tiene gustos, como en mi caso la música, y es espectacular conversar de diferentes temas con la gente".
Así es Rodrigo Rey. Pase y conozca al hombre que custodia el arco del puntero del campeonato. Adentro evita los gritos ajenos. Afuera grita su amor por el rock, su otra pasión.
¿Título bajo el brazo? Esperando ansioso la llegada de Lorenzo
Rodrigo está casado con una mendocina y heredó una hija (Renata) del corazón que lo acompañó a la nota.
A mitad de año su mujer dará a luz a Lorenzo. “Creo que ahí bajo la persiana...ja ja”. ¿Vendrá con el título bajo el brazo? Ojalá.