En Grecia son tantas horas de diferencia como con Rusia, donde se juega el Mundial. El propio Rodrigo Rey lo confirma. Y lejos de encandilarse por la cita ecuménica, estando tan cerca para poder vivirla desde adentro, decidió venir a su segundo hogar: Mendoza. “Son 6 horas de diferencia acá con Grecia. Igual hace varios días que estoy acá, y parece que me traje el frío de Europa, para Mendoza, ¿no?”, arranca el diálogo el longilíneo arquero con brillante paso por la Bodega antes de irse a jugar al Paok griego.
“Allá hay un verano bárbaro, pero se ve que no me gusta tanto el calor, le ando esquivando”, sonríe el Flaco.
“Gracias a Dios estoy bien, paseando un poco. Como siempre, Mendoza me trata muy bien. Me dan ganas de venir, me gusta mucho, su gente, la provincia. Mi esposa y mis hijos son de acá. Tengo la otra parte de mi vida acá.
-El hincha de Godoy Cruz se ilusiona con tu vuelta
-Uno sabe del cariño que tiene la gente conmigo, y lo que yo quiero al club. Me paran y me preguntan, y eso lo tienta a uno. Pero hay que tomarlo con calma, porque Godoy Cruz tiene un plantel muy bien conformado. Hay chicos del club y otros experimentados, que han armado un plantel con jugadores que rinden muy bien, como en el torneo que acaba de terminar.
-¿Cómo son tus días allá en el Paok?
-Para mi familia y para mí, fue todo un cambio de vida. Es una cultura distinta, otro idioma, y lleva tiempo adaptarse, como todo. Pero ya pasó un año de estar en Grecia y se va haciendo más fácil todo. Fue una temporada muy linda, desde todo punto de vista.
-¿Cómo fue el suceso en el que el presidente de tu club salió con un arma? (NdR: el 10 de marzo pasado, el titular del Paok, Ivan Savidis, ingresó al campo de juego con un arma para increpar al árbitro por un gol anulado ante el AEK Atenas).
-Sí, fuimos famosos en el mundo, salimos en todos lados por eso (risas). Pasamos por una situación, en la que para nuestro fútbol no es normal. Nos sorprendió a todos, por eso se hizo viral en todo el mundo. Desde lo deportivo nos costó la Liga, porque después de ese hecho nos sacaron 9 puntos. Ojalá no pase nunca más.
-¿Cómo es el hincha griego?
-En el club que estoy es similar a lo que se vive acá, va mucha gente a la cancha, le gusta cantar siempre y demuestran su pasión. Eso esta bueno.
No hay muchos clubes en la Liga que tenga esa hinchada, a diferencia de acá, donde todos los clubes tienen su hinchada seguidora. Mi club y un par más son los que más gente tienen, y se parecen a los nuestros.
-¿Estás en contacto con otros jugadores argentinos?
-No tengo en mi club, pero en otros clubes está, por ejemplo, Martín Tonso, Emiliano Insúa (otro ex Tomba), Sergio Araujo (ex Boca) y Cristian Chávez, que estuvo seis meses y se volvió a Huracán. Nos cruzamos en la cancha y tratamos de darnos una mano en lo que se pueda.
-¿Cómo es la vida en Grecia?
-La gente vive de una forma distinta. El griego es más relajado con sus cosas, por eso se dice, en apariencia, que son vagos. Pero se toman las cosas más a su tiempo, más relajados. Nosotros, por nuestra forma de ser, vivimos las cosas con más pasión el día a día.
-De Godoy Cruz se va Burián, llegó Mehring y parece que la titularidad será para Roberto Ramírez. ¿Hablaste con él? ¿Creés que está preparado para hacerse dueño del arco tombino?
-Totalmente. Tuve la suerte de poder hablar con él, y con el resto de los chicos. He charlado como tantas otras veces, cuando le tocaba jugar y le repetí siempre lo mismo. Tiene todas las condiciones para ser titular, por eso está donde esta hoy. Es su momento. Debe tomarlo con calma y creer en sí mismo. Eso lo trajo hasta acá, el trabajo día a día, nunca salirse de esa línea. Suele pasar cuando sos joven y tenés la chance de ser titular, que se confunda el rumbo. Siempre les digo lo mismo a los chicos en cada plantel que integro, que sigan una línea de trabajo diario, humilde y que lo que más importa es que le vaya bien al equipo, al grupo. Y Roberto lo tiene muy claro.
-Siempre dijiste que tu sueño es volver al Tomba.
-Yo no pongo fecha ni nada. Si tengo algo claro que quiero crecer como jugador, probar mis límites hasta donde den. Algún día, no sé cuando, voy a formar parte nuevamente de este club. Hay muchas cosas que me unen, y es lo que deseo. Pero hoy no me encuentro en condiciones de poner tiempo ni plazos. Quiero probar otros límites para poder llegar lo más lejos posible.