Hoy, la inflación, la suba del dólar y la devaluación genera en la población una gran incertidumbre. Tal vez, a los más jóvenes estas palabras le sean un poco extrañas. Pero nuestro país, ha sufrido a lo largo de su historia económica procesos muy similares que lo marcaron a fuego.
Uno de los más recordados fue el que se produjo en 1975, denominado "Rodrigazo", durante el mandato de la presidenta María Estela Martínez de Perón. Hace casi 40 años.
Un país con turbulencia
Con la llegada del peronismo al gobierno en 1973, fue designado el empresario José Ber Gelbard ministro de Economía por el entonces presidente Héctor J. Cámpora.
Al poco tiempo, se firmó un Pacto Social entre el Gobierno, la Confederación General Económica y la CGT, liderada por José Ignacio Rucci. El acuerdo consistía, básicamente, en un congelamiento de precios y salarios. El objetivo era llegar a 1977 con una distribución igualitaria del ingreso para los trabajadores.
Unos meses después renunció Cámpora como presidente y se comenzó a transitar el camino para el regreso definitivo del general Perón y su reasunción a la Presidencia. En setiembre de 1973, se convocó a elecciones nacionales y la fórmula Perón-Perón ganó con más del 60% de los votos.
El contexto político era muy complicado, ya que la violencia había ganado las calles, con la presencia de grupos revolucionarios contra el gobierno.
Esto indudablemente hacía peligrar la estabilidad en lo político, y Perón asomaba como la figura clave para apaciguar los conflictos.
El 12 de octubre, el líder del peronismo asumió su tercera y última presidencia, junto a su esposa María Estela Martínez como vice.
A nivel mundial, se vivía la crisis del petróleo. La Argentina era por entonces un importador neto de crudo, condición que desestabilizó económicamente al país y puso en un aprieto el equilibrio de las finanzas públicas.
El Gobierno no varió el rumbo económico y pretendió mantener el proyecto de "Argentina Potencia" basado en el liderazgo político indiscutible de Perón.
La temida inflación
En 1974, comienzan a hacerse evidentes las presiones inflacionarias (el año terminó con un aumento del índice de precios minoristas de 57%). La muerte del presidente Perón el 1 de julio de 1974 generó un vacío político enorme que no pudo salvar el nuevo gobierno, encabezado por su esposa "Isabelita".
En octubre, el ministro Ber Gelbard -por la influencia del entonces ministro de Bienestar Social José López Rega- fue sustituido por Alberto Gómez Morales, un técnico que aplicó una devaluación gradual del peso y otras medidas que hicieron que el poder adquisitivo cayera, al igual que el PBI. Presionado por el sindicalismo, el gobierno forzó su renuncia en junio de 1975.
El Rodrigazo
Gómez Morales fue reemplazado por otro economista, Celestino Rodrigo, un liberal ortodoxo. Sus primeras medidas fueron un shock devaluatorio de más de 150% del peso, un aumento promedio del 100% en el precio de todos los servicios públicos y transporte y una suba de hasta un 180% de los combustibles.
Este "terremoto económico" pretendió ser atenuado con un aumento del 45% de los salarios. La consecuencia lógica fue que la crisis económica que ya existía, se profundizó a un nivel impensable. Inmediatamente florecieron el agio y la especulación, con desabastecimiento y mercado negro, y el enojo creciente de la población. Muchas empresas quebraron dejando a los empleados en la calle, otras retrasaron sus pagos de salarios.
La CGT resistió estas medidas y reaccionó con una serie de paros. Mientras, el país se poblaba de largas colas de ciudadanos que intentaban conseguir los productos básicos, generalmente a precios desorbitantes. Era escaso el dinero circulante y muchos especulaban atesorando dólares. Así nacieron los famosos "arbolitos" quienes vendían la moneda estadounidense en las calles
El 17 de julio, Celestino Rodrigo renunció a su cargo de ministro de Economía, pero dejó para la historia el triste recuerdo de su nefasto plan económico, el "Rodrigazo".
Rodrigazo, el polémico plan económico
Hace 40 años el país vivió un aumento impensado de precios y tarifas a partir de un shock devaluatorio conocido como “Rodrigazo”. El contexto de un plan que no tenía nada de perfecto.
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